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Lizarazu, Juan de

Hombre de negocios, oriundo del valle de Salazar (Navarra) pero nacido quizá en Pamplona en la primera veintena del siglo XVII y murió en Quito en el año 1644. Fue colegial en el Mayor del arzobispo de Salamanca, donde cursó leyes. Para 1626, en que casó con doña Martina de Arizcun Beaumont de Navarra y Alava, era oidor en la Cámara de Comptos del Reino de Navarra, y unos años después obtuvo el cargo de presidente de la Real Audiencia de Charcas en el Perú, donde pudo conocer y admirar el ingenio despejado de un sacerdote andaluz, Alvaro Alonso Barba, llamado a gozar de un amplio prestigio en el mundo de las ciencias técnicas.

Lizarazu se interesó vivamente en los experimentos metalúrgicos del cura andaluz, dándole facilidades para proseguirlos e instándole vivamente a recoger en un libro sus valiosas experiencias, que enseñasen "científicamente lo que en beneficio de los metales se practicaba hoy a caso y sin ninguna regla fija". Consta que le asistía personalmente a Alonso Barba en las pruebas que llevaba a cabo en su improvisado laboratorio, y que, ultimada la obra por el año de 1637, se la entregó "para que como de cosa suya por tantos títulos" usara. El libro, remitido al Consejo de Indias con la mayor premura, salió a luz en Madrid en 1640 con el título: Arte de los metales, en que se enseña el verdadero beneficio de los de oro y plata por azogue, el modo de fundirlos todos y cómo se han de refinar y apartar unos de otros. Posteriormente, Juan de Lizarazu fue ascendido a presidente y capitán general de la Real Audiencia de Quito y su jurisdicción (1643), en el desempeño de cuyo cargo había de morir un año después.

Ref. Alfonso de Otazu y Llana: "Hacendistas navarros en Indias", pp. 102-104.