Lekaide eta lekaimeak

FOLCAUT, Bernart de

Obispo de Pamplona de 1364 a 1377. Nace en Pamplona en 1315. Aparece por primera vez en los documentos cuando contaba con 28 años. En este año de 1343 era licenciado en decretos y oidor general del palacio episcopal de su ciudad natal. Cuatro años más tarde desempeña interinamente el cargo de vicario general. Durante los dos siguientes años sirve a la corte papal de Avignon, lo cual le vale ser nombrado canónigo de la catedral de Tudela y deán de la de Tarazona por Clemente VI (1342-1352) y canónigo de Lérida por Inocencio VI (1352-1362). A partir de 1350 y durante once años sirve a los reyes navarros. En 1356, tras realizar diversas misiones diplomáticas, recibe varias mercedes del infante Luis I de Beaumont. Negocia en diferentes ocasiones en París, Avignon y Burdeos (1357) en favor de la liberación de Carlos II el Malo, prisionero de Juan II de Francia. Distanciado de la monarquía navarra temporalmente, en 1362 es nombrado auditor apostólico en la corte de Avignon. En marzo de este año es nombrado obispo de Huesca, de cuyo pontificado no deja buen recuerdo. El 24 de enero del año 1364, es nombrado por Urbano V obispo de su ciudad natal. El 6 de marzo está una vez más a las órdenes del rey Carlos II de Navarra, presidiendo la legación que negocia en París el tratado entre el navarro y Carlos V de Francia, haciendo en el mes de junio su entrada solemne en la diócesis de Pamplona. El primer capítulo de su pontificado se cierra en abril de 1368, cuando, tras dilatadas negociaciones, llega a un acuerdo con el Cabildo y firma el concordato general, en el que se estipulan los derechos y obligaciones entre sí tanto del obispo como del Cabildo y sus dignidades. En marzo de 1371, dicta la sentencia que pone fin a la reforma del monasterio de Roncesvalles, equiparando en rango la Colegiata al Cabildo pamplonés. Entre 1364 y 1366 mantiene muy buenas relaciones con Carlos II el Malo quien, a su marcha a Francia, nombra a Folcaut, junto con Juan de Cruzat, deán de Tudela, consejero de su mujer D.ª Juana de Valois, a quien había dejado como gobernadora del Reino. Durante este período, entre menores actuaciones, ratifica la alianza hecha por Cruzat con Aragón contra Enrique II Trastámara de Castilla quien acababa de vencer y matar a su hermano Pedro I el Cruel (1369). En 1373, tras el Sinodo convocado en marzo por Folcaut en Pamplona, Carlos II, al volver de Francia, donde había luchado con Eduardo III de Inglaterra contra Carlos V de Francia -perdiendo numerosos territorios navarros en Francia-, manda abrir proceso contra Folcaut y Cruzat, por juzgar mal administrado el reino en su ausencia. Huyen, y mientras Folcaut es recibido en la corte del Papa en Avignon, Cruzat es alcanzado y muerto cerca de Logroño. Desde el destierro el obispo de Pamplona, gobierna su diócesis por medio de sus hombres de confianza, mientras Carlos II que no obstaculizó la labor de éstos, aunque sí usó de los bienes diocesanos, se niega a la reconciliación, desoyendo incluso las sugerencias que en favor de ésta le llega a hacer Gregorio XI en carta de agosto de 1375. Por causa de no contar evidentemente con el apoyo del obispo al que había desterrado, Carlos II no pudo ver realizado su proyecto de Universidad en el monasterio de Ujué. Mientras, Folcaut sigue sirviendo al Papa como embajador y auditor. Gregorio XI le pone al frente de la embajada que marcha a la conferencia de Brujas entre Inglaterra y el Papado en 1374. El 7 de julio de 1377 muere Bernart Folcaut en Agnani (Italia), donde había seguido a la corte papal, siendo enterrado en la catedral de Pamplona. Ref. Goñi Gaztambide: Obispos de Pamplona siglo XIV, "P. de V.", 1962, n.° 86-87, p. 140.