Kontzejuak

NARBARTE

Esta localidad se sitúa en una amplia y despejada zona llana del Valle de Bertiz. Su pequeño caserío se distribuye a la derecha de río Bidasoa. Famosa por la pesca de la trucha y el salmón, acogió en otro tiempo la hostería de Reparazea, que contó con huéspedes tan ilustres como Eduardo VII de Inglaterra o Ramón María de Valle Inclán. Predominan las construcciones de tipo popular pertenecientes en su mayoría al siglo XVIII y las viviendas levantadas durante el siglo XX. Del primer grupo presentan una fachada dividida en tres niveles y ático. Los vanos son rectos, normalmente tres en cada uno de los pisos y se resuelve la cubierta con el sistema tradicional a dos aguas. Las fachadas están enlucidas, apareciendo el sillar remarcando vanos y esquinas. Un escudo barroco las decora a la altura del tercer piso.

Casa Arretxea. Llama la atención esta sobresaliente casa, original en cuanto a su resolución arquitectónica. Fue construida en el siglo XVII y presenta un deficiente estado de conservación. Se trata de una vivienda que presenta una fachada en esquina dividida en tres niveles. En el cuerpo inferior se abre una bella portada de medio punto, con grandes dovelas en forma de concha, que descansa sobre cornisas lisas. Las jambas y parte inferior del arco aparecen decorados con minuciosos motivos geométricos. Precisa de urgente restauración ya que la clave y dos dovelas situadas a la izquierda de la misma, corren riesgo de desprendimiento. En la clave se puede leer grabada la siguiente inscripción: "JESUS MARIA ESTA CASA HIZIERON DON IOAN DE OTEIÇA I BELTRAN DE ARR". El segundo nivel de la fachada aparece separado del primero por una cornisa moldurada. Presenta, sobre la puerta de ingreso, dos ventanas adinteladas, con contraventanas de madera, entre las que se sitúa un escudo barroco. En la esquina de este segundo piso aparece una ventana de medio punto con función de mirador; presenta dovelas con motivos geométricos, que descansan sobre capiteles moldurados y pilastras que repiten la decoración del arco. Protege la ventana otra cornisa moldurada. El tercer piso lo configura un balcón corrido de madera y los muros enlucidos. En el mismo, se dejan ver las tradicionales vigas de madera que soportan la estructura de un tejado a dos aguas en mal estado de conservación.

Siguiendo la carretera hacia la iglesia se localiza la casa Perunea. Dispone de una fachada de tres niveles, con cuatros vanos rectos en cada uno de ellos y escudo barroco en el último piso. Mantiene la tipología de construcción popular el ayuntamiento con una fachada de tres niveles. En el primer piso destaca la puerta adintelada y un escudo barroco. Otras viviendas de estructuras arquitectónicas similares y situadas en el entorno de la carretera son Susenea y Lacoizketa.

Las viviendas de principios de siglo XX se presentan como un bloque en forma de cubo, con una fachada dividida en cuatro niveles. En cada piso se sitúan tres vanos rectos y balcón corrido en el último. La puerta suele ser adintelada o en forma de arco rebajado. Las fachadas aparecen enlucidas con cadenas de sillar en vanos y esquinas. Destaca dentro de esta tipología la casa denominada Domingoenea construida en 1905. Adosado al muro de la iglesia aparece el discreto trinquete de la localidad. Consta de una sencilla fachada enlucida de dos niveles. La puerta de ingreso es adintelada y en la superficie del segundo nivel se abre una gran ventana recta. Reza una placa con el año de 1933.

Arquitectura religiosa

Parroquia de San Andrés. En una espaciosa plaza, en el lado izquierdo de la carretera, camino hacia Irun, se localiza la iglesia de Narbarte. Es un discreto edificio situado entre construcciones adosadas a sus muros, que lo hacen todavía más inadvertido. Fue construida entre los siglos XVI y XVII. Al exterior, deslucida por los edificios colindantes, se presenta como una robusta construcción de traza horizontal que combina la piedra de sillería y el sillarejo enlucido. Destaca la zona de los pies en la que se sitúa la fachada principal, restaurada en 2006, realizada en noble sillar. En la parte inferior de la misma se sitúa la portada renacentista del siglo XVI; encajada entre pilastras, tiene forma de medio punto, con cinco arquivoltas que descansan sobre capiteles de motivos vegetales y columnillas cilíndricas. Sobre la portada, en un nivel intermedio, se abre un sencillo vano abocinado. Continúa la fachada, en un nivel superior, con un sobrio paramento de sillería, hasta llegar al campanario rematado en forma de espadaña. El cuerpo de campanas se abre mediante dos arcos de medio punto. Confieren sobriedad y robustez a la fachada, sendos pilares que la flanquean por cada costado. Los demás muros parroquiales son de sillarejo. Internamente dispone una sencilla nave de doble tramos, amplio crucero de brazos rectos y cabecera poligonal. El sistema de cubiertas es sencillo y variado. Para los tramos de la nave se utilizan dos bóvedas de arista, para el crucero una sencilla cúpula sobre pechinas, los brazos del crucero se cubren mediante lunetos, mientras que sobre la cabecera se alza una bóveda de cascarón.

Retablo Mayor. Es una pieza moderna realizada para la zona de la cabecera en el siglo XX. De estilo ecléctico, presenta un banco sobre el que se alza un cuerpo de columnas corintias. La imaginería que se guarda en el retablo dedicada al patrono, San Andrés, y al patrón de Navarra, San Fermín, es contemporánea a la confección del retablo. Otros retablos menores, situados en el Evangelio y Epístola, son los dedicados a la Virgen del Rosario y Santa Catalina respectivamente. Ambos también son de estilo ecléctico y traza similar al mayor, realizados en el siglo XX.

Entre otros motivos del interior parroquial, destaca una pila bautismal de alabastro del siglo XVI, situada en la zona del Evangelio.

Fernando GARCIA NIETO (2007)