Musikakoak

Lelo lirelo

Así empieza la tierna canción de amor hallada por Menéndez y Pelayo en la célebre tragicomedia llamada la Tercera parte de la Celestina de Gaspar Gómez (1536). Está escrita en dialecto vizcaino, según Guerra, y en labortano, en opinión de Lekuona. J. de Urquijo la reprodujo en facsímil zincográfico, acompañado de eruditos comentarios, en la RIEV, 1910. A su vez, Guerra (Cantares, E. -Alde, 1922, p. 287), Lekuona (RIEV, 1925) y A. León (Gure Herria, 1932-6) han dado sendas interpretaciones, que sólo difieren en algunos detalles. El estribillo con que se inicia y acaba esta canción servía para dar la medida y el tono de las improvisaciones poéticas. Nueve años más tarde habría de aparecer en Dechepare, y era ya popular en el siglo XIII y seguía siéndolo aún en el XVII. He aquí las diferentes versiones de este estribillo.

Lelori lelo, lelori lelo, leloa saray leloa y Lelori lelori saray lelori (Crónica de Ibargüen). Lelori lelo saray leloa (Cantar del Conde de Salinas). Lelo lirelo zaray leroba (Cantar de Perutxo). Etay lelori bai lelo leloa zaray leloa y Etay lelori bai lelo (Dechepare).

Originariamente lelo significó canción, como consta en varios textos posteriores al siglo XIII; pero ya en el siglo XV o XVI, el significado del estribillo quedó adulterado, dando lugar a la fantástica interpretación del autor anónimo del Canto de los Cántabros, mal llamado Canto de Lelo. Guerra da la siguiente interpretación al estribillo de Perucho: canción, cantilena, entra, canción. La versión dechepareana parecía confirmar la hipótesis del eximio heraldista, con la siguiente transcripción: eta i, lelo ori, bai, lelo leloa, sar ai (adi) leloa. J. de Urquijo no la acepta: opina que Dechapare no daba sentido a estas palabras y sólo se limitaba a seguir la tradición. A título de curiosidad, añadiremos que Azkue (Cancionero, t. X, p. 1.055 N.° 905) trae un poemita de melodía y ritmo muy adecuados al cantar que nos ocupa, y en el que figuran estas palabras: eskutik bolatu (egatu) zait gabinarea, de la mano se me ha volado el gavilán.