Kobazuloak

AIZKIRRI

Cueva situada en Oñati (Gipuzkoa), en las inmediaciones del caserío del mismo nombre; ubicada en las calizas que constituyen la ocultación del río Aránzazu en Gesaltza. La boca se abre a unos 600 m. aproximadamente sobre el nivel del mar. Esta cueva ha sido objeto de inmumerables visitas y excavaciones desde que en septiembre de 1871 se encontraron en ella restos fósiles del Oso de las Cavernas y de otros mamíferos cuaternarios. Es de desarrollo prácticamente horizontal y tiene una longitud, en la parte actualmente practicable, de 200 m. exactamente. Sería del mayor interés el realizar metódicas excavaciones en zonas de la cueva que, por estar cubiertas de tierras y escombros de anteriores rebuscas, se hubieran conservado intactas hasta hoy. Ello pudiera darnos datos de valor para precisar las exactas condiciones del yacimiento del «Ursus spelacus» y demás mamíferos. A lo largo de la escasa literatura que nos han legado los excavadores de Aizkirri falta el detalle y precisión que pudieran despejar el problema de yacimiento. (La bibliografía principal referente a esta cueva se detalla en Observaciones espeleológicas en Aizkirri y sus alrededores (Guip.), por Jesús Elósegui, en «Speleon», n.º 2, Oviedo, 1950. Posteriormente se ha publicado Aizkirri, Morfología y Paleobiología cuaternaria de la caverna, por Máximo Ruiz de Gaona; Sch. P. en Estudios Geológicos, n.° 13, Madrid, 1951. También «Aclaración» sobre este último trabajo, anunciada para el n.° 14 de Estudios Geológicos). Bioespeológicamente, cueva de indudable importancia, pues aparte que en ella habita un rarísimo coleóptero pseléfido ciego «Machaerites breuili» Jeann (véase «Coleópteros cavernícolas nuevos de las Provincias vascas», por G. Bolívar y R. Jeannel, en «Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Tomo del cincuentenario, 1921, Madrid, 518-521), también vive en la Cueva de Aitzkirri el bathyscido cavernícola «Speonomus (Speonomidius) aitzquirrensis» C. Bol, cuya situación geográfica, habida cuenta de los grupos que colonizan las cuevas de San Valerio (Mondragón) y San Andrián, Partxankobia y Auns-kobia (Sector de Aitzkorri), plantea una anomalía ecológica que no han explicado aún los especialistas. (Véanse numerosas obras de R. Jeannel, a este respecto, y especialmente su Sur les Bathysciites du Guipúzcoa, en «Notes Biospeologiques, fascículo V. París, 1950, 57-61). Ref. Munibe. «Catálogo Espeleológico de Guipúzcoa»