Lexikoa

INQUISICIÓN

Carta del ayuntamiento de Tudela al Inquisidor General (19 de julio de 1521).

"Reverendisimo é Ilustrísimo Señor. Con los regocijos é alborozos que en este reino de Navarra hobo por la nueva reduccion que del se fizo al príncipe D. Enrique en la venida del ejército de los franceses, algunos cristianos nuevos vecinos de esta ciudad, hobieron hablado algunas palabras é dichos contra los oficiales é ministros del santo oficio de la Inquisicion, que no son en perjuicio de la fé ni santo oficio; ahora temen los tales, por lo que assí hablaron se les siga alguna vejación é sean fatigados; é pues ellos no son vecinos, y el santo oficio fué siempre en esta ciudat muy honrado, é sus cosas é las de la fé é honra de Dios fueron, son é siempre serán, miradas é acatadas con mucha veneracion, con mucho encarescimiento á vuestra Reverendísima Señoría suplicamos, lo que tal quiera perdonar, mandando á los padres inquisidores, que en esta ciudat residen, por la dicha causa, ahora ni en tiempo alguno, á los dichos nuestros vecinos no vejen ni fatiguen, ni contra ellos procean. Demas desto algunos vecinos nuestros entraron fiadores por algunos que estaban presos por el santo oficio, los cuales se han fuido é ausentado con la ida de los franceses, de manera que sus fiadores temen ser vejados é fatigados, sobrello, por los dichos inquisidores; é pues los que asi son ausentados son personas que tienen bienes é, aunque ausentes, contra sus personas é bienes se puede proceyer como fugitivos. A vuestra Reverendísima Señoría, muy humildemente, suplicamos quiera proveer, é mandar, que los tales fiadores no sean vejados ni fatigados; en lo qual, assi probeher é mandar, vuestra S. Reverendísima nos fará mucha mercet. Nuestro Señor la Reverendísima persona, é muy grande estado de vuestra S. acresciente é prospere; de la ciudat de Tudela á diez y nueve de julio de mil quinientos veinte y uno.=De vuestra Reverendísima S. muy ciertos servidores, que sus manos besan: los Alcalde, Justicia é Jurados de la ciudat de Tudela" [Arch. de Tudela, lib. 19, n. 21 , trascrito por Yanguas en su "Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra"].

Las quejas a nivel popular tenían frecuentemente un matiz económico. A veces, estaban promovidas por lo que parecían excesivas penitencias pecunarias, impuestas en las visitas. Otras provenían de los excesivos emolumentos que llevaban los comisarios en los puertos vascos, por las visitas realizadas a las naves con objeto de revisar las mercaderías. La opinión de que la Inquisición no era más que un "sacadineros" estaba ya suficientemente extendida entre la gente. Muchos eran procesados por expresar esta idea, acusados de lo que los inquisidores tipificaban como "palabras injuriosas contra el Santo Oficio". Los ataques personales contra miembros de la Inquisición son también frecuentes. Como ejemplo, baste citar el tumulto que hubo en Calahorra ante la casa del inquisidor Valdeolivas, en aquel año de mala cosecha, en que la gente le increpaba para que entregase a la ciudad el trigo que supuestamente tenía almacenado. Una larga corte de "impedidores, fautores y perturbadores", según palabras de los inquisidores, muestra un aspecto más de lo que pudo ser la oposición popular al Santo Oficio.