Por su situación estratégica entre Lab. y Nav., Ainhoa se vio muy favorecida por el libre comercio que le garantizaban los fueros laburdinos y navarros. La firma del Tratado de Utrech (1713) y la supresión del libre comercio, produjo, sin embargo, una grave crisis económica y con ello la emigración y el desempleo que duró, a lo largo del siglo XVIII, hasta la declaración de franquía de 1784. Esta declaración significó una rápida alza de la vida económica, situación en que se hallaba Ainhoa en vísperas de la Revolución francesa. Esta última, las guerras napoleónicas y la supresión de los fueros, determinaron la gran corriente emigratoria de los vascos de Ainhoa a los Estados Unidos. La aduana francesa de Ainhoa se estableció con la Revolución; la española después de finalizar la primera guerra carlista, el 29 de octubre de 1841. El contrabando fue desde entonces una de las principales fuentes de ingresos del lugar. La economía actual es eminentemente agrícola: maíz, patata, remolacha, alubia, etc. Posee canteras de mármol y minas de hierro cuya explotación, hoy abandonada, data de la temprana época de los frailes premostratenses de San Salvador de Urdax. La comuna posee un gran bosque comunal; cada año se marcan lotes de leña que se distribuyen entre los hogares de la villa. Esta costumbre proviene del «derecho de vecindad» unido estrechamente a la antigua legislación foral. Hay una fábrica de alpargatas.
Población según las categorías socio-profesionales | |||
Año 1999 | Año 1990 | Año 1982 | |
Agricultores Artesanos y comerciantes Directivos Profesionales Empleados Obreros Jubilados Otros estadísticamente inactivos | 12 32 16 52 96 64 120 232 | 44 24 4 12 68 64 108 204 | 76 28 8 16 52 60 76 204 |
Total | 624 | 528 | 520 |
Fuente: I.N.S.E.E.: Censo de 1999 |