Renombrado naviero y comerciante vasco, nació en Aulesti (Bizkaia) el 27 de junio de 1834. Cuando apenas contaba diez años, comenzó la carrera mercantil en la casa Ibarra, completando los estudios en Londres. Sus deseos de triunfar en la vida le llevaron a Australia donde, después de muchos esfuerzos, logró fundar una casa que luego traspasó a comerciantes italianos. El 2 de febrero de 1859 llegó a Manila (Filipinas). Aquí sería donde podría poner de manifiesto sus grandes dotes, tanto las de comerciante como las humanas. Fundó la gran compañía "Aldecoa y C.ª", la primera en el archipiélago filipino como importadora de abacá y como naviera. Desempeñó el importante cargo de alcalde de Manila, presidente de la comisión formada para la construcción del Filipinas e, igualmente, presidente de la junta encargada de aportar los datos para la beatificación del P. Berriochoa. Como industrial, fue iniciador y uno de los fundadores del lavadero de Canacas, así como director gerente de la compañía de minas de carbón de Sugud (Albay) y otras de oro. Puso en marcha el primer servicio de correos en Filipinas con el Luzón y Pasig, montando luego a gran escala, aunque no en su nombre, los correos interinsulares. Algunas provincias pobres como Surigao, le deben mucho a Aldecoa. Murió el 4 de octubre de 1895. Entre sus condecoraciones, poseía la medalla del mérito naval y la gran cruz de Isabel la Católica. Ref. Apuntes necrológicos. Excmo. Sr. D. Zoilo Ibáñez de Aldecoa, Rev. "Euskal Erria", 1895, XXXIII, pp. 378-380.