Pintor nacido en Burdeos (Francia), el 7 de marzo de 1892, fallece en 1954.
Sus padres eran aragoneses, siendo por tanto el artista español, nacionalidad que ha conservado siempre y tras la renuncia a la francesa. Apercibido de sus aficiones artísticas, su padre le inició en el arte de la pintura, y cuando contaba 16 años de edad emprendió su aprendizaje con el maestro Paul Antin, cuyas lecciones recibió por espacio de cuatro años. Más tarde, en París, tuvo como profesores a varios maestros y, después, nuevamente en Burdeos, a Durand, Darricaud y Louis Cabie. Pero el que de entre ellos consideró siempre como su verdadero maestro y gran amigo fue Paul Antin. Trabajó en su estudio y, al igual que los maestros antiguos hacían con sus discípulos, se encargaba de la preparación de sus obras. En el estudio de Paul Antin trabajó el modelo vivo. A las enseñanzas de Paul Antin debe lo fundamental de su arte: una solidísima formación en cuanto a dibujo, el conocimiento de diferentes técnicas pictóricas, el del aguafuerte y el de la litografía. En una palabra, Ricardo Gómez Gimeno conoce todos los secretos esenciales del arte.
Ricardo Gómez Gimeno pasó largas temporadas en el País Vasco y puede decirse que es uno de los primeros pintores españoles que más asuntos ha pintado del País Vasco, sin ser vasco. Hizo su servicio militar en Zaragoza y contrajo matrimonio con una española. Ha celebrado muchas exposiciones en el extranjero y en la península. Ricardo Gómez Gimeno es enemigo de los premios. Siempre que ha sido posible los ha rehuido, aunque en ocasiones no pudo rechazar la concesión de la Medalla de la Ciudad de Burdeos, que le fue concedida, como igualmente otras condecoraciones obtenidas en exposiciones de puro compromiso. Su especialidad son los interiores, y en este orden se hallan sus principales obras, tales como el interior de San Vicente en San Sebastián, interior de Santa María del Coro de San Sebastián, La Seo de Zaragoza, el Palacio de Oriente, de Madrid, etc.