El hockey femenino. Si puede considerarse como importante la actuación del Jolaseta en el hockey femenino, hay que calificar como sobresaliente la de otro equipo vasco: la Real Sociedad, campeón de España en múltiples ocasiones en diversas categorías y especialidades. Y es que las donostiarras practican ya el hockey desde los primeros años de la década de los treinta. En 1929 Mariíta Abrisqueta acompaña a su hermano José Luis, jugador de la Real Sociedad, en un desplazamiento a Barcelona. Asiste a un encuentro de hockey femenino y a la vuelta, con un stick comprado en la capital catalana, inicia a un grupo de amigas en la técnica del nuevo deporte, bajo la dirección y consejos en principio de su hermano y otros jugadores realistas. Sólo se trata de matar el rato, pero pronto cunde la afición y cuatro años más tarde forman un conjunto con buen juego que dirige un hombre providencial para el deporte guipuzcoano, Sebastián Silveti. Visten las donostiarras la camiseta de la Real Sociedad, dicho sea esto en un sentido metafórico, ya que los atuendos femeninos en esta etapa distan mucho de los actuales. Como no existe competición oficial femenina, la participación de Real Sociedad se limita a encuentros amistosos contra equipos femeninos de otras provincias y muy especialmente contra las vizcaínas del Jolaseta y más espaciadamente contra equipos extranjeros. Uno de los primeros encuentros internacionales es el diputado en Burdeos contra "La Vue su grand Air du Medoc" repitiéndose el encuentro en Irún. Aunque estas pioneras del hockey vasco se entrenan en Atocha, el habitual campo de juego es el de Jolastokieta, en Alza y su grito de guerra de... Muturreko! Estas son entre otras las componentes de aquel histórico equipo de la Real Sociedad: Mariíta Abrisqueta, María Pilar y María Rosario Zulueta, María Teresa y Lupe Gaytán de Ayala, Carmen Tejada, Tere Gascue, Blanca y Ana María Nerecán, María Teresa y Blanca Churruca, María Teresa y Merche Artiz, Coro Gros, Mercedes y Pepa Careaga, María Josefa Gainza, Rosa María Vázquez, Merche Sáenz Alonso, Mari Tere y Ana María Marqueze, Carmen Regalia, Mari Larrañaga, Coro Pradera, Consuelo y María Luisa Berástegui, María Teresa Ponte, Lola Aboitiz, Merche Irazusta, Tere Aizpurua, Clara Ferrer, Tere y Merche Lafont, Lola Claraco y Casadevante. Tras esta etapa inicial y superado el conflicto bélico de 1936-39 se produce la reincorporación de la mujer al deporte, misión que se encomienda a la Sección Femenina. Las dos principales actividades que se practican son el hockey y el baloncesto y en ambas cosechan excelentes triunfos los equipos vascos y de un especial modo los guipuzcoanos. En 1943 la S. F. de San Sebastián se proclama campeona del Grupo 1.°. En 1944 repiten el éxito participando en el Campeonato de España registrándose un empate frente al Jolaseta vizcaíno, venciendo al Valencia en la Final de Consolación.Un año más tarde se consigue el éxito definitivo al proclamarse las guipuzcoanas campeonas de España, tras eliminar sucesivamente a los equipos representativos de Logroño, Coruña y Palencia. Luego de esta etapa de post-guerra y pese a los excelentes niveles alcanzados, el hockey femenino entra en una etapa de acusada languidez que desemboca en su práctica desaparición. Hay que esperar hasta el final de la década de los sesenta para asistir al resurgimiento de la especialidad con la aparición de los Anoeta, Alperrak, Trintxerpe y Medina y, ya en 1970, la Real Sociedad. Como sucediera en tiempo pasado el equipo "txuri-urdin" se convierte en el primer equipo guipuzcoano y conquista en los años sucesivos los más altos galardones del hockey nacional.