Las precipitaciones atmosféricas: Nubosidad y Nevosidad.
Nubosidad. Es en la vertiente septentrional, en la zona que se extiende entre la cuenca del Saison y Getaria -la parte de la cadena montañosa que mira a la curva del golfo de Bizkaia: donde el número anual de días cubiertos es mayor: más de 250 días cubiertos 282 en Santesteban) en contraposición a 100 días rasos. Mientras en el resto de la vertiente -excepto en la cuenca receptora de Orduña, menos expuesta a los vientos del O. y del NO. debido a su cinturón montañoso- se cuentan como cubiertos de 200 a 250 días por 100 días rasos, en cuanto se franquea la vertiente meridional la relación no sobrepasa los 100 ó 200 días cubiertos por 100 días rasos. Al S. de Pamplona la relación se invierte a favor de los días rasos: en Tafalla se pueden contar 125 días descubiertos, en Peralta 174, en Sos 208. Una vertiente septentrional, a la sombra durante más de la mitad o dos tercios del año, una vertiente meridional al sol durante un tercio o la mitad del año, tales son, pues, los dos aspectos que nos ofrece esta parte de la cadena. Contraste fácilmente explicable si se piensa que la vertiente meridional, sometida a las influencias del interior de España, recibe procedentes del golfo de Gascuña vientos fuertemente descargados ya de su humedad por la pantalla de las altas cadenas de la divisoria.
Nevosidad. El triple papel del océano, de la cadena pirenaica y de la meseta ibérica es puesto claramente en evidencia por el modo de repetirse las precipitaciones nevosas, por las fechas de aparición de las primeras y de las últimas nieves, el espesor medio de la nieve en los pueblos, la duración media de los períodos de nieve persistente. Según estos puntos de observación, las dos vertientes de la cadena se oponen mutuamente. La vertiente meridional presenta más de 10 días de nieve por año; pero, si el número de días de helada aumenta de N. a S, el incremento de días de nieve se efectúa de S. a N. Mientras en Logroño el número de días de nieve es apenas de 8 por año y en Huesca de 4,6, en Tafalla es de 10, en Jaca de 14,5, y en Alsasua de 18: ocurre, pues, que conforme se avanza hacia el N. se aleja uno del anticiclón de la meseta ibérica, generador de vientos fríos y secos favorables a heladas, para acercarse al área ciclonal del océano atlántico, origen de vientos húmedos cuyo encuentro con las masas de aire frío del interior de España determina abundantes caídas de nieve, particularmente a la salida de los puertos de montaña por los cuales penetran los vientos del NO. Esta es la causa del máximo observado entre Alsasua y Manurga. En cuanto a la vertiente septentrional, a igual altura, las caídas de nieve tienden a aumentar de importancia de E. a O. a medida que la pantalla condensadora de las altas cadenas enfriadas se acerca al océano. En segundo lugar, debido a la pendiente excesivamente rápida de la vertiente, se pasa con rapidez de la zona de fuerte precipitación nevosa a la de nieves insignificantes.
Nubosidad. Es en la vertiente septentrional, en la zona que se extiende entre la cuenca del Saison y Getaria -la parte de la cadena montañosa que mira a la curva del golfo de Bizkaia: donde el número anual de días cubiertos es mayor: más de 250 días cubiertos 282 en Santesteban) en contraposición a 100 días rasos. Mientras en el resto de la vertiente -excepto en la cuenca receptora de Orduña, menos expuesta a los vientos del O. y del NO. debido a su cinturón montañoso- se cuentan como cubiertos de 200 a 250 días por 100 días rasos, en cuanto se franquea la vertiente meridional la relación no sobrepasa los 100 ó 200 días cubiertos por 100 días rasos. Al S. de Pamplona la relación se invierte a favor de los días rasos: en Tafalla se pueden contar 125 días descubiertos, en Peralta 174, en Sos 208. Una vertiente septentrional, a la sombra durante más de la mitad o dos tercios del año, una vertiente meridional al sol durante un tercio o la mitad del año, tales son, pues, los dos aspectos que nos ofrece esta parte de la cadena. Contraste fácilmente explicable si se piensa que la vertiente meridional, sometida a las influencias del interior de España, recibe procedentes del golfo de Gascuña vientos fuertemente descargados ya de su humedad por la pantalla de las altas cadenas de la divisoria.
Nevosidad. El triple papel del océano, de la cadena pirenaica y de la meseta ibérica es puesto claramente en evidencia por el modo de repetirse las precipitaciones nevosas, por las fechas de aparición de las primeras y de las últimas nieves, el espesor medio de la nieve en los pueblos, la duración media de los períodos de nieve persistente. Según estos puntos de observación, las dos vertientes de la cadena se oponen mutuamente. La vertiente meridional presenta más de 10 días de nieve por año; pero, si el número de días de helada aumenta de N. a S, el incremento de días de nieve se efectúa de S. a N. Mientras en Logroño el número de días de nieve es apenas de 8 por año y en Huesca de 4,6, en Tafalla es de 10, en Jaca de 14,5, y en Alsasua de 18: ocurre, pues, que conforme se avanza hacia el N. se aleja uno del anticiclón de la meseta ibérica, generador de vientos fríos y secos favorables a heladas, para acercarse al área ciclonal del océano atlántico, origen de vientos húmedos cuyo encuentro con las masas de aire frío del interior de España determina abundantes caídas de nieve, particularmente a la salida de los puertos de montaña por los cuales penetran los vientos del NO. Esta es la causa del máximo observado entre Alsasua y Manurga. En cuanto a la vertiente septentrional, a igual altura, las caídas de nieve tienden a aumentar de importancia de E. a O. a medida que la pantalla condensadora de las altas cadenas enfriadas se acerca al océano. En segundo lugar, debido a la pendiente excesivamente rápida de la vertiente, se pasa con rapidez de la zona de fuerte precipitación nevosa a la de nieves insignificantes.