Kontzejuak

DORRAO/TORRANO


Urbanismo y construcciones civiles

El lugar se encuentra bajo la peña del monte Beriain, enclavado en una ladera y con la iglesia en un plano más bajo que el casco urbano. Su disposición es similar a la de Lizarraga, aunque con un caserío mucho más reducido. No faltan casas tradicionales más o menos bien conservadas, así como otras de factura moderna que resultan un tanto estridentes, e incluso alguna casa construida en estos últimos años, que pretende armonizar con el estilo tradicional, aunque el uso de los materiales y sobre todo la fantasía de los volúmenes denuncian su factura reciente.

Desde la iglesia se asciende al casco urbano siguiendo un pórtico sobre pies derechos y zapatas muy rústico que se construyó para salvar de las inclemencias meteorológicas a los fieles. Las casas suelen aparecer formando calle y adaptadas al desnivel del terreno. Las mejor conservadas llevan mayoritariamente muros enlucidos, aunque no faltan algunas que lucen piedra de mampostería. Un tipo común puede estar representado por una fachada de tres alturas, tejado a dos aguas paralelo al sentido de la fachada, puerta con arco de medio punto sin moldurar y dos ventanas por nivel, todas ellas cuadrangulares. En algún caso, por desgracia mal conservado, se ve la voluntad de prolongar el alero hacia la calle para proporcionar un resguardo ante la puerta, valiéndose para ello de gruesas vigas y largos jabalcones. En la salida del pueblo hacia Unanua hay una fuente de piedra con "aska" y cuerpo a modo de espadaña. Una inscripción da la fecha de 1899.

Ermitas

El señor Pérez Ollo documentó tres ermitas en su término: San Juan Bautista, San Pedro y Santo Tomás. La ermita de San Juan Bautista se levanta en la carretera que desde el pueblo lleva al puerto de Lizarraga. Su planta es rectangular simple, terminada en testero recto. Sus muros van enlucidos y se abren mediante dos ventanas cuadrangulares en el lado de la Epístola y una puerta rectangular en el mismo muro. Lleva una pila aguabenditera incrustada en el muro y decorada con una cruz. En su austero interior destaca un retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVII con banco un único cuerpo y remate vegetal. El titular es de bulto redondo y datable como del siglo XVII, en un barroco muy popular.

En el camino que conduce a Goñi se encuentra la ermita de San Pedro. Se trata de un edificio de escaso empaque y sabor popular, con una planta rectangular y un pórtico abierto hacia el sur adosado al muro de los pies. Los muros van enlucidos, y se abren mediante una ventana cuadrangular simple y una puerta adintelada, situadas ambas en el muro de la Epístola buscando la mejor orientación. El tejado es simple y a dos vertientes. En el interior hay una imagen de San Pedro, realizada en estilo barroco muy popular.

Por último, en un altozano y a un cuarto de hora de Dorrao/ Torrano se enclava la ermita de Santo Tomás. Se trata, como las anteriores, de un edificio muy sencillo y de sabor rústico, con una única nave terminada en testero recto, muros enlucidos abiertos por una única ventana cuadrangular y por la puerta, que es igualmente recta y va flanqueada por una pila aguabenditera decorada con rosetas y con los símbolos de la Pasión. Se cubre con tejado a doble vertiente. En el interior hay un retablito barroco de la primera mitad del siglo XVIII, con una única imagen del santo titular, Santo Tomás, contemporánea de la arquitectura del retablo con la que comparte además el estilo popular.

Parroquia de la Asunción

Se trata de un edificio gótico tardío en origen (siglo XVI), aunque muy alterada en las reformas posteriores, realizada ante el mal estado de conservación del anterior templo. La planta consta de una única nave proporcionalmente corta, que consta de dos tramos, de los cuales uno hace las veces de cabecera. Al lado de la Epístola se adosa la sacristía, estrecha y larga, así como el pórtico que cobija el acceso. En el lado del Evangelio se aprecia el volumen de la torre, así como otro pórtico sobre pie derecho y viguería de madera.

Los muros van en sillar de tamaño regular, que al interior van enlucidos. Se abren mediante el acceso ya mencionado, así como dos ventanas, una cuadrangular en la cabecera y otra de medio punto sobre el coro, ambas, como es habitual, en el lado de la Epístola para recibir más luz y calor. A los pies de la nave hay un coro de obra abierto mediante arco escarzano. Las cubiertas consisten en dos tramos de bóveda de crucería, de tradición gótica, con terceletes y nervios moldurados. El sotocoro lleva una bóveda de lunetos barroca, mientras que la sacristía se cubre con dos tramos de bóveda de crucería.

Al exterior la torre, de planta semicircular, se levanta en el ángulo noroeste de la fábrica. Su fuste acusa la forma circular de su torre de caracol en sus tres primeros cuerpos, y culmina con un cuerpo de campanas que lleva un arco de medio punto por lado y una cupulilla con pirámides con bolas al modo escurialense.

La portada, cobijada como antes se ha dicho por un pórtico clasicista, consta de un arco apuntado de tradición gótica y datable como del siglo XVI. Lleva seis arquivoltas sin decoración, que apean sobre otras tantas columnillas lisas. Carece de tímpano y conforma un conjunto sobrio y elegante.

El retablo mayor es rococó de la segunda mitad del siglo XVIII, y consta de banco, un cuerpo con tres calles y dos entrecalles y ático con Calvario con remate semicircular. Se articula mediante columnas corintias y placas con rocallas. La escultura es de bulto, aunque pertenece a épocas diferentes, como fruto de diversas reutilizaciones. La Virgen del Rosario del primer cuerpo es barroca del siglo XVIII, al igual que el San Miguel, mientras que San Pedro, San Pablo y la Asunción, así como la Santa Catalina de Alejandría, el Calvario y la María Magdalena del ático son renacentistas del XVI.

En el lado del Evangelio se puede observar un retablo barroco dedicado a la Virgen de los Dolores, de la segunda mitad del siglo XVII. Lleva banco, un cuerpo articulado con columnas salomónicas que enmarcan una hornacina y ático. La imagen titular es del XIX, y en el ático hay una Santa Bárbara de un barroco muy popular.

En el lado de la Epístola podemos ver el retablo de San Antonio Abad, simétrico respecto al de la Dolorosa y de muy parecida mazonería. La imagen titular es barroca del XVII, y culmina en el ático con un relieve de San José con el Niño de la misma época.

Como es habitual, la sacristía alberga otras tallas así como alguna pieza de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2006)