Udalak

Durango

Tres parroquias, arciprestazgo de Durango, diócesis de Bilbao, archidiócesis de Burgos. Las parroquias tradicionales son cuatro: San Pedro de Tavira y Santa María Magdalena (extramuros) y Santa María de Uribarri y Santa Ana. A comienzos del siglo XIX todas estas parroquias estaban servidas por un cabildo de 16 beneficiados -8 de ración entera y 8 de media- que antiguamente formaban un cuerpo con los de Ochandiano. Este cabildo tenía un solo voto en las juntas del clero, llevaba todos los diezmos de novales y cuatro novenas partes del resto. Sobre el derecho de presentar estos beneficios pendía pleito en la Real Cámara de Castilla entre el cabildo y el común de los vecinos. La parroquia de San Pedro, con toda probabilidad la más antigua, había dejado de celebrar culto ya en el siglo XVIII. Fue fundada por la señora de Tavira y eran feligreses suyos los solares del contorno. En 1510 comienza el libro primero de bautizados en Santa María de Uríbarri de la villa de Durango. La primera partida es del 6 de enero. En el año 1679 tuvo lugar la traslación de los restos de Santa Aurelia Vitalia de la iglesia de San Pedro de Tavira a la parroquial de Santa Ana de Durango, una vez conseguidas las pertinentes autorizaciones. El traslado tuvo lugar el 25 de julio del citado año en una solemnísima procesión a la que asistió el cabildo, el Ayuntamiento y numerosos vecinos.

En 1543 funcionaba ya la parroquia de Santa Ana, a pesar de que sólo estaba edificada la nave principal. Por un inventario de la época se conocen los utensilios que en ella existían. La cuarta parroquia, la de Santa María Magdalena (hoy no existe), se hallaba, así como la de San Pedro, extramuros. Sobre ella dice Iturriza en el siglo XVIII que "no hay sacramento ni pila bautismal, pero se entierran en ella algunos cadáveres". Sobre sus ruinas se edificó el cementerio de su nombre y posteriormente sólo quedó una ermita. Las terciarias franciscanas de Durango, cuya fundación data de 1439, se trasladaron en 1548 a la casa en que habitaba la viuda de D. Juan Martínez de Arrázola, vivienda que se encontraba en el portal de Inchaurrondo también llamado de San Martín. La comunidad de agustinos de Durango comenzó en el año 1584, morando los fundadores en una casa de los herederos de Martín Ruiz de Muncháraz en las cercanías de Tavira y poco después se establecieron en la casa de los herederos del licenciado Zaldíbar, edificando allí su iglesia y convento en 1595. El 7 de enero del año 1674 hicieron una escritura de concordia con el cabildo eclesiástico de Durango, tras haber tenido con éste algunas diferencias. El 5 de mayo de 1587 se inicia la fundación del convento de agustinas, con el título de Santa Susana, en la villa de Durango.

Esta comunidad aceptó la clausura el 31 de agosto de 1621 en virtud de un breve de Paulo V, dirigido al obispo de Calahorra. El 26 de enero de 1651, la priora, sor María del Espíritu Santo, firma un contrato para la construcción de la iglesia del convento. El convento se fundó canónicamente en 1626. En 1558, las religiosas del convento de franciscanas de Santa Isabel de Durango (más tarde se llamará de San Antonio) sumaban 20 y les llegó la orden de recogerse en clausura o extinguirse. En 1592 aceptaron la clausura, encerrándose por completo en 1599. En 1599, las beatas franciscanas de San Antonio de Padua, de Durango, aceptaron la clausura y la profesaron solemnemente, quedando desde entonces en calidad de verdaderas religiosas. En el año 1621, las agustinas de Santa Susana de Durango, en número de veinte, aceptaron la clausura, aunque el voto tuvo lugar cinco años más tarde en un acto solemne al que asistieron el Ayuntamiento y el clero de la villa. A comienzos del siglo XVIII, el pueblo de Durango formaba parte de la llamada vicaría de Durango, bajo la jurisdicción aún de la sede episcopal de Calahorra. Las ermitas tradicionales son diez: Santa Lucía de Axpe, Santa Cruz de Zuazola, San Vicente de Mikeldi (ex-iglesia juradera), San Fausto, San Bartolomé, San Marcos, San Andrés, San Roque, Nuestra Señora del Rosario de Tavira y Nuestra Señora de la Soledad. El convento de religiosas franciscanas de San Antonio de Durango contaba en el año 1700 con quince religiosas con una dote de mil ducados de vellón. [Labayru: "Historia General del Señorio de Bizcaya", t. IV, p. 44; t. V, pp. 497 y 498; t. IV, p. 232; t. IV, pp. 255-256; t. IV, p. 584; t. V, p. 479; t. IV, p. 530; t. IV, p. 328; t. IV, p. 623; t. V, p. 598].