Udalak

Eibar

La industria local eibarresa debe, en gran parte, el ritmo de su progreso a la Escuela de Armería. El año 1910 existían en Eibar dos industrias fundamentalmente: el damasquinado y las armas. Merced a la Escuela de Armería evolucionaron las especialidades en trabajos de mecánica y hoy tenemos, junto al damasquinado y las armas, una variedad incontable de trabajos de fabricación eibarresa. Existen en nuestro pueblo más de 400 industrias. regidas, en su mayor parte, por ex-alumnos de la Escuela. Las industrias nacionales regidas por antiguos alumnos pasan de 600. Estadísticas de hace diez años indicaban que el 43 % de antiguos alumnos son industriales; el 24 % jefes o directores de empresa y el resto son delineantes, mecánicos... Todo esto, debido en germen principalmente a la Escuela de Armería, ha hecho que las industrias de Gipuzkoa, además de atender a las necesidades del mercado interior, exporten cantidades importantes al exterior, de todo lo cual, más de la mitad corresponde a la industria eibarresa. Esta es la mayor gloria de nuestra Escuela de Armería. Y sin embargo, esta Escuela nació en la mayor humildad. Fue el año 1912. Los industriales eibarreses secundaban la iniciativa de D. Fermín Calbetón y nacía la Obra. Su primer local fue la Escuela del Frontón Viejo. Una curiosa fotografía de aquel tiempo nos muestra la primera promoción de alumnos presididos por D. Julián Echeverría y D. Pío Zulaica. El día de San Juan del año 1914 se inauguraba el nuevo local del alto de Isasi. Era director D. Julián Echeverría, figura relevante que encarna y llena la historia de la Escuela durante los 25 años primeros de su existencia, desde el año 1913 hasta el 1938. Después, en un segundo periodo -periodo de transición- dirigen la Escuela D. Cándido Astaburuaga (1938-40), D. Jesús Aracama (1940- 42), D. Juan Urizar (1942-49), todos ellos beneméritos continuadores de una labor no exenta de grandes dificultades y junto a los cuales -como soporte y piedra angular, como auténtica eminencia gris- hay que colocar la figura meritísima de D. Esteban Bolumburu, secretario de la Escuela, que tan eficaz y decisivamente laboró para volver a resucitar la Escuela por rutas victoriosas. La tercera etapa de la Escuela de Armería registra un nombre que queda marcado en la Escuela con fisonomía indeleble: es la de su director D. José Antonio Beltrán de Heredia. En su tiempo se acometió la titánica empresa del magno proyecto de ampliación de la Escuela que iba a cuadruplicar la capacidad material del mismo e iba a ampliar con horizontes insospechados la capacidad industrial y técnica de nuestro primer centro industrial. A D. José Antonio Beltrán se debe la introducción en la Escuela de nuevos métodos de estudio y de su auténtica modernización pedagógica a tono con centros especializados del extranjero. A él se debe, finalmente, una serie larga de gestiones oficiales harto difíciles que han culminado, ahora, en una cuarta etapa, que se podría llamar la Edad de Oro de la Escuela de Armería.

Aquí, en esta última etapa áurea, un nombre absorbe la historia de la Escuela: José Ormaechea. Puesto al frente de la Escuela porque el director D. José Antonio Beltrán marcha al extranjero, a Sudamérica, con misión encomendada por el Ministerio de Educación Nacional, el Sr. Ormaechea ha acometido la fase final de la ampliación de la Escuela y su dinamismo asombroso ha conseguido en muy poco tiempo dar cima a unos proyectos iniciados hace cinco años y hoy convertidos en realidad colosal y que hacen de la Escuela un centro modelo y único en España. Todo lo cual, en auténtica justicia, le ha valido la concesión por el Ministerio de Educación Nacional de la Medalla de Alfonso el Sabio, imposición a la que se sumó personalmente el mismo Excmo. señor ministro D. Jesús Rubio el 19 de junio último. Nos permitirá ahora el lector que le ayudemos a realizar una gira por la modernizada Escuela, estudiando al mismo tiempo otros aspectos, para lo cual nos sirve de maravilla un artículo del dinámico director en funciones D. José Ormaechea, aparecido en la Revista de San Juan, artísticamente editada por Gráficas Eguren. En la planta primera o semisótano se está instalando la nueva Sala de Maestría para los alumnos de cuarto y quinto año, y será acondicionada con modernísima maquinaria, procedente de donativos de la industria y entidades, así como de concesiones del Ministerio de Educación Nacional. La segunda planta se ha habilitado para la especialidad de torno. En esta Sala pueden observarse, junto a tornos modernos concedidos por el Ministerio y donados otros por la industria, varios tornos simples que funcionan desde el año 1914; merced al esmero que se ha puesto siempre en su conservación, han sido de gran eficiencia para el aprendizaje de los alumnos; no obstante, y para prestar a la Escuela una mayor rentabilidad, estas máquinas serán sustituidas por otras modernas solicitadas al Ministerio. En la planta tercera se cursan las enseñanzas de ajuste y matricería.

En el anexo central de los edificios que componen la Escuela, funciona una magnífica Sala de Fresa, toda ella instalada con maquinaria completamente moderna, de modo que los alumnos se especializarán perfectamente. En la Sala de Dibujo se han instalado nuevas mesas, procedentes de donativos de la industria, siendo este Departamento uno de los más admirados del Centro para cuantos lo visitan. Se ha terminado la instalación del Aula Magna, con capacidad para 500 personas, en la que se celebrarán los actos académicos más importantes, así como conferencias, proyecciones, etc. Otras realizaciones han sido el frontón cubierto, gimnasio, renovación total de estanterías y mobiliario, así como apertura de cuatro nuevas aulas. Entre las instalaciones que en breve plazo se efectuarán se halla el nuevo Taller de Electricidad, para cuya instalación se cuenta con la oportuna orden de concesión por un importe de pesetas 1.190.691,20. Habilitado este taller el presente año, la Escuela formará a sus alumnos de modo que asimilen esta asignatura teórica y prácticamente, sobre todo en el aspecto práctico, a fin de que cuando salgan del Centro y pasen al desarrollo real de su aprendizaje en los talleres, sepan interpretar los distintos sistemas de conexiones, distinguiendo los distintos materiales a emplear, construyan cuadros por si mismos y efectúen las reparaciones e instalaciones precisas. Al mismo tiempo, este taller servirá de laboratorio de pruebas de ensayo de aparatos eléctricos y maquinaria de la industria comarcal. Se facilitarán en el Taller Eléctrico las enseñanzas de instalador, montador y bobinador. Otra de las realidades con que próximamente contará la Escuela de Armería será la instalación de los Laboratorios de Física y Química y una Sala de Metrología, para cuyo montaje se cuenta con la correspondiente orden de concesión por pesetas 940.161. El Centro, impelido a colocarse a la altura científica que las corrientes modernas crean constantemente, quiere actualizar su sistema pedagógico, construyendo estos espléndidos laboratorios. Los aparatos con que estarán dotados permitirán patentizar perfectamente los conocimientos teóricos, verificar las leyes y teoremas aprendidos en los libros de texto y la puesta a punto de aquellos principios que asimilados en clase hayan de evidenciarse posteriormente en las mesas de trabajo. La Junta Local de Formación Profesional Industrial tiene singular interés en que estos laboratorios estrechen los lazos de la industria con la Escuela y para lograrlo, el Centro ayudará a las Empresas en la resolución de sus problemas de análisis y ensayos, mediciones y comprobaciones, etc. La materialización de las innovaciones expuestas exigía la colaboración económica de cuantos órganos oficiales y privados se relacionan con el Centro. En este aspecto, el Ministerio de Educación Nacional ha apoyado generosamente a la Escuela durante el presente ejercicio, pues aparte las cifras anteriormente expuestas, ha concedido otras cantidades para instalación de mobiliario de Oficina Técnica, Biblioteca y otras dependencias, así como para estrados de aulas, armarios, estanterías de perfil, etc., por un total de 958.163,35 pesetas. También ha concedido otras cantidades para la línea de alta tensión, con su caseta de transformación y centro transformador al cuadro, junto con el mobiliario del Salón de Actos. Para la consecución de muchas de las magníficas máquinas con que están dotados los talleres del Centro, la Junta Local de Formación Profesional ideó la realización de una campaña de donativos dirigida a industrias y entidades, dado que esta Escuela se ha granjeado la confianza de las mismas, como institución modelo que ha provisto a dichas empresas de elementos valiosos con total eficiencia para cargos responsables. La campaña ha alcanzado un resultado altamente satisfactorio, con la consecución de tres millones de pesetas. Actualmente cursan sus estudios en la Escuela 253 alumnos diurnos y 112 nocturnos, cifra que en años venideros se verá ampliamente rebasada con las nuevas especializaciones en la rama eléctrica y puesta en marcha de las nuevas dependencias. En lo que respecta a la tarea docente realizada a lo largo del ejercicio escolar último, la Exposición que ha mostrado al público la totalidad de los trabajos ejecutados por los alumnos bajo la instrucción de sus profesores, ha constituido un exponente más de las espléndidas realidades de la Escuela durante el año actual y de la preparación de los alumnos del Centro, palpable en la labor presentada. Por cuanto antecede, vemos que ante el futuro de la Escuela de Armería se delinea un horizonte de grandeza, labrado con la conjunción de muchos esfuerzos, realizados año tras año por sus rectores. Lógicamente, los problemas no quedan orillados con lo ya hecho, pues si queremos que la Escuela prosiga en su trazado brillante, ello entraña un apoyo permanente de la industria y del pueblo. Apoyo que, no lo dudamos, Eibar prestará siempre a su Escuela de Armería. La escuela, que expide títulos en graduación de peritos industriales de electricidad y electrónica, se halla en fase de ampliaciones y mejoras.