Udalak

Eibar

Limita al norte con el término de Elgoibar del que le separa el arroyo de Zaturio u Otso-erreka y el término vizcaíno de Markina, al sur con los de Elgeta y Bergara, al este con los de Elgoibar y Soraluze, y al oeste con los términos vizcaínos de Markina, Mallabia, Ermua y Zaldibar. Atraviesa la villa la carretera general de Donostia-San Sebastián a Bilbao. La situación topográfica, que es la correspondiente a un pueblo entre montañas, ha hecho extremadamente difícil la construcción, que sin embargo, tanto en el aspecto fabril como en el de viviendas, la colocan entre las principales ciudades, no capitales de provincia, de Euskal Herria. La obra, en parte, es debida al Estado, que dio a su reconstrucción el impulso necesario para llegar a lo que es hoy: aparte, cabe destacar muy especialmente la labor municipal realizada en estrecha colaboración con la iniciativa privada, que han hecho posible que con su esfuerzo común surgiese una gran población bien urbanizada, con edificios modernos de ocho y nueve pisos (los nuevos edificios construidos en Isasi por la Inmobiliaria Municipal Eibarresa, Sociedad Anónima, tienen doce y trece pisos) que dan a la misma el aspecto de una ciudad, y además de una gran vitalidad, debido a su calidad de población industrial en continuo auge, lo que se traduce, por otro lado, en un nivel de vida económico y social. El clima es el mismo de toda la zona: muy lluvioso, con inviernos no muy fríos y veranos en los que a excepción de unos pocos días de calor fuerte, la temperatura es agradable. La localidad se halla asentada sobre terreno constituido por calizas y margas areniscosas. En su parte este y próximos al casco urbano se encuentran terrenos formados por afloraciones ofiticas. Al norte del mismo se observan terrenos de rocas calizas y margas.