El trazado urbanístico de la villa de Arguedas, se dispone de forma irregular, según parámetros propios de época medieval. Se constata la existencia histórica de este municipio, ya que cuenta con dos poblados de la Edad del Hierro y unos más tardío correspondiente a la era romana. En la actualidad, de estos asentamientos, sólo se conservan las ruinas, si bien los poblados de la Edad del Hierro se encuentran enclavados sobre la roca natural de la zona. Se han encontrado en ellos restos materiales tales como, útiles de hueso, asta y de cerámica. La aldea de época romana, era de pobre arquitectura, perteneciente a pobres campesinos indígenas de la Hispania Romana. En ella se han encontrado restos de cerámica de terra sigillata, una hebilla de bronce con cierre circular, una fíbula también en bronce y tres monedas correspondientes al emperador Tiberio. Respecto a la arquitectura civil, la villa de Arguedas cuenta con algunas edificaciones notable interés. El actual Ayuntamiento, alberga en su conjunto, dos edificios de diferente estilo y también de desigual periodo; su fachada de la derecha es una edificación del siglo XVI, con un primer cuerpo rematado en un asimétrico arco de medio punto, y un cuerpo superior de mayor envergadura, donde el elemento más característico es la cornisa de bolas que lo remata. La fachada de la zona izquierda, es una construcción propia del siglo XVIII, con un solo cuerpo en el que sobre un pequeño dintel, se alzan en ladrillo dos soles, que cuentan en su interior con sendos florones barrocos como elementos decorativos. La fachada principal se orienta hacia a la Plaza de los Fueros; de tres cuerpos, el inferior corresponde con un pórtico de cinco arcos de medio punto, sobre los que se alza el cuerpo central con cinco vanos adintelados de menor tamaño, rematados en su parte central con un pequeño balcón corrido que tiene como elementos decorativos dos escudos de Arguedas. El edificio se culmina con una decena de ventanas, dispuestas sobre arcos rebajados sobre pilastras. En la Carretera Real de Arguedas, existen otras nobles edificaciones que alberga dos palacios del siglo XVIII, en su seno. Se localizan en los números 42, 45 y 50 de dicha carretera y su aspecto exterior, presenta sendos edificios de dos cuerpos de ladrillo. Destaca el piso superior de las mismas, que cuenta con balcones y escudo propio del siglo XVIII. En esta misma Carretera Real, sobresale otra construcción barroca de la primera mitad del siglo XVIII, decorada con un escudo de la misma época correspondiente a los Hermoso de Mendoza. Arguedas posee también las ruinas de un castillo de época medieval. Se sitúa en torno al siglo XIV y su ubicación aprovecha el relieve natural de la zona, al estar construido sobre una peña en la parte posterior de la Iglesia de San Esteban. En la actualidad, todavía se aprecia parte de los muros. La arquitectura religiosa sobresale con varias edificaciones tales como la Parroquia de San Esteban y dos basílicas; la de Nuestra Señora del Yugo y la de San Miguel. La Parroquia de San Esteban, se sitúa cronológicamente en la segunda mitad del siglo XVI dentro del renacimiento español de estilo Reyes Católicos. La parroquia de una sola nave, cuenta con una cabecera en forma de pentágono y mantiene sus bóvedas en forma de estrella con una serie de nervios mixtilíneos. Destacan la decoración de algunas ménsulas sobre las que se apoyan los citados nervios, ya que están realizadas en yeso, con una serie de relieves con temas antropomorfos de época plateresca. El aspecto exterior del templo, presente un conjunto de formas austeras. La parte inferior y más antigua correspondiente a la base, está realizada en basamento de piedra, mientras que el resto de la edificación se construye en ladrillo. Con un estilo similar al de las Iglesias de la Ribera del Ebro, el de la Parroquia de San Esteban, presenta una simetría de ventanas abocinadas que son rematadas alrededor de todo el perímetro del conjunto, con una galería de arquillos dobles. Como elementos ornamentales internos destaca San Esteban, por la diversidad de retablos que aloja. En el Lado del Evangelio a la altura del brazo del crucero, se halla un retablo de estilo prechurrigueresco dedicado a la virgen de la Inmaculada, de finales del siglo XVII. Hacia el testero del crucero se sitúa otro retablo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII, centrado en la imagen del Sagrado Corazón. Contemporáneo al anterior, se ubica el retablo Mayor. De similar estilo y dedicado a San Esteban, cuenta con un doble banco de orden gigante, decorado con ménsulas realzadas y placas de rocalla. En el lado de la Epístola se encuentra otro retablo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII, dedicado a la figura de Cristo Crucificado. A la altura de la sacristía se ubica un retablo de pequeñas dimensiones de estilo manierista de inicios del siglo XVII, decorado con una serie de pinturas de estilo rafaelesco de la Virgen con el Niño y de los padres de la Iglesia. En la sacristía se guarda una importante colección de orfebrería religiosa; destacan un cáliz de oro de la segunda mitad del siglo XVI y otro de plata, correspondiente a la segunda mitad del siglo XVII. Dentro del término municipal de Arguedas se halla la Basílica de Nuestra Señora del Yugo. Dicha edificación fue erigida por el arquitecto alavés Pedro de Arrese, en los comienzos del siglo XVII. La basílica cuenta con un estilo gótico-renacentista en nave de triple tramo, sobre la que se alza la cubierta en forma de bóvedas estrelladas. En época posterior, a finales del siglo XVII, Pedro de Aguirre, construye lo que será el crucero con bóveda de medio cañón, con los lunetos y pechinas. Sobre éstas, se levantará lo que hoy es la cúpula de carácter elíptico. En su interior, en el Lado del Evangelio, la basílica está decorada por un lienzo barroco dedicado a Santa Eufemia. De la misma época es el retablo de la Virgen del Yugo, con un solo cuerpo y tres calles con columnas de estilo salomónico. Hacia el lado de la Epístola se sitúa otro barroco de reducidas dimensiones, dedicado a la figura de San Roque. El exterior de la edificación es de austero resultado, con una parte inferior más antigua de sillar, y con robustos contrafuertes en la zona que corresponde a los muros laterales. La fachada principal no tiene uniformidad de estilos, diferenciándose la parte inferior de piedra y estilo tardorrenacentista, de la superior ya barroca. Otra de las basílicas ubicadas en la localidad de Arguedas, es la de San Miguel. De estilo renacentista, cuenta con una sola nave, que concluye en la cabecera en forma de pentágono. El ábside está cubierto con una bóveda estrellada. En la actualidad, la basílica ha sufrido una moderna restauración, cubriéndose el resto del recinto con una bóveda de medio cañón. Como elementos decorativos internos, destacan el retablo de San Francisco Javier del siglo XVII y el retablo Mayor de estilo prechurrigueresco, fechado en la segunda mitad del siglo XVII, con alteraciones barrocas posteriores.