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CINEMATOGRAFÍA

Producción cinematográfica. El Cine, en cuya realización intervienen gran número de personas en diversos y muy variados cometidos, con fuertes inversiones económicas, exije, como base, una organización industrial bien cimentada, en la que, muchas veces, por desgracia, prevalecen las leyes económicas sobre las temáticas, expresivas o estéticas. En algunos países, sobre todo en algunos momentos de su historia moderna, la producción cinematográfica ha llegado a ser una de sus primeras y más pingües fuentes de ingresos. Puede asegurarse, en cambio, que a la industria vasca, tan abierta a otras fuentes de economía, no le ha interesado en exceso el aspecto pecuniario del cine en su producción, cuando tanto le ha interesado, en contrapartida, su distribución y explotación como espectáculo popular. Es cierto que, desde los primeros tiempos, hubo tímidos intentos de hacer películas en nuestro país. En todas las capitales se rodó, con mayor o menor fortuna, alguna película. Pero los intereses que movieron dichas empresas o no eran, mayormente, económicos o naufragaron ante la impericia de audaces novatadas. Posteriormente, la industria cinematográfica se ha concentrado en las grandes capitales como París, Barcelona o Madrid. Con todo, aun ahora -1974- existen empresas productoras radicadas en nuestro país o nacidas en ella. Baste citar los nombres de "Frontera Films", "Uranzu Films", "Izaro Films", "Navarra Films, o las recientes "Producciones Cinematográficas Amboto", iniciadas con la extraordinaria película de Pedro Olea La Casa sin fronteras. Mucho más importante es la aportación de los vascos en los cuadros directivos de las empresas productoras del cine español o francés. En este último, precisamente, puede destacarse la aportación de la familia Harispuru. Edouard, nacido en París, y sus hijos François, Bernard y Michel, nacidos en París, han llenado una vasta etapa del cine francés desde hasta bien entrados los años 60. En esta larga tarea han colaborado con directores como Max Ophuls ("Le Plaisir", 1952), Sacha Guitry ("Le destin fabuleux de Desiré Clary", 1941), Mare Allegret ("Un domingo maravilloso", 1958) y R. Dhery ("La bella americana", 1961), junto a éxitos populares como "El sueño de Andalucía" y "La bella de Cádiz" -en coproducción con España, donde colaboraron con otros vascos, como el actor Luis Mariano, de mano del escritor Jesús M. de Arozamena y con música de Francis López-. Hay un nombre que se ha hecho famoso al otro lado del Atlántico. El navarro Miguel Machinandiarena, famoso financiero en Buenos Aires, que desde su importante puesto bancario pasó a la industria cinematográfica de aquel país y, con conexiones hasta en Hollywood, ha llegado a uno de los puestos clave de la "Asociación de Productores de Películas" de la república sudamericana, a través de los "Estudios San Miguel" -¿de Aralar tal vez?- que él fundó. Pasando por alto dos oriundos, como el madrileño Miguel de Echarri y el valenciano José A. Ezcurra, evocaremos el recuerdo del irunés Francisco Ariza, que, en 1942, fundó la importante productora barcelonesa "Emisora Films" que, entre los años 40 y 50, realizó una amplia serie de films que, sin ser excepcionales, tuvieron un marchamo constante de cierta dignidad. También debemos un recuerdo a hombres como Miguel Mezquíriz, Angel Martínez Olcoz y Gerardo Mendiburu. Pero el productor vasco más famoso de todos los tiempos es, sin duda alguna, el hernaniarra Elías Querejeta. Su actividad cinematográfica -es, tal vez, el productor más importante del cine español en la actualidad- ha merecido el refrendo internacional del premio especial a la mejor labor productora en uno de los festivales cinematográficos de Venecia. Los directores más inteligentes y comprometidos de la nueva generación del cine español han realizado, gracias a él, sus mejores películas. Casi todas las películas de Carlos Saura son buen exponente de ello. Mantiene, en la actualidad, una importante política de co-producción con el cine de la Alemania Federal. Últimamente -fines de 1972- se anunció la fundación, por el realizador donostiarra Javier Aguirre, de una productora cinematográfica vasca, que proyecta realizar principalmente películas de terror.