Lexikoa

CICLISMO

La época de oro. En lo que pudiéramos llamar la primera etapa del ciclismo, las gestas más importantes las consiguieron Ricardo y Luciano Montero, que corrían con el Real Unión de Irún. Aquél intervino en el Mundial de 1932. Entonces al mayor de los Montero se le llamaba «Ricardo Corazón de León» por su arrojo y valentía. Trabajaba de albañil en Bayona y en este Mundial a que se hace referencia obtuvo el cuarto puesto, compitiendo con los Guerra, Binda, etc. Luciano, por su parte, en 1935, logró el segundo puesto detrás del belga Aerts, subtítulo mundial éste que únicamente lo volvía a conquistar, treinta años más tarde, el oyarzuarra José Manuel Lasa, en la categoría de aficionados, además de lograr también el segundo puesto con la contra el reloj por equipos al lado de Perurena, López-Rodríguez y Díaz en aquellos recordados Mundiales de San Sebastián de 1965. Luciano era un gran especialista contra el reloj y fue el primero en salir al extranjero a competir en el Gran Premio de las Naciones, prueba de gran resonancia que todavía se disputa y en la que Montero se clasificó en tercera posición en los años 1934-1935 y 1936, coincidiendo con las tres victorias del italiano Magne. Constituyeron estas actuaciones lo mejor del ciclismo vasco en esta primera etapa. Luego empezarían a acudir nuestros corredores -ya enrolados en el equipo nacional -al Tour, en 1930, formando parte, entre otros, los Cepeda- que moriría en el Galibier en 1935- Ezquerra, Dermit, etc., naciendo nuevas carreras como la Bicicleta Eibarresa, Subida a Aránzazu... Esta última escalada adquirió mucha fama gracias al alcalde de Oñate, Reyes Corcóstegui. Un gran especialista de la prueba era Claudio Leturiaga, ganador en 1936 con un tiempo de 26' 05" 3/5. Llegó a tener el récord sobre la distancia de 9.300 m., pero la mejor marca la hizo José Gándara sobre 9.500 metros, en 23' 12", igualando este «crono» Félix Vidaurreta en 1948.