Zerbitzuak

CAJA DE AHORROS Y MONTE DE PIEDAD MUNICIPAL DE PAMPLONA (1872-1999)

El ahorro hasta 1940.

A diferencia de las otras Cajas Vasco Navarras, y pese al respaldo municipal, su crecimiento fue muy lento y se movió en una cifras de ahorro muy modestas.

AñoSaldo *
1907
1910
1920
1927
1934
1936
1940
1.711.414
1.844.616
3.564.391
6.191.091
6.760.865
9.790.267
12.992.983

* en pesetas

Sus clientes iniciales (criados, comerciantes, empleados, campesinos...) tampoco fueron muy numerosos. En 1907 tenía 2.522 impositores, veinte años más tarde no había conseguido triplicarlos y eran 5.358. La puesta en marcha por la Diputación de la Caja de Ahorros Navarra (1921) limitaría las expectativas de crecimiento de la Municipal.

Pese al movimiento lento y menguado de sus operaciones, el apoyo a su institución fundadora, el Ayuntamiento, fue notable. En 1900 éste adeudaba a la Caja 927.000 pesetas. En 1927 tenía la mayor parte de su activo invertido en operaciones relacionadas con la ciudad de Pamplona: obligaciones municipales (2.635.845 pesetas); préstamo para el Ensanche de Pamplona (1.506.237,25); y préstamo a un particular para la construcción de casas baratas (2.121.695,50).

En 1929 se achacaba la atonía de la Caja al modo de dirigir la institución de un anciano director, ya fallecido, que no había sabido impulsar su desarrollo, augurándose un mayor crecimiento a partir de ese momento (Ceballos, 1929: p. 10), con el cambio producido en su Reglamento y Estatutos (1927), que permitirían nuevas iniciativas de captación del ahorro. El director que iniciaría esa nueva etapa fue Ataulfo Urmeneta y Cidrián, aunque la entidad siguió un ritmo de crecimiento lento durante los años treinta que, paradójicamente, vio incrementar sus saldos durante la guerra civil, quizá por la paralización de los negocios, que no permitía inversiones más rentables, o por la necesidad que tenían las gentes de ahorrar por si la situación empeoraba. En cualquiera de los casos hay que destacar la confianza que en tiempos difíciles mantenían los clientes hacia esta institución de ahorro.

Durante esos años podemos afirmar que la gran obra social de la Caja fue el Municipio. Con sus préstamos a bajo interés se procedió a la pavimentación del Ensanche y de otras calles de la ciudad, se mejoraron los caminos vecinales, se iniciaron obras de saneamiento, higiene y sanidad, alumbrado público, financiación de líneas férreas, lavaderos públicos, construcción de grupos escolares, etc.. Los desempeños gratuitos del Monte de Piedad, más las pequeñas limosnas y subvenciones a instituciones benéficas y los premios al ahorro se centraban en una labor netamente benéfica.