Toponimoak

Estados Unidos de América. Idaho

La comunidad de Boise hoy disfruta de los beneficios de una ikastola, como resultado del persistente trabajo de varias personas. Nere Lete es una de estas personas. Nere aún recuerda como niña sus primeros años de ikastola en el País Vasco:

"entonces la ikastola podría estar localizada en una iglesia, un garaje, alrededor de una mesa de cocina o incluso en el sótano de una casa".

La educación en euskera estaba entonces promulgada y pagada exclusivamente de forma privada sin ninguna ayuda monetaria del gobierno español. Es por esta razón que las familias vascas se veían obligadas a hacer todo lo posible y cualquier cosa por educar a sus hijos en su idioma nativo. La gente todavía tenía muy reciente en la memoria los castigos y humillación que los niños recibían en las escuelas por comunicarse en euskera, en vez del exigido español. Los niños que atienden la ikastola de Boise de hoy, nunca imaginarían semejantes castigos. Cantan y aprenden en euskera alegremente y gritan con orgullo Ni euskalduna naiz. La persistencia de Nere Lete en promulgar el euskera viajó con ella a los Estados Unidos como estudiante y la poseé aún hoy como madre. En 1990, Nere y su marido Chris Bieter, empezaron a hablar seriamente con padres de niños jovencitos acerca del sueño de crear una escuela completamente en euskera, con el principal propósito de aprender euskera.

Al principio, esperaban usar el Centro Vasco Euzkaldunak mientras otros estudiaban la posibilidad de crear esta ikastola en edificios cerca del Centro Vasco, como el Museo y Centro Cultural Vasco. Desafortunadamente, estos edificios carecían de las suficientes normativas obligatorias de seguridad, sanidad y preparación alimenticia, necesarias para establecer una escuela. Con ayuda de una subvención del Gobierno Vasco, y trabajando con los departamentos de Educación de los Gobiernos de Idaho y del mismo Gobierno Vasco, Chris Bieter y su esposa Nere Lete, Janice Mainvil Kaltenecker, James Sangroniz y su esposa Cathy Doherty y Toni Ansotegui empezaron de nuevo a ponerse en contacto con padres de niños jóvenes que pudieran estar interesados en matricular a sus hijos e hijas en este experimento.

Estos individuos y otros como Dan Ansotegui y su esposa Chrissy Ralston Ansotegui, Tom Zabala y el padre de Nere, José Mari Lete, invirtieron, cada uno en su propio papel, largas y arduas horas de trabajo e investigación para hacer posible el proyecto "ikastola". En un local alquilado de la Iglesia de Saint Paul, muy cerca de la Universidad de Boise State, la ikastola de Boise fue al fin inaugurada y oficialmente abierta con una ceremonia oficiada por el alcalde de Boise, Brett Coles, el 5 de Octubre de 1998. Nueve jovencitos serían los primeros estudiantes de esta primera ikastola en Boise, tan lejos del País Vasco. Muchos padres, madres, abuelos y abuelas se vieron forzados a contener lágrimas de orgullo ante semejante acontecimiento. La ikastola inmediatamente formó un comité ejecutivo para poder ser debidamente representada del cual Jeanne Alzola sirvió como primer presidente provisional. En Diciembre de 1998, Elena Marcuerquiaga Cook fué elegida como primera Directora de la nueva ikastola. La ikastola está considerada técnicamente como parte del Centro Cultural y Museo Vasco, de esta forma calificándose para recibir futuras subvenciones del Gobierno de Idaho y el Gobierno Vasco. Para el año 2000, la ikastola tenía dieciseis estudiantes matriculados, y en 2002 tenían 25 estudiantes.

Hasta la fecha, las tres profesoras que han trabajado en la ikastola, elegidas por la Universidad del País Vasco y financiadas por el Gobierno Vasco, han sido, en orden: Itziar Apaolaza, Izarne Garmendia y Nere Inda. La ikastola contiene los materiales más modernos de enseñanza como programas de ordenador, libros, videos, casetes y materiales de arte y manualidades. Incluso también ahora, los niños tienen acceso al Internet y comunicación con otras ikastolas en el País Vasco.

La sociedad Euzkaldunak también anima a sus miembros para que matriculen a sus hijos en la ikastola. El Centro Vasco continúa apoyando los programas de la ikastola por mediación de publicidad en su boletín de noticias mensual y el uso de sus instalaciones para cenas, programas especiales, campañas de recaudación de fondos y otras ocasiones. Elena Marcuerquiaga-Cook dice

"el éxito de la escuela depende de la generosidad del Gobierno Vasco, el cuerpo de voluntarios, paciencia, participación de los padres, la sociedad Euzkaldunak, Patty Miller y el comité ejecutivo del Centro Cultural y Museo Vasco y otros individuos que han donado, de manera muy generosa, su tiempo y hasta sus propios hogares".

Algunas de las profesoras fueron ofrecidas residencia en casas particulares.

Un típico día en la ikastola empieza a las 7:30 de la mañana con tiempo libre para jugar. A las 8:30 comienzan las clases. Hay instrucción en grupo y también individualizada, incluyendo proyectos de arte, alfabeto, escritura, números y aritmética, reconocimiento de objetos, música, baile y cuentos. Después de un corto descanso, los estudiantes vuelven al aula para recibir más instrucción. La comida se sirve a las 11:30 y a continuación los estudiantes pueden dormir un poco o jugar hasta la 3:00 de la tarde, hora que los padres llegan para recogerles. El día transcurre con estudiantes y profesores comunicándose completamente en euskera, incluyendo las excursiones que a veces hacen fuera de la escuela. Los estudiantes se comunican entre ellos combinando euskera e inglés, comprendiendo los dos idiomas.

Una vez de concluir el curso en la ikastola, estudiantes continúan en escuelas de párvulos en inglés. Una de estas escuelas, Saint Joseph, donde algunos de estos jovencitos fueron después de atender a la ikastola, demostraron estar a niveles más altos de lo normal en cuanto a vocabulario, comprensión y destreza en el idioma inglés, aunque habían estudiado en euskera. Esto demuestra que los niños, a edades tan jóvenes, pueden aprender un segundo idioma con mucha más facilidad que los adultos. Aunque no existen planes de aumentar el tamaño y capacidad de la ikastola en un próximo futuro, probablemente se deba de trasladar a otro edificio, dado el aumento de matriculación. La ikastola, en cooperación con el Gobierno Vasco, está ahora pensando llevar a cabo un programa en el que se mandarían profesores al País Vasco. Una vez allí, estos perfeccionarían el euskera así como métodos de enseñanza para luego volver a Boise a enseñar en la ikastola. Esto lo cumplieron en 2002 con Geneva Ayarra de Boise.

Varios de los participantes de la ikastola de Boise han viajado al País Vasco acompañados de familiares, visitando ikastolas allí. Los niños se encontraron muy cómodos en estas, entendiendo perfectamente el euskera usado por aquellos niños y profesores; otra prueba del éxito de la ikastola de Boise. La escuela tiene también una "ikastola hermana" en la ciudad de Errenteria, Gipuzkoa y también se comunica con ikastolas en San Sebastián y Irura, Gipuzkoa. Los niños a menudo se intercambian arte, fotografías y videos. La escuela de Boise también participa en el "Día de la Ikastola", conocido como "Kilometroak" en el País Vasco. Conmemorando el primer aniversario de la ikastola de Boise, y como parte de celebraciones de Kilometroak, representantes de la escuela participaron en video vivo, via satélite, en una conferencia de prensa internacional.

En 2000, los payasos del popular programa de televisión vasca, "Takolo, Pirritx eta Porrotx" viajaron a Boise para entretener a los niños de la ikastola, sus padres y familiares y comunidad vasca en general. La celebración del Kilometroak 2001 fué desafortunadamente anulada en Boise, debido a la tragedia del 11 de Septiembre en New York. Washington, D.C. y Pennsylvania. En el año 2002, el grupo de marionetas "Txotxongilo", procedente del País Vasco, visitaría Boise. Miembros voluntarios de la Ikastola participan en las festividades de San Ignacio patrocinando juegos para los niños. El mismo grupo también organiza cenas, barbacoas y otras reuniones sociales a través del año. Elena Marcuerquiega-Cook continua fijando fechas para actuaciones con y para niños a lo largo del verano. En 1991, durante una entrevista, Joe Eiguren verbalizó claramente la opinión de mucha gente diciendo:

"Si podemos gastar millones de dólares para salvar animales en peligro de extinción, también así deberíamos salvar un idioma. Es la reliquia más preciosa y de más valor que tenemos porque todavía está viva".