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ABANTO Y CIÉRVANA-ABANTO ZIERBENA

Dominado de forma abrumadora por su pasado minero e industrial, tanto el patrimonio como el urbanismo de este municipio gira en torno a estos conceptos, hoy en día superados, pero que han dejado una huella imborrable en su paisaje. Su tradición industrial ha contribuido a crear nuevos elementos valiosos desde el punto de vista patrimonial, pero a su vez ha hecho que algunos que en su momentos pudieron considerarse como tales hallan desaparecido bajo la dictadura de la productividad y la practicidad. Pero si hay algo que define al urbanismo de Abanto-Zierbena es su compendio de pequeños barrios incluidos dentro un territorio común que comparte mar y montaña a partes iguales.

El primer elemento a destacar dentro de la arquitectura religiosa es el templo de San Pedro de Abanto, en ruinas desde 1932, año en el que sufrió un incendio que lo inhabilitó para funciones eclesiásticas. Tiene su origen en la iglesia que en el siglo XIII y bajo el nombre de San Pedro de Abanto de Yuso fue fundada como filial de la parroquia de Muskiz, pero actualmente no quedan restos visibles de aquel edificio. Sí quedan, en cambio, los restos de una fábrica del siglo XVII, clasicista, que parece ser, fue destruida durante la Segunda Guerra Carlista y reedificada de nuevo. Básicamente es un edificio que alterna mampostería para el interior y sillería al exterior, cubierta a doble vertiente, cabecera recta y nave única, la cual únicamente se ve flanqueada por tres arcos perpiaños, para soportar la cubierta de madera ya desaparecida, que la dividen y articulan en cuatro tramos. Al sur presenta más cantidad de vanos y tiene dos ingresos, ambos enfrentados, cercanos a los pies y muy clásicos, estando el acceso principal en el lado epistolar, en arco de medio punto bajo arquitrabe y tímpano liso, con dos pequeños tondos en las enjutas del arco. Los dos accesos están enmarcados entre dos estribos de pequeño tamaño y parece que el del lado norte pudo tener una pequeña cubierta, como lo indican las ménsulas que hay sobre él. El resto de vanos alternan entre el dintel y el ojo de buey. A los pies presenta torre-campanario de planta cuadrada y dos cuerpos, el segundo marcado por línea de imposta, sobresale de la altura del edificio y posee dos arcos de medio punto en cada uno de sus cuatro lados. También tiene una sacristía adosada al lado sur, con acceso por el interior de la iglesia. Toda ella es muy sobria y no presenta ningún tipo de decoración salvo molduras en cornisas y vanos y algún pequeño detalle apenas destacable.

La Iglesia de Santa Juliana de Abanto es el origen del concejo de Abanto y al igual que la de San Pedro tiene su nacimiento en el siglo XIII (hacia 1260, veinte años después de la primera). En el siglo XIX, volverán a coincidir sus destinos, ya que en las guerras carlistas también fue destruida. Es un edificio de una sola nave, planta rectangular, mampuesto a excepción de esquineros y vanos, cubierta de madera y a doble vertiente. Posee un acceso tapiado en el muro norte, hacia su mitad, de arco apuntado del siglo XV. Tiene pórtico sobre pies derechos de madera y espadaña en el lado oeste con dos vanos de medio punto albergando campanas y cruz de piedra en su cima. Destaca su orientación, inversa al común denominador de los templos cristianos, ya que tiene la cabecera al oeste y los pies orientados al este. En su interior una pila bautismal de piedra y un retablo neoclásico que alberga a San Juliana, el Arcángel San Gabriel y una Inmaculada es todo su arte mueble.

En el barrio de Las Carreras (véase) se encuentra San Pedro de Las Carreras, templo construido en la década de los cuarenta del siglo XX tras el incendio de la situada en Yuso y como nueva parroquia para el municipio, mucho más accesible que la antigua. San Román de Zierbena, en el barrio de La Cuesta (véase), tiene su primera documentación en el año 1212, aunque esta parroquia debía existir años antes y el actual templo es obra de finales del siglo XIX. La Iglesia de Nuestra Señora del Puerto, en Zierbena, es de nueva construcción (1955) y como el resto de templos del municipio responde a un asentamiento religioso anterior. En este caso una ermita con esa advocación existió cerca del actual enclave. Es un pequeño edificio de una sola nave, tejado a doble vertiente, pórtico y espadaña (lo más destacable del conjunto). Ésta es un elemento singular con molduras a lo largo de su contorno rematadas en volutas y arco de medio punto con línea de imposta. La remata una cruz de piedra sobre pedestal. Presenta vanos de medio punto a lo largo de la nave, toda ella está enlucida en blanco y tiene una inscripción en el pórtico. En su interior hay una Ascensión que podría ser barroca. Otra iglesia actual y que tiene la misma advocación que una ermita anterior (documentada en 1670) es la de Santa Lucia, en el barrio de Sanfuentes (véase).

Las ermitas que aún conservan restos son siete: la de San José, en Putxeta (véase), la de San Miguel, en Cotarro, fruto de una reconstrucción inacabada tras la Guerra Civil y actualmente en ruinas, Nuestra Señora de las Nieves, en el barrio de Las Calizas (véase), rectangular, a doble vertiente y mampostería, la de San Roque, en La Cuesta (véase), de similares características a la anterior, San Juan en Cardedo (véase), Nuestra Señora del Puerto, en Zierbena, actualmente dedicada a vivienda, una reconstrucción de los años cincuenta de la antigua ermita, y la de San Ignacio en La Arena (véase) la mejor conservada.

Tres son los cementerios actuales de Abanto-Zierbena, todos ellos diseñados en el primer cuarto del siglo XIX: Santa Juliana, en Gallarta (véase), San Román y San Pedro de Abanto, Este último es de estilo neoclásico en su portada y neorrománico en su capilla. El acceso, muy clásico es en arco de medio punto con línea de imposta lisa, bajo frontón, al cual enmarcan dos pilastras estriadas con capitel corintio y su clave decorada sobresale. El arquitrabe es moldurado, tiene inscripción en el tímpano, decoración vegetal en las enjutas del arco y se remata con acroteras y cruz de metal. La capilla mucho más sobria, está enlucida y sólo presenta tres arquillos ciegos sobre su acceso de medio punto y sillería vista en el recerco del ingreso y las esquinas, como elementos destacables. Por último San Román, también fruto de una remodelación de finales del XIX, a perdido sus elementos artísticos de valor.

En arquitectura culta destacar la llamada Torre del Barco en el barrio de Sanfuentes (véase), palacete barroco del siglo XVII, el Caserío San Lorenzo, en la barriada del mismo nombre, alternando mampuesto y sillería, tiene dos accesos en su fachada principal y un vano en arco escarzano, se le podría tratar de renacentista, y Casa de La Cuesta, en La Cuesta (véase), con inscripción que la fecha en 1803. El Hogar del Jubilado, un amplio caserón neoclásico, Villa Matiena, Casa Urioste y Villa Casuso, todos en Las Carreras (véase), completan esta categoría.

Poco queda de la arquitectura militar, en su mayor parte ruinas de escaso interés artístico y sin una definición clara de su pasado. Citar únicamente los restos que existen en Abanto de una posible casa-torre de mampostería, a cuatro vertientes y volumen cúbico, con blasón de la familia Salazar-Muñatones datada entre los siglos XV al XVI; en Putxeta una estructura cuadrada con muralla, sin identificar; en Cardedo (véase), la denominada Torre Quintana y entre La Arena y Cardedo otros restos que poseen dos vanos apuntados y dos saeteras.

La casa popular no tiene en este municipio gran importancia y sigue básicamente las estructuras típicas del caserío encartado, con planta alargada, espolones en la fachada principal, balcón corrido en el último piso y mirabustán en el tejado. Es una tipología típica de los siglos XVIII y XIX y los más representativos son: Sanfuentes, números 8 y 12, La Cuesta, números 24 y 55 y el Caserío Rodríguez (este sin balcón corrido ni espolones). El Caserío Las Cortes es una excepción, con elementos de casa-torre y sus características lo podrían situar en el siglo XVI. Es un edificio cúbico, con tejado a cuatro aguas, acceso en arco de medio punto descentralizado y escasez de vanos.

De la actividad preindustrial existen dos molinos, la Aceña de Fresnedo (tipo de molino definido por el giro de sus ruedas) y Errotene. El primero está documentado ya en el siglo XIII y actualmente sepultadas parte de sus piezas. También la Tejera de la Barga y un calero en sus proximidades.

El auge de la industrialización ha dejado vestigios de sus infraestructuras, que valen como ejemplo de la importancia fabril del municipio: los restos de los ferrocarriles mineros, el lavadero de mineral de Mina Rubia, el horno de calcinación de Mina José, el Matadero, en Gallarta (véase) y el Hospital de Triano (véase), las viviendas obreras y escuelas de las diferentes barriadas, etc.

  • Barrio Loza, J. A.(dir.): Bizkaia: Arqueología, urbanismo y arquitectura histórica. Vol. III. Bilbao y su entorno. Las Encartaciones, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1989.
  • Cajigas Panera, S.: Monografías de pueblos de Bizkaia. Abanto y Zierbena. Estudio histórico-artístico, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1997, 239 pp.
  • Ibarra y Berge, J.: Catalogo de Monumentos de Vizcaya, Bilbao, Junta de Cultura Vasca, 1958, 2 v.
  • Romero Onaindia, J. A.: Abanto y Zierbena. Referencia histórica, Abanto y Zierbena, Ayuntamiento de Abanto y Zierbena, 1995, 389 pp.

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