Udalak

ARRASATE/MONDRAGÓN

En 1912 se constituyó un Sindicato Católico Profesional en Mondragón, al calor de las luchas sociales que se desarrollaron en la Unión Cerrajera, durante estos años de 1912 a 1916. Para entonces los socialistas tenían su Sindicato Metalúrgico, y para impedir que en las negociaciones llevaran ellos la representación de todos los obreros, que en su mayoría no eran socialistas, se fundó el dicho Sindicato Católico. Sostuvo dos grandes huelgas. Al frente de este movimiento se encontró el sacerdote eibarrés Policarpo de Larrañaga. Continuó viviendo, pero ya no con el espíritu anterior, sino que decayó en espíritu sindical, y sólo sirvió para guarecerse en él los obreros carlistas, como había ocurrido en Eibar y Placencia. Al fundarse las Agrupaciones de Solidaridad, todos los obreros nacionalistas y aun los que no eran muy adictos al carlismo, abandonaron estos Sindicatos Católicos, y se fueron con los solidarios. En 1920 se crea la agrupación de Mondragón de ELA-STV de esta villa con elementos procedentes, en su mayoría, del Sindicato Católico. El Grupo Cooperativo. En 1956 cinco jóvenes procedentes de la Escuela Profesional de Mondragón establecieron la primera unidad productora del actual Grupo Cooperativo: ULGOR. En sus comienzos se dedicó a la fabricación de estufas y cocinas de petróleo. En terrenos de San Andrés se colocó la primera piedra de esta cooperativa pionera. Era el 14 de abril de 1956. Esto declaraba el artículo primero del reglamento de régimen interior de Ulgor. "Se resalta el propósito de los componentes de la misma de que el trabajo humano disfrute de las prerrogativas inherentes a su dignidad mediante la supeditación estructural de los demás elementos necesarios en todo proceso productivo". Se indicaba que "la nueva empresa tomaba el carácter de sociedad cooperativa como la más adecuada a los propósitos de sus promotores", entre las formas jurídicas empresariales previstas por la legislación española. Ulgor no fue una primera experiencia cooperativista en solitario. A lo largo del decenio de los cincuenta brotaron nuevas empresas en la zona: Funcor, Arrasate, Cooperativa de Consumo San José, entre otras. Todas surgían con semejantes limitaciones organizativas y operativas: carencia de medios financieros para impulsar el progreso anhelado, carencia de seguridad social, al tener los socios de las cooperativas la condición de trabajadores por cuenta propia. También era primordial la falta de una coordinación entre las cooperativas con el fin de procurarse una asistencia técnica y económica adecuadas. Eran empresas de modesta dimensión y recursos. Estas cooperativas nacientes precisaban crear un entorno propio que permitiera su supervivencia y expansión en un medio hostil en principio a las mismas". Las cuatro cooperativas pioneras del cooperativismo de nuevo cuño fueron conscientes de las limitaciones a que se enfrentaban. En 1959 determinaron crear la Caja Laboral Popular como sociedad cooperativa de crédito. Se abría así una nueva etapa en el cooperativismo vasco. Comenzaba un proceso asociativo en torno a Caja Laboral que iría configurando el actual Grupo Cooperativo Asociado. En 1984 Caja Laboral Popular cumplió 25 años. Partiendo de unos orígenes muy modestos, esta entidad posee unos recursos totales cercanos a los 150.000 millones de pesetas y constituye el eje de un Grupo Cooperativo que da empleo aproximadamente a 19.000 personas y cuyas ventas de 1984 superaron los 130.000 millones de pesetas. La primera razón o factor que explica su desarrollo reside en la organización interna de las cooperativas que constituyen el Grupo. En estas cooperativas se lleva a cabo una reinversión sistemática de los excedentes anuales, que pasan a engrosar en su gran mayoría los recursos propios de cada cooperativa, bien en forma de capital o de reservas de carácter irrepartible. Ello explica que el nivel de recursos propios del Grupo supere en la actualidad los 60.000 millones de pesetas. La segunda razón, que constituye quizá el elemento más original de las cooperativas vascas, reside en la aplicación sistemática del principio de federación o intercooperación, creando entidades comunes que suministran a las cooperativas de base determinados servicios en condiciones ventajosas en relación al mercado. Además de Caja Laboral Popular, en el ámbito financiero y promotor, el Grupo Cooperativo cuenta con otras entidades de cobertura en campos como la seguridad social (Lagun-Aro), investigación tecnológica (Ikerlan), educación (Hezibide Elkartea), etc. Suponen unas ventajas en relación a las pequeñas y medianas empresas no cooperativas. [J. Areso: Cooperativas de Mondragón, D. V., 27-XI-84]. Balneario de Santa Agueda. Manantiales sulfurosos, sitos en la anteiglesia de Guesalibar, brotan en el seno del monte Murugain -junto a la iglesia de Santa Agueda-, cuyo nombre toma. Son aguas conocidas desde el siglo XV y elogiadas por Garibay, muy apreciadas en los siglos XVII y XVIII; fueron en un principio explotadas por las seroras de la iglesia fundándose el balneario en la primera parte del siglo XIX, renovado en 1870, usado como hospital carlista entre 1873 y 1875, puesto de moda por la corte de Isabel II y famoso por haber sido asesinado el 8 de agosto de 1897 en Santa Agueda el entonces presidente del Consejo, Antonio Cánovas del Castillo. Desde 1898 es asilo para enfermos mentales, siendo en 1984 los enfermos asistidos, 650. De sus tres principales fuentes, la sulfídrica "del Jardín", brota a 17,5° de temperatura con un caudal de 29,2 litros/minuto; la denominada "del Cura", a 14° y 3,3 litros/minuto, y la de "Los Baños" a 13,5° y en caudal de 28,2 litros. [Ref.Urquía Echave, J. M.: Historia de los Balnearios guipuzcoanos, Bilbao, 1985]. Residencia de ancianos "Iturbide", abierta en 1984 con una capacidad de más de 80 plazas. Sala de exposiciones de la CAP de Guipúzcoa. En 1862 hay, según recoge Gorosábel, un hospital destinado al recogimiento de los pobres de la misma, cuya primitiva fundación se ignora. Antiguamente hubo tres establecimientos de beneficiencia, de los cuales, uno, titulado de la Magdalena, estaba en el arrabal frente a la ermita de este nombre para la curación de los que adolecían el mal de San Lázaro, cuya patrona era la villa. Otro denominado de la Concepción, sito también en el arrabal, fue erigido en el año 1525 por Martín Pérez de Urrupain y Doña María Pérez de Alzarte, su mujer, para el fin de acoger a los pobres inválidos del pueblo. El tercero fue instituido por el presbítero Pérez de Barrutia en testamento otorgado en 8 de abril de 1463 para albergar a los pobres, religiosos transeúntes y otras personas; cuyo patronato dejó a Mariana de Uriarte, y después de los días de ésta a los hijos de Juan Pérez de Barrutia. Este establecimiento se quemó y desapareció en el año de 1581 y apenas han quedado vestigios de él.

Los servicios ofrecidos por el municipio pueden ser contabilizados gracias a los diferentes centros establecidos para satisfacer los mismos. En el año 2000 Arrasate contaba con cerca de una veintena, entre los que resaltaban los llamados centros de día, las asociaciones y las residencias, de modo que resultaban importantes para la población. En materia de sanidad, había un ambulatorio y el célebre centro de salud mental. Hospital Aita Menni de Mondragón. Por otro lado, conocemos los equipamientos del entorno, entre los cuales resaltan los aparcamientos, en gran medida, de carácter público. En cuanto a las zonas verdes, las siguientes en importancia, se distribuían en número similar las de tipo público y las privadas. Polideportivo de Musakola.

Número de centros según tipo de centro (2000)

Total Asociaciones Servicios técnicos
generales
C. de
orientación
C. de día Residencias C.E.E.-C.O. (1) Otros
19 4 3 --- 5 4 2 1

(1) Centros Especiales de Empleo-Centros Ocupacionales.

Fuente. EUSTAT: Estadística de Servicios Sociales. EUSTAT y Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco: Estadística extrahospitalaria pública.

Edificios normales según los equipamientos del entorno (2000)

Total Zonas Verdes Piscinas Zonas deportivas Aparcamientos
  Público Privado o
ambas
Público Privado o
ambas
Público Privado o
ambas
Público Privado o
ambas
1.449 629 788 48 --- 516 102 1.198 186

Fuente. EUSTAT: Censo de edificios y locales 2000. Datos provisionales.

El único cine privado de Arrasate (Alai Zinema), inaugurado en 1931, se cerró en junio de 2003. Con su desaparición (fue el antiguo Cine Ideal y más antiguamente Cinema Popular), desapareció un establecimiento con 72 años de historia: un establecimiento distribuido en patio y anfiteatro, con 660 localidades. Fue testigo de buena parte del devenir histórico del cine en la villa cerrajera. Las primera proyecciones, como recoge el historiador local José María Uranga, se remontan a la primera década del siglo XX, con la emisión de las primeras películas mudas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Este primitivo "cinematógrafo" era mudo y, además, carente de textos, con lo que era precisa la figura de un locutor que explicara la película a los espectadores.

El segundo cine que conoció la villa, un poco más tarde, se localizó en el "Círculo Carlista", situado en el número 28 de Erdikokale; en él se hizo famoso el locutor Txomin Txiki. Luego llegó el cine mudo pero con explicación en forma de textos intercalados en la misma película. Esta modalidad cinematográfica comenzó a proyectarse en la sala de cine habilitada en los bajos de la casa de Mardo (familia de Benito Abarrategi) en el número 10 de la calle Olarte (por la luego droguería Lore).

El negocio de Mardo fracasó cuando un grupo de emprendedores decidió convertir en sala de cine la cancha del desaparecido trinquete de la calle Maalako Errebala, ubicado en los bajos del palacio de Oquendo. Este trinquete era de propiedad y explotación privada y la cancha se alquilaba por tiempos para la práctica de la pelota mediante el procedimiento conocido como "baratuak". Este mismo trinquete se convertía en salón de cine durante las noches de sábados y domingo y festivos instalando un gran lienzo en el frontis y sillas plegables en la cancha.

Tras el cierre de la última sala de cine de la localidad a mediados de 2003, el Amaia Antzokia asume la tarea de cubrir esta carencia. El teatro Amaia volvió a convertirse en cine Amaia a partir del primer fin de semana de enero de 2004: regresó el cine comercial a esta sala municipal cuya explotación permanecerá en manos del Ayuntamiento.