Udalak

ARRASATE/MONDRAGÓN

El renacer de la oposición y la cuestión social (1947-1959). Tras la Guerra y los primeros años de la posguerra habrá que esperar hasta 1947 para que la oposición al régimen se manifieste con cierta intensidad en el País Vasco. El citado año, en pleno aislamiento internacional del Franquismo tras la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, el régimen comenzó una tímida apertura que desembocará - en julio de ese mismo año- en la celebración del referéndum para ratificar la Ley de Sucesión y de esta manera tratar de dar una cierta legitimidad popular al Franquismo. Pero, previamente, en mayo, las organizaciones obreras en la clandestinidad, con el apoyo del Gobierno Vasco en el exilio, desencadenaron una huelga general que afectó fundamentalmente a Bizkaia y a algunas localidades guipuzcoanas (Cfr. Lorenzo Espinosa, 1988 y Jiménez de Aberasturi, 1991). La huelga de 1947, primera manifestación de importancia de la oposición desde finales de la Guerra Civil en Mondragón, es posible seguirla a través de la documentación del Archivo Parroquial (Cfr. Barruso-Larrañaga-Lema, 1994) y pese a que el tema lo hemos tratado de manera más extensa en nuestro estudio sobre la Parroquia de San Juan Bautista (cfr. Rocha, 2000) no podemos dejarlo de lado en estas páginas.

Conocemos lo que sucedió en Mondragón gracias a que en la Parroquia se recibe una carta de la Nunciatura pidiendo un informe sobre la huelga en la localidad, inquiriendo sobre los motivos y el carácter de la huelga, las organizaciones o personas que la promovieron, la extensión del paro, las medidas adoptadas por las autoridades y el estado de ánimo de la población. El clero parroquial responde a los pocos días. En la respuesta se puede leer que

"El día 1 de mayo transcurrió pacíficamente. Se iba a celebrar una concentración pacífica y disimulada en un sitio céntrico, lugar corriente de aglomeración, a las seis y media de la tarde, pero no se llevó a efecto por una lluvia torrencial que cayó a esa hora y las tabernas y los bares se llenaron de gente ofreciendo el aspecto de los días festivos. No trabajaron ese día como otros las horas extraordinarias en los talleres después de la jornada de trabajo"

Según se desprende del informe de la parroquia la situación se mantuvo en calma en Mondragón hasta el día 8 de mayo, fecha en la que el Comité de Resistencia Local decreta la huelga, aunque ese mismo día, sin que conozcamos los motivos la suspende, pero, dado que el aviso no llegó a tiempo, en localidades como Aretxabaleta y Eskoriatza se alcanzó una incidencia del paro de un 80 y un 90% respectivamente.

En lo que respecta a los motivos que dieron lugar a la huelga desde la Parroquia de informa que la causa principal ha sido

"El deseo de solidarizarse con los [obreros] bilbaínos, y desde luego, se observa que en la masa obrera cada día va penetrando más la política después de un época en que la preocupación principal gravitaba sobre problemas de otra índole como abastos, vivienda, etc... Va cundiendo la máxima de que es inútil preocuparse de otras cosas, tomar en serio otros problemas siendo lo más urgente, a juicio de los mismos, la lucha contra el régimen y después de derribar el régimen se arreglarán las cosas"

En lo que respecta a quienes fueron los organizadores de la huelga, se puede leer en el comentado informe que esta fue promovida por

"El Comité de resistencia, constituido por elementos de la Unión General de Trabajadores y de la Solidaridad de Trabajadores Vascos, que entre ambas organizaciones casi a medias inspiran la vida de casi toda la masa obrera. Fuera de una minoría de un 20% escaso constituido por algunos excombatientes de las filas gubernamentales los demás fácilmente acatan sus consignas aun cuando no todos estén afiliados. En la primera de dichas organizaciones la mayoría son izquierdistas y en la segunda católicos".

En opinión del informante la huelga no tuvo ninguna consecuencia posterior, a diferencia de lo que ocurre en otras localidades, "donde se han renovado algunas llagas que parecían estar cicatrizadas y curadas con el tiempo y olvido". Por el contrario, en Mondragón, "no ha dejado el conflicto ningún resabio y hay paz".

Pero el período del Franquismo es -igualmente- un período en el que Mondragón experimentará un fuerte desarrollo industrial lo que supone una masiva afluencia de población. Sin embargo, lo que ahora nos interesa no es el desarrollo industrial que se produce. Una vez más podemos apreciar una peculiaridad al percibir que la acción social -y en cierto modo el poso del que con los años surgirá una importante oposición al Régimen- se ejerce desde la Parroquia. Esta actividad se canalizará fundamentalmente a través de Acción Católica (A.C.) creada en 1941 que nace con el objetivo "de reavivar la vida cristiana de Mondragón, proporcionando una formación cristiana integral a sus socios y servir de lazo entre los mismos en orden a una actuación coordinada y Jerárquica". El centro de A.C. se establece en lo que había sido el Centro Obrero de Mondragón, que queda disuelto pasando a heredar sus bienes la nueva organización, con lo que podemos establecer una cierta continuidad entre éste- creado en los primeros años del siglo XX- y la A.C. local.

Desconocemos el desarrollo de Acción Católica en sus primeros años, aunque en 1943 los Jóvenes de la organización lanzan "Aleluya. Revista editada por la Delegación castrense de los Jóvenes de A.C." de la que se conservan algunos ejemplares en el archivo parroquial. En 1949 la A.C de Mondragón estaba presidida por Antonio Basabe, correspondiendo la dirección al Párroco D. José Luis Iñarra. De la documentación consultada podemos apreciar cómo el ambiente religioso impregna la vida de la villa demostrable por los informes de 1957 en la que se señalan unos altos índices de cumplimiento pascual y del precepto dominical y la existencia de un elevado número de asociaciones religiosas; Hombres de Acción Católica, Jóvenes de Acción Católica, Congregación Mariana de San Luis, Hijas de María, Apostolado de la Oración, Cruzada Eucarística, Adoración Nocturna, Cofradía del Rosario y Marías de los Sagrarios. Sin embargo en el informe se hace también referencia a la cuestión social y se aprecia que "dado el desarrollo industrial, existe el gravísimo problema de acomodar a los que inmigran. Existe una población flotante de unos 400 o 500 que viven en barracones medio improvisados... es de esperar que con la entrega de las 200 viviendas que están desde hace tiempo terminadas se puedan acomodar más confortablemente" (Cfr. Rocha, 2000), problemas que se irán conformando y que tendrán su repercusión en el Mondragón del tardofranquismo. La situación creada por el desarrollo industrial propiciado por el "Plan de Estabilización" de 1959 y el desarrollo demográfico producido por la intensa inmigración procedente de otras regiones españolas serán el caldo de cultivo en el que se irán poniendo las futuras bases de una activa oposición al Régimen en Mondragón.

Un aspecto que no se puede olvidar al referirnos al devenir histórico de Mondragón en el Franquismo es el desarrollo del cooperativismo impulsado por el sacerdote José María Arizmendiarrieta, que mediante la creación de "Ulgor" en 1956 y de la "Caja Laboral Popular" en 1959 contribuirá de manera decisiva a transformar la fisonomía de Mondragón de una manera decisiva.

El desarrollo del movimiento cooperativo en el año 1956, viene ligado a la persona y a la obra de José María Arizmendiarrieta, sacerdote, nacido en Markina en 1915 y, desde enero de 1941 hasta su muerte en noviembre de 1976, miembro del clero parroquial. Tras ser puesto en libertad al finalizar la Guerra Civil y ser ordenado sacerdote en 1940, comenzó una larga etapa de trabajo en la villa que inicialmente le llevó a hacerse cargo de la juventud masculina de Acción Católica ejerciendo el cargo de consiliario a partir de 1943. Como coadjutor de la parroquia fundó la "Juventud Deportiva" y la "Escuela Profesional", ambas en 1943, a la vez que llevaba a cabo una amplia labor pastoral y organizativa centrada fundamentalmente en el campo de la juventud. Pero su principal preocupación era la reforma de las relaciones laborales, cuestiones sobre las que empezó a manifestarse abiertamente desde 1951. El momento decisivo de produce en 1956 cuando se efectúa un importante salto cualitativo mediante la creación de la primera cooperativa de producción, que, según su biógrafo Joxe Azurmendi, es la respuesta al desengaño de poder introducir en la empresa sus ideas de primacía del trabajo sobre el capital, autogestión y democracia obrera. En abril de 1960 la "Liga de Educación y Cultura" se convierte en cooperativa de enseñanza, lo que le permite romper unas relaciones con los patronos que, pese a que no se han conservado testimonios escritos, todo hace pensar que se habían convertido en difíciles incluso en lo que se refiere a la Escuela Profesional, en la que la colaboración había sido generosa y amplia. Pese a que el movimiento desarrollado por Arizmendiarrieta pasó por diversas dificultades (incluso llegó a ser criticado por sectores de ETA en los años setenta) lo cierto es que el desarrollo del mismo se ha convertido en uno de las señas de identidad de Mondragón y de todo el valle de Léniz. Véase ARIZMENDIARRIETA MADARIAGA, José María; COOPERATIVISMO .

Pedro BARRUSO BARÉS
Historiador