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ORBEA, Industrias

En 1860, Manuel María Orbea y sus hijos Juan Manuel, Mateo y Casimiro Orbea Murua crearon en Eibar un taller dedicado a la fabricación de armas cortas: revólveres de pistón y cartucho, y pistolas. En 1864 Orbea Hermanos suministraron el primer gran pedido (4.000 revólveres modelo Kerr) al Ministerio de la Marina. La mayor parte de los modelos fabricados por Orbea serán reproducciones de modelos extranjeros. El pulimentado del metal y los trabajos de damasquinado en la culata serán la principal aportación de los Orbea. En 1895 con el fallecimiento de los socios fundacionales la empresa pasó a ser Orbea y Cía, Sdad. Co.. En sus instalaciones en el barrio de Urquizu trabajaban 50 operarios y obtenían una producción anual de 80.000 revólveres. Además de fabricar arma corta los Orbea se introdujeron en el negocio de la cartuchería. Con esta finalidad construyeron unas instalaciones con una capacidad para fabricar 25.000 cartuchos al día. La concesión en 1897 a Unión Española de Explosivos (UEE) el monopolio de las pólvoras, explosivos y cartuchería provocó el cierre definitivo en estas instalaciones en 1912. Anteriormente al cierre, en 1907 Casto Orbea junto con Gerardo Ariznabarreta establecieron en Buenos Aires un taller para fabricar cartuchería con una plantilla de 60 trabajadores. A los dos años de su inauguración esta fábrica producía anualmente 36,6 millones de cartuchos. Paradójicamente, algunos de estos cartuchos serán importados por Unión Española de Explosivos, S.A.

En 1906 la fábrica Orbea daba trabajo a 406 trabajadores y era uno de los principales fabricantes de arma corta de España, exportando el 90 por ciento de su producción. Los Orbea llegaron a contar con tres centrales hidroeléctricas, dos en Elgoibar y una en Placencia de las Armas.