Lurraldeak

Zuberoa

Hay que reconocer que, desde hace siglo y medio, el concepto de literatura se ha ampliado considerablemente y engloba, no sólo lo escrito, las letras en el sentido etimológico del término (litterae), sino también lo oral, partícipe asimismo de la creatividad a justo título. Puede haber, en efecto, más poesía en una canción popular que en un poema escrito, que sólo debería tal consideración el mero hecho de estar impreso. Decir también que, el verdadero autor, ya sea en verso o en prosa, de la literatura vasca, es el que crea una obra en euskera, sea el que sea el dialecto que utilice. De esta forma, los traductores al euskera de obras literarias escritas en otra lengua no pertenecen a la literatura vasca.

Son, en verdad, dignos de figurar en una bibliografía de la lengua vasca, como un Leizarraga, autor, con otros, en el siglo XVI, de la traducción del Nuevo Testamento. Esta es la razón de que dejemos de lado en este estudio a Maytie y Belapeyre, traductores del catecismo al suletino, o a Maister, traductor de la "Imitación de Cristo". Debe de matizarse entre el traductor, que se atiene casi literalmente, y el adaptador, el que se inspira en un modelo, adopta las ideas, que expone a su manera, según un estilo y una estética que le son propios, y realiza, así, una obra de creador. Incluso inspirándose en La Fontaine, Oxobi es un autor de la literatura vasca, de la misma forma que La Fontaine, inspirándose en Esopo, lo es de la literatura francesa.



En Zuberoa, como en el resto de Euskal Herria, la literatura oral ha precedido a la literatura escrita. La canción popular, trasmitida de generación en generación, atraviesa los siglos, siendo los lugares de trasmisión, hasta época muy reciente, el rincón del hogar, los graneros donde se efectuaban las reuniones para desgranar el maíz, la olha de alta montaña durante el verano, las tabernas en las que, en el trascurso de una comida de boda o alrededor de un vaso de vino, se desarrollaba la canción, por medio de la repetición, la escucha, la retención, la trasmisión. El ejemplo más llamativo de esta trasmisión es la de la canción Bereterretxen khantoria (la canción de Bereterretx), que relata el asesinato del joven Bereterretx de Larrau por los hombres del conde de Mauléon la noche de Pascua de Resurrección. A decir verdad, encontramos en ella reunidos todos los elementos para que no escapara al olvido.

En primer lugar, el tema: un asesinato de gran brutalidad; el lugar: el valle salvaje de Andoze en la Alta Zuberoa; el momento: la noche de Pascua, noche sagrada de la resurrección, noche de tregua y de paz. Un acontecimiento tal sacudió todos los espíritus, se hizo memorable en sí. La canción le proporciona una fuerza particular por medio de la puesta en escena del acontecimiento, puesta en escena dramática que no escatima ningún efecto: la casa rodeada, las traidoras palabras del conde, la salida de noche, la búsqueda desesperada del hijo por la madre, el diálogo con el conde, que le anuncia con pocos miramientos la muerte de ese hijo único, la dimensión épica de las últimas tres estrofas. Añadámosle la belleza de la melodía y se comprenderá que esas 15 estrofas, pequeña joya literaria que relata un evento que se produjo en el segundo cuarto del siglo XV, hayan podido ser recogidas 400 años después y ser publicadas por primera vez en la colección Chants populaires du Pays Basque de J.D.J. Sallaberry en 1870.

Haltzak eztü bihotzik
Ez gaztanberak ezürrik:
Enian uste erraiten ziela
Aitunen semek gezürrik:

¡Andozeko ibarra
Ala zer ibar lüzia!
Hiruretan ebaki zaitan,
Armarik gabe bihotza.

Bereterretxek oheti
Neskatuari eztiki!:
Abil eta so egin ezan
Ageri denez gizonik.

Neskatuak berhala
Ikhusi zian bezala
Hirur dozena bazabiltzala
Leiho batetik bestera.

Bereterretxek leihoti
Jaon kuntiari goraintzi
Ehün behi bazereitzola
Beren zezena ondoti.

Jaon kuntiak berhala
Traidore batek bezala:
"Bereterretx, aigu borthala,
Ützuliren hiz berhala"

Ama indazüt athorra,
Mentüraz sekülakúa,
Bizi denak orhit ukhenen dü
Bazko biaramena.

¡Marisantzen lasterra
Bostmendietan behera!
Lakharri Büztanobian sartu da
bi belhaiñak herresta.

"Büztanobi gaztia,
Ene anaie maitia,
Hitzaz hunik ezpalinbada,
Ene semia juan da!

"Arreba ago ixilik
Ez, othoi, egin nigarrik;
Hirce semia bizi balinbada
Mentüraz Mauliala da".

¡Marisantzen lasterra
Jaon kuntiaren borthala!
"Ai ene eta, Jaona, nun düzie
Ene seme galanta?"

"Hik baihena semerik
Bereterretx besterik?
Ezpeldoy altian dun hillik.
Abil; eraikan bizirik!"

Ezpeldoiko jentiak,
Ala sendimentü gabiak,
Hilla haiñ hüllant ükhen eta,
Deüsere etzakienak!

Ezpeldoiko "timba
Margarita deitzen dena;
Bereterretxen odoletik ahurkaz
Biltzen ari da.

Ezpeldoiko bukhata
Ala bukhata ederra!
Bereterretxen athorretarik
Hirur dozena ümen da.

El aliso no tiene médula
Ni el requesón, hueso:
Nunca imaginé que los bien nacidos
dijesen mentira.

¡Oh valle de Andoze
Qué valle tan largo!
Por tres veces y sin armas
Me partió el corazón.

Bereterretxe desde el lecho
(Manda) en voz baja a la muchacha:
Anda y mira si aparecen
algunos hombres.

La muchacha enseguida,
Como ya los había visto (dijo que)
Ya andaban tres docenas
De una a otra ventana.

Bereterretxe desde la ventana:
(dirige) Saludos al señor Conde
Y que le he de enviar
Cien vacas con su toro en pos.

El Señor conde enseguida (dijo)
Como un traidor:
"Bereterretxe, ven a la puerta,
Que volverás enseguida".

Madre deme la camisa,
Tal vez la postrera.
Quien viva recordará
El día siguiente de Pascua.

Qué carrera la de Marisantz
De Bostmendieta abajo!
Ha entrado (en casa de) Buztanobispado de Lacarra
Arrastrándose sobre las rodillas.

"¡Joven Buztanobi,
Mi querido hermano,
Ay! si contigo no tengo ayuda
Mi hijo se ha ido!"

"Calla hermana;
No llores, te lo suplico,
Si tu hijo aún vive
Tal vez se halle en Mauléon".

¡Cómo corrió Marisantz
A la puerta del señor conde!
"Ay ay, señor, ¿dónde tenéis
A mi hermoso hijo?"

"¿Tienes tú algún otro hijo
Además de Bereterretx?
Muerto está hacia Ezpeldoy.
Vé; ¡a ver si le levantas vivo!

La gente de Ezpeldoy,
Oh, gente sin sentimientos,
Que tenían tan cerca al muerto,
Y nada sabían!

La hija de Ezpeldoy
la que se llama Margarita,
Se halla recogiendo a manos llenas
La sangre de Bereterretx.

La colada de Ezpeldoy
¡Cuán hermosa colada!
Cuentan que tiene tres docenas
De camisas de Bereterretxe.


Ver Bereterretx, Cantar de. Parece ser que dos canciones diferentes han tenido por tema el solar de Ruthie (Urrutia) en Aussurucq. Una de ellas, aportada por Jean de Jaurgain en su trabajo Quelques légendes poétiques do Pays de Soule, expone las sospechas del señor de Ruthie hacia su esposa, sospechas infundadas, con lo que el marido desagraviará a su fiel esposa. La otra se halla en el cancionero todavía inédito de Augustin Chaho y hace alusión a los malos tratos infligidos por el señor de Ruthie a su esposa, procedente de la familia noble de Etxauzia de Baigorri. Esta apostrofa a su hermano en términos violentos para que acuda en su auxilio:

Etxauzeko bizkundia
Beldürra düzu ahalkia
Üzten düzü phenaz hiltzera
Zure arreba anderia.

El vizconde de Etxauz
El miedo le trae vergüenza
Dejas morir de pesadumbre
A tu señora hermana

Curiosamente, un proverbio recogido por Oihenart (Proverbio nº 65) repite parte de esta estrofa:

Baigorrico Viscondea
Beldurrac diacarquec ahalguea

Vizconde de Baigorry
El miedo te traerá vergüenza

El grito de la joven ha sido oído y el hermano vuela a su socorro:

Bizkundia armatürik
Zaldi urdina zelatürik
Ürrutian sarthü züzün
Ürrütia ezkapi lehiotik.

El vizconde armado
Sobre su caballo gris
Entró en Urrutia
Urrutia se escapó por la ventana

Entre estas "leyendas poéticas" figura la de la joven que se levanta temprano (Goizean goizik jeiki nindüzün) el día de su casamiento, señora de la casa, tras la ceremonia del mediodía, y viuda, la noche misma de la boda:

Goizian goizik jeiki nündüzün espusa nintzan goizian;
Bai eta zetaz ere beztitü ekhia jelkhi zenian;
Etchek' andere zabal nündüzün egüerdi erditan,
Bai eta ere alargüntsa gazte ekhia sarthü zenian.

Musde Irigarai, ene jaona, altcha izadazüt büria;
Ala dolütü othe zaizü eneki espusatzia?
-Ez, ez, etzitadazü dolütü zureki espusatzia,
Ez eta ere dolütgüren bizi nizano lürrian.

Nik banizün liZara-Zuber.xmlmite maitetto bat mündü ororen ichilik,
Mündü ororen ichilik eta Jinko jaonari ageririk;
Buket bat igorri ditadazüt arraroz eginik,
Lili arraroz eginik eta erdia phozuatürik.

-Zazpi urthez etcheki dizüt gizon hila khamberan;
Egünaz lür hotzian eta gaiaz bi besuen artian,
Zitru hurez ükhüzten nizün astian egün batian,
Astian egün batian eta ostirale goizian.

O la de la joven palaciana de Tardets (Atharratze jauregian) obligada por su padre a desposar a un rey de Hungría (7). Esta hará un vehemente reproche a su padre:

Aita, saldu nüzü idi bat bezala

Padre, me has vendido como un buey

Así como a todos sus hermanos, cómplices del padre (séptima estrofa):

Padre me has vendido
El hermano mayor recibió el dinero
El mediano se llevó el caballo
El menor me acompañó

Versión de Atharratze jauregian dada por Sallaberry en su obra Chants populaires du Pays Basque (Bayona, 1870), que difiere de la dada por Francisque Michel en Le Pays Basque:

ATHARRATZE JAUREGIAN

Atharratz jauregian bi zitroiñ doratü;
Ongriako Erregek batto dü galthantü;
Arrapostü ükhen dü eztirela huntü
Huntü direnian batto ükhenen dü.

Atharratzeko hiria hiri ordoki,
Hur handi bat badizü alde bateti;
Errege bidia erdi erditi,
Maria-Maidalena beste aldeti.

-Aita, saldü naizü idi bat bezala;
Ama bizi ükhen banü, aita, zü bezala,
Enündüzün ez juanen Ongrian behera,
Bena bai ezkuntüren Atharratze Salala.

Ahizpa, juan zite portaliala,
Ingoiti horra düzü Ongriako Erregia;
Hari erran iozü ni eri nizala
Zazpi urthe huntan ohian nizala.

-Ahizpa, enükezü ez sinhetsia,
Zazpi urthe huntan ohian zirela;
Zazpi urthe hurtan ohian zirela;
Bera nahi dükezü jin zü den lekhila.

Ahizpa jaunts ezazü arrauba berdia,
Nik ere jauntsiren dit ene churia;
Ingoiti horra düzü Ongriako Erregia;
Botzik kita ezazü zure sor etchia.

-Aita, zü izan zira ene saltzale,
Anaie gehiena dihariren hartzale,
Anaie artekua zamariz igaraile,
Anaie chipiena ene lagüntzale.

Aita, juanen gira oro alkharreki;
Etcherat jinen zira changri handireki,
Bihotza kargatürik, begiak bustirik,
Eta zure alhaba thumban ehortzirik.

Ahizpa, zuza orai Salako leihora,
Ipharia ala hegua denez jakitera;
Ipharra balimbada goraintzi Salari
Ene khorpitzaren cherkha jin dadila sarri.

Atharratzeko zeñiak berak arrapikatzen
Hanko jente gazteriak beltzez beztitzen,
Andere Santa-Khara hantik phartitzen;
Harén peko zamaria ürhez da zelatzen.

ÜRZO LÜMA GRIS GACHUA

Ürzo lüma gris gachua,
Ore bidajin bahua;
Baratzen bazaik musde Sarri, jaon apetitü hun hura,
Begiz ikhusten balin bahai Phetiriñalat bahua.

Ürzo gachuak ümilki
Diozü musde Sarriri:
Egündano eztereiola ogenik egin jaon hari,
Ützi dezan igaraitera üsatü dian bideti.

-Auher dük, auhen, ürzua,
Jüratü diat fedia!
Aurthen aurthen jin behar dük eneki Phetiriñala;
Han nik emanen dereiat arth 'eta zahiz asia.

- Arthoz asia hun düzü
Libertatia bagünü
Orhiko bago erkürtto hurak guri hobeche zizkützü,
Anglesa Frantzian sartzen bada Españalat baguatzü.

-Ürzua, ago ichilik,
Frantzian eztük Anglesik;
Baiunara jiten badira Agaramuntek hilen tik;
Phetiriñalat eztük jinen zaragolla lüzetarik.

-Fida niz zure erraner;
Fidago ene hegaler;
Goraintzi erran derezü jiten badila Angleser,
Nik ere ber gisan erranen diet Español papo gorrier.

-Goraintzi erraile Angleser
Ni naika ezarten mezüler?
Orai diat orai ikhusten nitzaz hizala trüfatzen,
Ar 'eta enaik beste urthe batez bortian freskeraziren.

-Jaona, zuaza etcherat,
Mauletik Phetiriñalat;
Chori eta bilhagarro gizen zumbaiten jatera,
Ürzo hegal azkartto hoiek ezkira zure bianda.

El romance de amor hace furor en el siglo XVIII. Esta moda penetró también en el País Vasco y más particularmente en Zuberoa. La bienamada es la estrella lejana, inaccesible, hacia la cual el enamorado, transido, dirige su queja. Es, también, la flor -rosa rodeada de espinas u otra flor- susceptible de ser cortada. Puede ser el pájaro ligero, paloma, perdiz...que el cazador al acecho detiene en su paso y que puede atrapar en sus redes, tal como ese Musde Sarri, que se apodera de una paloma que hace prisionera, pero que se le escapará a todo vuelo. Es también la tórtola, pobre pajarillo enjaulado que, bajo su ala, ha perdido la pluma más bella -su virginidad- y será abandonada a continuación por su amante. Este tipo de romances fueron cantados por Garat en la corte de Versalles, ante la reina de Francia María Antonieta. El diálogo entre el joven y la joven es más malicioso y más directo en la canción Eijerra zira maitia, en la que aquél propone a aquélla acostarse juntos. Cierto es que la joven no acepta si no es pasando antes por la iglesia. Por la contestación del joven se ve que esta canción data de la Revolución francesa, ya que los curas se han ido a España y, esperando su retorno, sería agradable pasar un buen rato (quinta estrofa):

Los curas están en España
Los acólitos en Roma
Hasta que vengan todos
Disfrutemos en la habitación

LEHEN FLORIA

Eigerra cira, maitia,
Erraiten deizut eghia;
Nourc eraman othe deizu
Zure lehen floria?

-Eztiza eghin izotcic,
Ez eta ere kharrouñic,
Ene lehen floriari
Khalte eghin dienic.

-Landan eder iratze,
Behia ederrac aretche:
Zu bezalaco pollitetaric
Desir nuke bi seme.

-Horren maite banaizu,
Obrac eracats itzazu;
Elizala emulan eta
Han espousa nezazu.

-Aphezac dira Españan
Berretherrac Errouman
Hourac hanti jin artino,
Ghitian tchosta khamberan.

-Aita dizut hil berri,
Amac eztizu ourth'erdi;
Zurekilan libertitceco
Dolia dizut barnegui.

-Oihaneco otsoua,
Dolu dereiat, gaichoua.
Anchiekin lo'ghin, eta
Zeren barouric beihoua.

-Enun ez, ni otsoua,
Gutiago gaichoua.
Anchiekin lo'ghinic ere,
Countent gabez beinoua.

-Bortu goretan lanhape,
Hour bazterretan ahate:
Zu bezalaco falsietaric
Eztizut nahi deusere.

Durante varios siglos la canción popular se crea, se perpetúa, se trasmite. Influenciados al parecer por el romanticismo que glorifica la Edad Media y el pasado en general, los vascos y, entre ellos, los suletinos, no quieren dejar perder este tesoro inestimable. Augustin Chaho es el primer suletino en preocuparse de esto. Constituye un cancionero -114 canciones-todavía inédito, del cual extraerá algunas canciones que publica en el "Ariel. Journal de Vasconie" entre 1844 y 1852. Algunos años después, en 1857, Francisque-Michel, ayudado por el suletino Jean-Baptiste Archu, originario de Aussurucq e inspector primario en La Réole, hace una aportación importante en su obra Le Pays Basque. Hacia 1869 -pese a que la recogida no está datada-, Mme Carricaburu de la Villehelio, originaria de Chéraute, nos ofrece en su obra Souvenirs des Pyrénées 12 aires vascos escogidos y anotados. En 1870 fue la vez del abogado mauleonés Jean Dominique Julien Sallaberry de publicar la colección más importante en su Chants populaires du Pays Basque, letras y músicas originales, recogidas y publicadas con traducción francesa. Es un volumen de 415 páginas que tuvo, el mismo año, una tirada especial sin traducción francesa de las canciones, y en el año 1930 una nueva edición integral. Merced a la labor recolectora de estos suletinos, el tesoro de la canción vasca se trasmitió de manera diferente a la oral. Cierto es que, en Zuberoa, los "cuadernos" que se hallaban en diversas familias han desempeñado un papel nada despreciable en la trasmisión, ya que lo escrito vino a sostener a lo oral. Finalmente, no podemos omitir los trabajos de Charles Bordes, musicólogo francés que, a finales del s. XIX, publicó varios trabajos sobre La musique populaire des Basques y editó los Cantiques populaires basques en dialecte souletin ainsi que Douze chansons amoureuses du Pays Basque. La vena popular no se ha contentado simplemente con las leyendas cantadas, con las canciones de amor; se nutrió también del verbo satírico, que no ha dejado de emplearse a costa de unos y de otros: curas, artesanos, pastores, profesiones liberales, pequeños escándalos de pueblos. Pero, este verbo se volverá fácilmente maligno y subido de tono, cuando no ordinario o escatológico, en las canciones de colecta, sobre todo cuando la gente se muestra tacaña, y también en las coplas de los charivaris (tzintzarroskak). En el género subido de tono y picaresco, veamos un ejemplo:

Peyrot hori zahartü,
Bizkarra zirozü okhertü,
Peyrotinaren gaina igaraiteko
Zürübiak behar tü.

Peyrot se ha hecho viejo
Se le ha encorvado la espalda
Para montar a Peyrotina
Necesita una escalera.

El género xikito es particular en Zuberoa. Se trata de una cuarteta que es en realidad un terceto, estrofa específicamente vasca según Oihenart, arte de rimar en verdad muy antiguo. Al final de la estrofa se añade la palabra xikito, de ahí el nombre que recibe este género. Tanto la sexualidad como la escatología se desatan en él. Este verbo se vinculará al que se utiliza en las mascaradas y las pastorales cómicas en las que el humor grueso se desarrolla con lozanía.

(Páginas 152 y 153). Algunos cantos satíricos suletinos recogidos por Francisque-Michel en su obra Le Pays Basque (Londres y Edimburgo, 1857).

ICAZKETACO MANDOA

Hau da icazketaco
Mandoaren traza:
Lephoa mehe du eta
Itchura gaitza,
Ilia latza.
Baztape guzitican
Sauriac balsa.
Oi hura salsa!
Cristauric eztaiteke
Aldeti pasa.

Lephoa mehe du eta
Buruia handi,
Mathel ezurra seco
Dena beharri,
Beguiac eri:
Bi sudur ziluetaric
Muskuia dari,
Ezpañac larri;
Hortzic izan badu ere,
Eztic aigueri.

Bi itzez aizatuze
Lau hatzen failac
Belhainac handi, eta
Makhur ghidailac,
Lurrera zailac.
Cortesia escatzen
Belhaunez ari da,
Guera ezin ari da,
Haurren mantenatzeco,
Zer abantaila!

Fantesiac asco badu
Mando lapurrac:
Lau zangoac trepel, eta
Anca makurra,
Juntetan hourac.
Ezpata bezain choroch
Bizcar ezurra,
Ezduc ghezurra,
Noiz larruturen zautan
Ni naiz beldurra.

Mando itsousi, zikin
Lotsagarria,
Galtzera bota didac
Osagarria.
Okhagarria,
Sartzen eztio utzi nahi
Ostalariac
Haren sartzian,
Urrintzen zaioteco
Etche guztia.

Buruco crapescuac
Grandeza badu.
Erostunican balu,
Nahi luzke saldu,
Ahal bezain zalhu;
Chiki bat arnoren saria,
Eguiten ahal balu,
Charranchac salbu,
Tratu hortan hainitzic
Ezliro galdu.

Aitzineco petralaz
Dago espantus,
Cerendaco ta duien
Erdia espartuz,
Bertze erdia trapuz,
Hatzeman pusca guciac
Lurretic hartuz.
Ase niz tratuz
Enfadaturic nago
Botigan sartuz.

Socac palupan, eta
Lazua trostan,
Errecari behera,
Joan zazkit postan.
Ezpañac ozkan.
Ehun coropillo eta
Berehun buztan
Bacotcharen puntuan.
Hec baino hobe likec
Batere ez ukhan.

Galtzera bota dida
Manta bat fina
Atchunaren demboran
Cadiztic jina,
Betachuz eguina,
Oro coropilo eta
Zilo eta eskina.
Seculan etzait joanen
Mantaren mina.

Sakerdi bat berria
Badu bereki,
Beldurra dago ladronec
Nombait ederki.
Dabila ederki,
Capusait zar pusca bat
Larrubateki
Counpuntuz bethi,
Zirdina dariola
Anketan baiti.

Ene mandoac dian
Zinghilar corda,
Joan den zazpi urthian,
Botigan zor da,
Dembora sobra!
Mercatariarekin
Erreitut bordac;
Testigu obrac,
Nic ere hartzecoac
Etzaizket cobra.

Euscaraz zinghila eta,
Erdaraz chincha:
Horren gainian ere
Badut zer mintza,
Bilouaren ghisa.
Trinca dakidan beldurrez.
Eztirot tinca,
Cargac eguin'ta
Hortan ghezurric bada,
Lephoa pica.

Nescacha banintz eta,
Majoa falta,
Izazkinic ezcontzaz
Ezniro trata;
Jincoac parca,
Miserable baita
Icazkin hauta.
Hare dabilan planta
Petiri eztirola
Etchetic athera.

Icatza saldu eta,
Ondoco traza:
Gaitzuru bat arthoren
Saria falta;
Etcherat joan 'ta,
Emaztiac nigar eta
Haurrec marraca,
Eta ezin balaca,
Talobaten gaic
Eztaic harrapa.

Abarcatic has nadin,
Emeki, emeki,
Haraghi ustel urrin bat
Badu bereki:
Halere, ederki.
Aztal eta behatza
Campoan bethi.
Ziloa petic:
Zangoac erretzeco
Perilic eztic.

Galzazpien berriac
Erranentut garbi,
Botoinac chipi, eta
Chilouac larri,
Tchotchat ezari,
Berrehun lecutaric
Larria agheri,
Braghetac irri.
Jincoa parte, picorric
Gabe nuc sarri.

Barneco moch bat badut
Ainitz ederra,
Urratuiaren hutsez
Eztirot cerra.
Andre alferra,
Orratza duienian,
Hariaz gherla.
Apho fardala,
Sukhaldian lo dago
Jeiki eta berla.

Hara icazketariec
Duten jhiroua.
Bonetaren cascoan
Chuchen ziloua,
Puntuz bildua;
Hirur, lau erhi trebesetan
Chuti bilouna.
Enemigoua!
Nic eztakit zer eghiten
Tuzten dirouac!

AMPLEREN ÇAMARIA

Ampleren çamaria
Bilua urdintcen hasia,
Çango besuac gogor, eta
Biscarrian çauria,
Bai eta instant guciez
Lurrerat eroria.

Ample, saltçac çamaria,
Balin baduc eroslia.
Horrekin çorroca juaZara-Zuber.xmlitia
Ez dukec çuhurtcia.
Arrauner emac guardia;
Horrençat die lehia.

Ampleren çaldi hori
Establian charmagarri.
Nic ja nahiago nikec
Ardura oinez ibili.
Çaldarez aseric ere,
Batere ezdaite igui.

Ez cioc cheha arthoric,
Ahuan ez baitu harmaric,
Harendaco ez da giten
Españatic oloric.
Amplec hartuz guerostic,
Ez daki asiaren berriric.

Amplec çaldia prestatu,
Niri hartcia dolutu.
Belec eta arranuec
Bildian naute atacatu;
Jaincoac daki nola naicen
Jaun hetaric libratu.

Ample, ez nindaite mintça,
Çamariac balu bichta
Norat nahi juanic ere,
Eroriz eta trumilca;
Aintcin guibelez ez couca.
Saltçac fite edo truca.

- Ez diat nahi saldu
-Ez eta ere trucatu.
Ene çamariac behar dic,
Uda, bortuian pasatu.
Handic jin denian,
Nahi diat onxa trufatu.

- Ample, ago ichilic,
Ez duc eguinen trufaric:
Hire çamariac ez dic janen
Udan, bortian belharric.
Arte huntan eguinendie
Arranuec ase ederric.

- Cauter batec Ampleri
Eihera borthan, berari,
Çamariaren hautatcen
Ez duela ikhasi,
Emaztiari so eguin çacola,
Hartu cienian, hobequi.

- Ample, othoi, barkhatu,
Etçauçu behar gaitcitu;
Alabaiçuna dela causa
Coblatuac içan tuçu:
Etcheco berriac campuan
Guciac salhatcen dauskitçu.

CONVERSACIONEA AFERBATEN ETA ÑAPHUR ZAHARBATEN ARTIAN

Idiarte ñaphurra
Aspaldian hala da,
Partidu bat nic banikec hiretaco aberaxa,
Mithikileco duc eta Petiri Santzen alhaba:
Hareki eguic escontza.

Beñat, esker dereiat;
Doi-doia hitz eman dial.
Petiri Santzen alhabaric etcherat nahi eztiat;
Haren aitaren eçagutzera Barcocherat jin guei diat.
Hirekin duc, jakin diat

- Idiart hobe huke hic
Bilho lintzia utciric.
Nic perruca emanen dat, sagarroi larruz eguinic;
Buru chourien gordatceco, harec kalitate badic;
Halacobat behar duc hic.

- Beñat esker dereiat,
Hirur calota batiat:
Hire sagorroi larruzcoaz beharric batere eztiat.
Ihauretaco beguina ezac, joaiteco ohiarat,
Petiriekin lotcerat.

Idiarte ñaphurrac
Eta Beñat auherrac
Hola çutien algarri eguin caresa ederrac.
Gaztiac maite lan eguina, Petiri Santzen lagunac;
Khuñac gueiac nescatilac.

Bai, jente hounec erri,
Coblac beitira berri.
Airia eta eguitatiac çaharrac çaitzat iduri,
Auher edo nescatilekin Petiri Santzen askaci;
Hola bethi dut ikhoussi.

OFFICIO CENBAITEN CRITICA

Dendaria berant jiten, arratsan goicic utçulcen;
Mundiaren jorratcen, arte hartan abusatcen;
Ezpeitu jaten diana hullantceco irabazten!

Orai uruliac oro idorrian nahiago;
Hanitz aguertu beharrez, hari-oro chori-lepho;
Hallicatcen balinbada cehian laur oropilo.

Oihençainac eta gardac, contcenziazco guiçonac:
Guerac baçaitce farcitzen, ihesiren tie postac,
Laguner bardin har eraciren gaiço sinhescorrac.

Erregent bat hil dadila, eztu harc procesic eisten:
Hountarsunac dutu harec heiñ hounian eçarten;
Çuntçurrian countrolatu eta sabelin ipotecatcen.

Bigner bater bestiari estacuru eman nahi;
Coiñi bere copadura hobe betçaio iduri,
Aihen gabe nahi denac, houra usu beça berri.

Aberasten ilhaguinac, arimac haiñ untsa galtcen:
Phecian bai contietan, cer eztie hec ebasten?
Haiekila beharduke Jincoac aizina ukhen.

Sarjant eta notariac, oi arnes necesarriac!
Hen elhe ulhun, gueçurrec, nahasten gaiça chipienac,
Ezta lagun hobiagoric bertan husteco etchiac.

PREFERENTZIA

Ihiztari gaztia, bilho hollia,
Gorache eguin duçu urçoteguia;
Urçoac ohil dirade lekhu goretan,
Laketago dira gune aphaletan.

APHEZ IHIZTARIA

Cantatceco,
Bi bertsu berri banituzke,
Cantatceco,
Demboraren pasatceco,
Compaña huntan nehor baliz
Placer duienic entçuiteco
Cantatceco (bis),
Demboraren pasatceco.

Sorhamendin
Urçotegui batçu berriric,
Sorhamendin
Jaun aphez batec ditu eguin,
Ihiztariac bilduric hartuz
Eta hamabira luis pagatuz.
Sorhamendin (bis.)
Nahi lukete fortun eguin.

Ihicira
Guacin oro elgarrekilan,
Ihicira
Soramendico lephora.
Han behar dugu errecreatu,
Bai eta ere placer hartu
Aphezekin (bis),
Salaberry jaunarekin.

Jaun apheza,
Çu cirade ororen guida,
Juan apheza,
Eta ororen forniça.
Mila libera sare berrien,
Aise bilduiac bai cinituien!
Jaun apheza (bis)
Ez othoi escandalisa.

Bordeletic
Ficelac ekharri omen tuçu,
Bordeletic
Bidegaraic hautaturic
Marhandisa hoberenetic,
Ez bide da hortaz dudaric,
Bordeletic (bis)
Espres harat bilha içanic.

Sar' eguiten
Aphez guiçagaiço hori,
Sar'eguiten
Ez da gaizki akhitcen,
Cembait oilasco hegal yanez.
Eta pusacafia edanez,
Sar' eguiten (bis)
Ez da gaiski akhitcen.

Urço grisac,
Baçohaste oro airian;
Urço grisac,
Azkartuçue hegalac.
- Trufatcen guituc çuien sarez,
Bai eta ere ihistariez.
Sorhamendin (bis)
Pasaturen gaituc arhin.

Urço okher bar
Harrapatu omen duçu,
Urço okher bat;
Ez dakit guicen cenez hambat.
Hamar ihistari guardian,
Beldurrez juan çadien airian,
Urço okher bar (bis);
Ez dakit guicen cenez hambat.

- Urçoac gu,
Baguhatci oral aitcina.
Urçoac gu.
Hunat juan gabetaric bat.
Morde Salaberric baluke
Cuençat gambera eder bar,
Urço grisac (bis),
Hunat juan gabetaric bat,

Aphezekin
Gu ez gaituc lakhet gamberan,
Aphezekin,
Jaun arropa belz horiekin.
Debecatu guitie Francian;
Biciren gaituc oraino aguian
Españan (bis)
Heldu den bortz hilabetetan.

Coniuratcez
Behar baidute hunat bildu,
Coniuratcez
Nahi badute eta ez,
Saretan sarraraci fite
Jaun aphezaren hitcen berthutez,
Coniuratcez (bis),
Nahi badute eta ez.

Canciones satíricas suletinas recogidas por Jean Dominique Julien Sallaberry en su obra Chants populaires du Pays Basque (Bayona, 1870).

ICHKERRAREN ZAMARIA

Ikhkerraren zamaria
Bilho urdintzen hasia;
Zankho-besuak gogor eta bizkarrian zauria,
Bai eta istant güziez lürrilat erorlia.

Ichkerra sal'zak zaldia,
Balin badük eroslia;
Horrekin oihanilat juaitia, oi! eztük ez zühürtzia;
Belek eta arranuek horrenganai die lehia

Ikhkerraren zaldi hori
Establian charmagarri;
Nik ja nahiago nikek ardüra huñez ebili:
Zaldariz aserik ere batere eztaiteke igi.

Ikhkerrak zaldia pherestatü
Eni hartzia dolütü;
Berek eta arranuek bidian naie atakatü:
Jinkuak daki nula nizan jaon hetarik libratü.

Etziok cheha arthorik
Ahuan ezpeitü annarik
Harentako ezta jiten Españatik olhorik;
Ichkerrak hartüz geroztik eztaki asiaren berririk.

Ichkerra, enaintek mintza,
Zamariak balü bichta;
Norat nahi juanik ere eror eta ützülarrika
Aitzin gibelez ez kuka, sal'zak fite edo trüka.

-Eztiat, ez, nahi saldü,
Ez eta ere trükatü;
Ene zamariak behar dik üda bortian phasatü
Hantik jin datekinian nahi hait untsa trüfatü.

- Ichkerra, ago ichilik,
Eztük eginen trüfarik:
Hire zaldiak eztik janen üdan bortian belharrik;
Arte huntan eginen diek arranuek ase ederrik.

Kauter batek Ichkerrari
Eihera bortan berari:
Zamariaren haitatzen eztiala ikhasi,
Emaztiari so'gin zerola, hartü zinian, hobeki.

Ichkerra, othoi, pharkatü,
Etzaizü behar gaitzitü;
Alhabaizüna dela kaûsa koblatto hoik ükhen tüzü;
Etchenko berriak kampuan oro salhatzen dereitzü.

OI! LABORARI GACHUA!

Oi! laborari gachua!
Hihaurek jaten arthua:
Ogi eta ardo geñhatzen auherren asetzekua:
Halere haiñ haie maite nula artzaiñek otsua.

Artzaiña bada beztitzen
Josliak tü gomendatzen
Zaragollen alderdi bata oihal hobez ezar dezen:
Halere higatüren dizü aitzinia beno lehen.

Dendaria berant jiten,
Arratsan goizik üzültzen,
Eta mündiaren jorratzen arte hartan abüsatzen:
Ezpeitü jaten diana hüllantzeko irabazten.

Orai ürüliak oro
Idorrian nahiago;
Hanitch lan agertü beharrez hari ore chori-lepho:
Hallikatzen balimbada zehian laur oropilo.

Ehülia hari galtho,
Ukhenik ere han franko;
Undar harien ebatsi nahiz oihala üzten zerratzeko,
Fornizaliri erraiteko hariak zütila gaisto.

Harri' giliren adreta!
Harek badaki zer phentsa;
Mürria gaizki egin eta erdiruak lohiz ihapa;
Etchia lurtatü denian, harrien gaistuak falta.

Menüsen maiastüriak,
Oi! lan güti egiliak!
Dena gaizki egin eta zurak dü estaküria:
Phasta zela adar-ondozü edo beta-bühürria.

Eskalampu egiliak
Ebasten tü materiak;
Zazpira sos balio dina saltzen beitü hamabia:
Ostatin jan hen saria etal etchen gosez familia.

Bigner batek bestiari
Estakürü erran nahi:
Zuñi bere kopadüra hobe beitzaio üdüri;
Aihen gabe nahi denak hura beza üsü berri.

Oi! taharnari fidela!
Jüje ezpaliz igela!
Arraiñak jakile har eta hek litzakie kundena,
Haien etche lejitima guri saltzen deikiela.

Errejentbat bada hiltzen,
Har'k; eztü prosesik üzten:
Huntarzünak beitütü harek heiñ hun batetan ezarten:
Züntzürrin kuntrolatü eta sabelin ipotekatzen.

Jaun aphezek etsortatzen
Karitate egin dezen.
Berek aldiz phakatü gabe hitz bat eztie erraiten,
Herriko praubiak gosez eta halen ürhik ardollatzen.

Ilhaginak aberasten,
Arimak haiñ untsa galtzen;
Phezian eta khuntietan zer eztie hek ebasten!
Haiekila behar düke Jinkoak aizina ükhen.

Kinkillarien suiñ hütsak
Borthaz borthaz dabiltza;
Haien prenda ordinaria ichkilimb' eta ligeta;
Astin emazter ebatsiak igantia gero jokha.

Oihenzaiñak eta guardak
Kontzenziazko gizonak!
Gerak bazaitze farzitzen ihesiren tie postak;
Lagüner hareraziren bardin gaizo sinheskorrak.

Sarjanten goldenabarrak
Dirade gizon okherrak;
Haien egitekuetarik egiten tie Indiak:
Aisa pergüt izanen dira haier behatzen direnak.

Sarjant eta notariak,
Oi! arnes nesesariak!
Haien elhe ülhün gezürrek nahasten gaiza tchipiak;
Ezta lagün hobiagorik bertan hüsteko etchiak.

  • Siglo XVI

Curiosamente el primer escritor suletino se expresará no en euskera sino en francés; pertenece, por tanto, a la literatura francesa. Se trata de Jean de Sponde, nacido en Mauléon en 1557, que muere joven a los 38 años, en 1595, tras una vida más bien ajetreada. Nacido en el medio calvinista, será protegido por Juana de Albret, reina de Navarra y su hijo Enrique III, que llegará a ser rey de Francia (Enrique IV). Excelente helenista, publicó su traducción de Hesiodo y durante los últimos meses de su vida se entregó sobre todo a la teología (convertido al catolicismo) y a la traducción. Pero Jean de Sponde es asimismo un poeta que cultiva especialmente el soneto. Entre sus obras retenemos las Méditations sur les Psaumes y, sobre todo, Les Amours, colección de 26 sonetos, tres canciones, una elegía que se inscribe en la corriente barroca, ocupando siempre un lugar aparte en la producción de la época. Jean de Sponde arroja sobre sí mismo una mirada que revela sus propias contradicciones:

Siento dentro de mi alma una guerra civil,
Por una parte mi razón, por otra mis sentidos,
Cuya ardiente discordia no puede ser mitigada,
De tal forma se aguzan mutuamente el filo entre sí.

Evoca también la brevedad de la vida, el horror de la muerte, en versos que no carecen de realismo. Toda su vida, así como todo su pensamiento, fue un combate incesante en el transcurso de un período particularmente agitado de la historia de Francia.

  • Siglo XVII

Hay que esperar al s. XVII para que veamos figurar a un suletino entre los autores de la literatura escrita vasca. Con Arnaud d'Oihenart se rompen dos tradiciones: una, porque el dialecto suletino accede a la forma escrita y al impreso, otra por la aparición del primer laico en la literatura vasca, habiendo sido todos los autores precedentes sacerdotes. Arnaud d'Oihenart nacido en Mauléon en 1592, hijo de un abogado de la corte de Licharre, estudió derecho en Burdeos y, de vuelta a su país es elegido, con 31 años, síndico de Tercer Estado de Zuberoa, importante cargo político (vide infra, "Historia. Edad Moderna"). Como historiador, se halla en contacto con los principales historiadores franceses y españoles y edita, en 1638, su monumental historia de las dos Vasconias, la Ibérica y la Aquitana, Notitia utriusque Vasconiae, tum Ibericae, tum Aquitanicae..., escrita en latín y reeditada en 1656 en una versión amplificada. Paremiólogo, Oihenart es el compilador de la colección más importante editada en el País Vasco. Ciertamente, tiene predecesores tales como Garibay e Isasti y recoge las colecciones efectuadas por sus compatriotas Bela y Sauguis. Es, sin embargo, un conjunto de 706 proverbios el que publica en 1657, al mismo tiempo que poesías, en una obra titulada Les proverbes basques recueillis par le Se d'Oihenart plus les poésies basques du mesme auteur y en su versión vasca de dos partes: Atsotizac edo refrauac/Proverbes et adages basques recueillis par le Sieur d' Oihenart y O.ten gastaroa neurthizetan/La Jeunesse d'O. en vers basques. En tanto que poeta, Oihenart tenía plena conciencia de que hacía algo diferente a lo que hicieron sus predecesores, a los cuales critica su manera de rimar. Lo dice expresamente en su advertencia al lector:

"Es lo que me ha impulsado, después de haber hablado de estas reglas en otra obra, a hacer que estos pocos versos, escritos descuidadamente en mi juventud, vean la luz, afín de que se ponga de manifiesto que la práctica de estas reglas no es tan inadecuada en nuestra Lengua como algunos lo habían creído, y por ninguna otra razón".

Oihenart es un humanista, un verdadero hombre de bien, tal como se define en el s. XVII. Además del latín y del griego, tenía un buen conocimiento de las literaturas francesa, española e italiana, a tenor de las citas que ilustran su Art poétique basque, Indiquée dans Une lettre Escritte à Un cure du pays de Labourt au moys de mai 1665, publicado por Pierre Lafitte en la revista "Gure-Herria" de 1967. En cuanto a su inspiración, ésta se sitúa, como escribe Jean Baptiste Orpustan, "en descendencia directa de los neopetrarquistas renacentistas de España, Francia e Italia". Retratos de mujeres plenos de matices y de frescura como el de Graziana, en el que la vieja estrofa "propia y particular de nuestros vascos"...y "cuyo uso debe de conservarse", sirve admirablemente el designio del poeta, estrofa que utilizará también en el decimosegundo poema, o en el que evoca a Juana, y finalmente, en el poema de las cuatro cardadoras (Laur Karbarien eresia), burlesco donde los haya.

Por medio de su elegía a la muerte de su esposa, su poema de Navidad, el soneto (el primero que se compone en euskera) al poeta Sauguis, del que no ha quedado nada, Oihenart muestra la amplitud de su talento y merece un lugar aparte en la literatura vasca. Jean de Tartas, nativo de Chéraute, cura de Aroue, publica en 1666 en Orthez una obra en prosa titulada Onsa hilceco bidia (Camino para una buena muerte), exhortación cristiana a la buena muerte. Es un tema de moda en el s. XVII, cercano al de la conversión para la salud del alma que el cura de Sara, Axular, había desarrollado en su Gero de 1643 y que, manifiestamente, Tartas había leído. Basta con comparar los dos Gomendiozko karta o letra para comprender esto y la advertencia que dirige al lector. La inspiración es flagrante. Todo es muy ortodoxo en este camino de bien morir y es un libro de ascesis escrito en una prosa viva, agradable de leer. Al decir del autor, habría efectuado una mezcla de suletino, bajonavarro y laburdino pero lo esencial está escrito en suletino. Algunos años más tarde, en 1672, Tartas publica otra obra, Arima penitentaren occupatione devotacq, ocupaciones devotas del alma penitente que son, esencialmente, la oración, el ayuno y la limosna. Estos dos libros son los primeros testimonios de la prosa suletina del siglo XVII.

  • Siglo XVIII

Gracias a Txomin Peillen, que lo ha "inventado", el único autor del s. XVIII es Juseff Egiategi, cuyos manuscritos se hallan en la Biblioteca Nacional de París y en la de la Diputación de Gipuzkoa (hoy Koldo Mitxelena Kulturunea). Sólo uno de ellos ha sido publicado por Peillen en la colección "Euskararen Lekukoak" de Euskaltzaindia bajo el título de Lehen liburia edo Filosofo huskaldunaren ekheia (El primer libro o la materia del filósofo vasco). El autor, del que no se sabe prácticamente nada, se define a sí mismo como un pequeño maestro de escuela de parroquia, "parropiazko errejent mehe bat". Actitud modesta sin ninguna duda ya que sus escritos suponen una cultura bastante amplia a juzgar por las citas que hace, que no son sólo de autores vascos. Este primer libro es una obra de pensamientos y de reflexiones sobre temas tales como el amor, la amistad, la muerte, la verdad, etc. Las dos obras todavía inéditas se titulan: 1. Bigarren liburua (el segundo libro) que comprende tres partes: a) 538 proverbios recogidos por Oihenart. b) Reflexiones, proverbios y sentencias. c) 160 páginas que tienen por título Du renouvellement du monde, Pensées de M. Eteheberri. 2. Aberatstarzün güzien giltz bakhoitza (Clave única de todas las riquezas) que trata de economía doméstica. En total y considerando el conjunto de la obra, se percibe que el autor es un espíritu abierto, cultivado, más bien enciclopédico, lo que corresponde a su tiempo, a la vez filósofo, historiador, etnólogo también, ya que arroja una mirada lúcida sobre la sociedad vasca de su tiempo. Escribe una prosa fluida y al mismo tiempo rebuscada, a juzgar por el vocabulario, en el que explota las posibilidades de creación de palabras, por composición o por derivación. Sería deseable, para un mejor conocimiento de este autor originario de Zuberoa, que los otros dos volúmenes sean impresos.

  • Siglo XIX

La vena popular se halla lejos de apagarse en Zuberoa. Entre los autores de canciones, la figura de Beñat Mardo, nativo de Barcos, es objeto de las alabanzas de Augustin Chaho, que pondera una obra abundante, de la que no nos queda prácticamente nada. Por el contrario, no cita nunca a Pierre Topet-Etxahun, al que se sabe, sin embargo, que conoció pero al que ignoró por completo. Ahora bien, Etxahun de Barcus es, sin duda, la figura puntera de la literaura suletina del siglo XIX. El hombre no resulta banal, ni tampoco su vida. Hijo de una familia del barrio Jauregiberri Ibarra de Barcus, tendrá, desde su juventud, malas relaciones con sus padres, que se niegan a que se case con la joven sirvienta a la que dejó embarazada, y al que obligan a casarse con una joven del barrio de Gaztelondo, sobrina del conocido cura de Sainte-Engráce, Haritxabalet. Nacerán varios hijos de esta unión pero pronto las cosas se estropean.

De carácter irascible, se ve envuelto en un asunto de golpes y heridas. Preso, se escapa; atrapado, es condenado. Es así cómo pasará más de cinco años fuera de su tierra. A su vuelta, halla un hogar destruido, una esposa que le rehuye. Nacen las sospechas. Los celos de apoderan de él. Una tarde, uno de sus vecinos es herido de un escopetazo y Etxahun desaparece. La "vox populi" lo señala como culpable, tanto más cuanto circula una canción en la que algunos versos se dirigen al amante de su mujer diciéndole que "otro ha recibido el tiro que le estaba destinado a él". Detenido, es juzgado pidiéndosele la pena de muerte, pero, al no haber podido nadie probar su culpabilidad, finalmente se le deja en libertad. Algunos años más tarde parte de peregrinación a Roma y a Loreto para cumplir un voto que formuló estando en prisión. De vuelta, se empeña en reconstruir el patrimonio dilapidado por su mujer, lo cual le lleva a falsificar una escritura pública por lo cual será, de nuevo, condenado a dos años de prisión. Cuando regresa, tras haber cumplido la pena, se encuentra sin nada, ya que sus bienes fueron vendidos, y va a llevar, hasta su muerte, una vida errante a través de diferentes poblaciones de Zuberoa. Conoció el destino de un romántico, el de un réprobo, el de un marginal.

Cantó su dolor en varios poemas autobiográficos en los que, estrofas de violencia inaudita que expresan odio, venganza, resentimiento hacia su familia (Mündian malerusik o Ahaide delezius huntan), alternan con coplas en las que priman la humildad y la resignación (Bi berset dolorusik). Resulta, con ello, el poeta romántico en euskera por excelencia, de un romanticismo vívido, nada imaginado. Es también un poeta satírico de gran talento ya que, de una anécdota divertida extrae un cuadro vivo que el humor o la caricatura contribuyen a realzar. Personajes como María Solt y Kastero se hicieron inolvidables en virtud del estilo de Etxahun, lo mismo que el diálogo entre la madre y la hija nacida algo demasiado tarde para que pueda ser hija de su difunto padre. Por la calidad de su obra, Etxahun proporcionó a la poesía popular un rango que no tuvo antes. Supo estar muy cerca del pueblo, ya que su métrica sigue siendo muy clásica, compuesta a partir de una música, a la manera de los bertsolaris o de los autores de canciones. El pueblo lo ha conservado, la memoria colectiva lo ha retenido piadosamente ya que sus poemas autobiográficos en particular han podido ser recogidos más de 60 años después de su muerte.

No quisiéramos olvidar a otro personaje, romántico también, alimentado en los cenáculos parisinos y vuelto al país donde fundó un periódico, el "Ariel", en el que aparecen varios artículos en euskera y, sobre todo, canciones vascas, y que, tras la Revolución de 1848, añadirá a su título el de "Courrier de Vasconie". Se trata de Augustin Chaho, autor de varios libros en francés (Paroles d'un voyant, Voyage en Navarre, Biarritz entre les Pyrénées et l'océan, entre otros) pero también de un solo opúsculo en euskera titulado Azti begia (El ojo del mago) y de una gramática euskérica, en colaboración con Antoine d' Abbadie, otro suletino de renombre, mecenas de las letras vascas y creador de los Juegos Florales, que se iniciaron en Urruña en 1853 y prosiguieron mucho después de su muerte (1897) hasta la guerra de 1914. De Jean Baptiste Archu sólo diremos que tradujo al suletino las fábulas de La Fontaine y fue el colaborador de Francisque-Michel para la obra Le Pays Basque... mientras que el canónigo Inchauspe colaboró, en lo referente al suletino, con el sobrino de Napoleón, el príncipe Luis Luciano Bonaparte, creador de la dialectología vasca.

  • Siglo XX

La tradición de la Pastoral (teatro específicamente suletino) se ha conservado durante varios siglos hasta el siglo XX. V. PASTORAL, TEATRO. Fuera de tres pastorales nuevas que fueron creadas en la primera mitad del s. XX, más exactamente en 1903 con Henri IV de Jean Aguer, seguida por Uskaldünak Ibañetan, escrita por el abad Justin de Menditte y Clément d'Andurain, publicada en 1906 y realizada para las Fiestas de la Tradición vasca de Tardets de 1908, y, finalmente, de Guillaume II del barkoxtar Salarancq en 1929, la producción literaria suletina se limita a canciones, entre las cuales las del poeta de Larrau Louis Ligueix (1901-1939), que pasará el relevo a Pierre Bordaorre "Etxahun", poeta-campesino de Trois-Villes, en especial tras su regreso del cautiverio en 1945. Parecería que, a partir del comienzo de la segunda mitad del s. XX, nuevos vientos soplan sobre la literatura suletina. Proceden de París donde dos jóvenes, hijos de suletinos y nacidos en París, crean, en los años 60, una revista exclusivamente redactada en euskera, "Igela", cuyo subtítulo euskaldun heterodoxoen errebista, indica la ideología. Es la obra del poeta Jon Mirande y del escritor, actualmente miembro de Euskaltzaindia, Txomin Peillen. Sus artículos humorísticos, a veces corrosivos, quieren marcar la existencia de una vanguardia literaria vasca. Esta libertad de tono, inhabitual en la producción literaria vasca, la encontramos en las poesías de Jon Mirande (1925-1972), voluntariamente provocador, que ejerció una gran influencia sobre la joven generación de poetas del Sur. Conocemos también su novela Haur besoetakoa. Peillen, crítico literario, autor de novelas, algunas de las cuales han sido galardonadas por la Academia de la Lengua Vasca, sigue publicando en diversas revistas vascas.

El gran acontecimiento literario es el de la renovación de la pastoral. Esta se debe al poeta Etxahun Iruri (de Trois-Villes) que elige sus temas a partir de la historia y de la literatura vascas. Se mantiene dentro del clasicismo pero su renovación de los temas atrae un público creciente. Se le deben 9 pastorales: Etxahun koblakaria (1953), Matalas (1955), Bereterretxe (1958), Sancho Azkarra (1963), Le comte de Treville (1966), Chiquito de Cambo (1967), Pette Beretter (1973), Ximena (1979) pastoral protagonizada sólo por mujeres, la única en la que se evade de los temas vascos, e Iparragirre (1980), que no alcanzará a ver representada ya que murió en octubre de 1979. Fue durante más de 20 años el único autor de pastorales y se preguntaba quién cogería el relevo cuando surgió, en 1976, Junes Casenave, un cura creador de seis pastorales: Santa Grazi (1976), Ibañeta (1978), Pette Basabürü (1982), Zumalakarregi (1989), Santa Kruz (1992), St Michel Garicoix (1994). En las tres primeras, Junes Casenave operó una verdadera revolución ya que el tema (sujeta) no es ya un personaje sino el pueblo de Sainte-Engrâce, cuya historia relata en Santa Grazi, el pueblo vasco en Ibañeta y el arquetipo de joven vasco en Pette Basabürü. Vuelve a una concepción más clásica en las tres últimas relatando la historia de dos héroes de las carlistadas, Zumalakarregi y el cura Santa Cruz, así como la de un santo vasco. Se le han sumado recientemente otros autores: Allande Aguergaray (Allande Oihenart, 1985, y Sabio Arana Goiri, 1996), Jean Michel Bedaxagar (Agosti Chaho, 1988), Jean Louis Davant (D'Abbadie d'Arrast, 1990, Euskaldünak iraultzan, 1993, y Agirre presidenta, 1995), Michel Berçaits (Harispe marexala, 1991, y Atharratze Jauregian, 1997) y el P. Roger Idiart, laburdino de nacimiento (es decir, manex), párroco de Sauguis durante un cuarto de siglo, que se impregnó de tal manera de suletino que pudo escribir, además de numerosos cantos integrados en diversas pastorales, la obra titulada Xalbador presentada en Larrau en 1991.

Son, pues, seis nuevos autores los que cultivan la pastoral en estos últimos 20 años. La pastoral conoce actualmente un éxito que nunca conoció antes. En 40 años, 24 pastorales han sido creadas y parece que el ritmo de creación se ha acelerado en los 10 últimos años (11 pastorales en 10 años). Hay que reconocer que los suletinos han modernizado el espacio lúdico y las condiciones escénicas utilizando la sonorización que permite recibir un público cada vez más numeroso (de 3 a 5.000 personas por cada representación habitual), editando también el texto de la pastoral en versión trilingüe (euskera, francés, español), lo que capacita a un espectador que ignora el euskera para seguir perfectamente el desarrollo de la acción escénica. De todas partes se acude a este espectáculo, tradicional y colorido, que mezcla, en un teatro total, el texto salmodiado, el canto y la danza. Además de a la sonorización y a la edición del texto, se asiste también a una innovación que los sostenedores de la tradición no han aceptado con demasiada facilidad. En efecto, en 1980, por primera vez, una mujer desempeñó un papel entre hombres y cantó, incluso, el azken pheredikia en la pastoral Iparragirre. Esta alteración de la tradición, que prescribía la separación de los sexos, se ha convertido en moneda habitual desde entonces; máxime cuando, de forma lógica y natural, las mujeres desempeñan mejor los papeles femeninos de la pastoral. Si añadimos a ello que, desde un período reciente, la pastoral se representa incluso en Laburdi o en Hegoalde, podrá calibrarse la aportación literaria de este género, eminentemente suletino, al conjunto del País Vasco. No es pequeña causa de orgullo, para esta pequeña provincia que se despuebla de año en año, el poder demostrar que está viva y que desea continuar viviendo.

JEH