Politikariak eta Kargu publikoak

ZABALZA ELORGA, Ricardo

Político y sindicalista navarro, nacido en Erratzu (Baztan) el 29 de enero de 1898. Cursó estudios de Magisterio. Emigrante en Argentina, desempeñó varios trabajos: descargó sacos de trigo en el puerto de Buenos Aires, ejerció de capataz en el recuento y control de embarques, enseñó en escuelas de algunos pueblos. De regreso a España, en 1930 se estableció en Jaca donde residían sus hermanos mayores. De allí pasó a Pamplona, donde colaboró en los primeros momentos de la expansión socialista durante la Segunda República. Ocupó cargos de responsabilidad en la Federación Socialista de Navarra, de la que fue Vicepresidente, y en la Federación Provincial de Sociedades Obreras de la UGT, en la que actuó como Secretario. Después de la reorganización de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra (FNTT), en marzo de 1933 fue designado para desempeñar el Secretariado Provincial. En noviembre figuró como candidato por el Partido Socialista Obrero Español de Navarra en las elecciones legislativas para las segundas Cortes republicanas. Aunque no obtuvo el acta, fue el más votado de los cinco socialistas que integraban la lista del Partido. A fines de año tuvo problemas con la justicia, como consecuencia de la denuncia de un artículo suyo aparecido en "¡¡Trabajadores!!" -órgano de la UGT navarra-, que el fiscal estimó injurioso para el Presidente de la República e incitativo a la rebelión. En 1934 entró en la Comisión Ejecutiva de la UGT y fue promovido a Secretario General de la FNTT, en sustitución de Lucio Martínez Gil. Desde este puesto coordinó la fallida huelga general en el campo, que la UGT decretó en el verano; y, también en calidad de miembro de la Comisión Ejecutiva de la UGT, se vio envuelto en los preparativos revolucionarios de octubre de 1934 y en la consiguiente represión: en enero de 1935 ingresaba en la Cárcel Modelo de Madrid de la que saldría al cabo de pocos meses. Su trabajo al frente de la FNTT le llevó a emprender varios viajes por Andalucía y Extremadura, en unos meses en los que la situación política y social de España estaba muy deteriorada, y en los que Rafael Salazar Alonso, desde el Ministerio de Gobernación, debía emplear mano dura para hacer frente a un abierto desafío al Gobierno en el que aparecían implicados muchos sectores sociales y políticos. Ese contacto con las provincias extremeñas justificará su presentación como candidato por Badajoz en las elecciones que se celebraron en febrero de 1936. Conseguida el acta de diputado, intervino activamente en el debate en torno al proyecto de ley sobre rescate de tierras comunales. El estallido de la guerra civil le sorprendió en Madrid. Armado de un rifle, tomó parte en el asalto al Cuartel de la Montaña. Poco después se trasladó a Badajoz, donde organizó el batallón campesino "Pedro Rubio". Requerido por Largo Caballero, aceptó el nombramiento de Gobernador Civil de Valencia en las difíciles circunstancias que precedieron al traslado a esa capital del Gobierno de la República. Ya antes, con motivo de la formación del Gobierno de Largo, en septiembre de 1936, había sonado su nombre entre los candidatos para ocupar la cartera de Gobernación que, finalmente, se confiaría a Galarza. No duró mucho su permanencia en el Gobierno Civil de Valencia. Pronto abandonaba el cargo para ocuparse de los problemas a que debía hacer frente la FNTT en la difícil coyuntura bélica. Zabalza impulsó la organización y orientación de cooperativas agrícolas; frutos de esa dedicación serían la revista "Colectivismo", de la que fue fundador y principal animador, y el Congreso de Cooperativas Agrícolas que se celebró en Valencia y que dio origen a la Unión Central de Cooperativas Agrícolas, que pretendía coordinar la compra y venta de los productos de las cooperativas. Paralelamente a estos trabajos, desempeñó un papel discreto y moderado en las delicadas negociaciones con las que se intentó poner remedio a los enfrentamientos en la cúpula de la UGT, que se habían iniciado en octubre de 1937: aunque alineado en el sector caballerista, que se oponía a la Ejecutiva que presidía el prietista González Peña, colaboró en las gestiones realizadas en Valencia en enero de 1938, que permitieron alcanzar un acuerdo satisfactorio. Sus convicciones políticas, casi siempre próximas a la línea caballerista, le conducirían a un progresivo distanciamiento con respecto a las directrices del Gobierno Negrín: manifestadas esas reticencias ya en los meses de septiembre y octubre de 1938, acabó por oponerse frontalmente y expresar su coincidencia con quienes apoyaban la sublevación del coronel Casado. En el mes crítico de marzo de 1939 trabajó intensamente para organizar la evacuación de militantes socialistas y de sus familias. Precisamente en el ejercicio de esas tareas, en Alicante, se vio sorprendido por la llegada de los italianos. Internado en el campo de concentración de Albatera, fue luego trasladado a la cárcel de Porlier. El 25 de febrero de 1940 moría fusilado en Madrid. Horas antes había escrito dos emotivas cartas -a sus padres y a su hermano Antonio- en las que expresaba su dolor ante una condena que consideraba injusta: "el pulso firme con que os escribo -se dirige a sus padres- os dirá cuál es el estado de mi conciencia. Ella es un juez incorruptible y me dice que soy inocente". Su cadáver fue conducido al cementerio del Este.

Manuel FERRER MUÑOZ