Sailkatu gabe

VIVIENDA (URBANISMO)

d) Desde 1976 hasta la actualidad. El futuro. Estos factores dan un giro profundo a las nuevas políticas de Vivienda. Cambio que se completa con la asunción de competencias por parte del Gobierno Vasco y Navarro y que también debe enmarcarse en la construcción de una nueva sociedad más concienciada en muchos temas, entre ellos los referentes a la calidad de vida urbana, tan deteriorada en muchas de las edificaciones de los años sesenta y principios de los setenta. Todos los Estatutos de Autonomías, sin excepción, asumen para sus CC. AA. la competencia sobre vivienda con carácter exclusivo. El artículo 10.31 del Estatuto de Autonomía del País Vasco, por ej., señala: "Art. 10. La Comunidad Autónoma del País Vasco tiene competencia exclusiva en las siguientes materias (...) 31. Ordenación del territorio y del litoral, urbanismo y vivienda". El Gobierno Vasco desarrollará diversos programas de apoyo a la vivienda, bien en forma de adquisición de vivienda terminada, en forma de financiación a viviendas no acogidas a regímenes de protección oficial, rehabilitación, etc. etc. La transición democrática se desarrolla en unos momentos de extremada debilidad económica, que afectó con gran intensidad al País y sobre todo a las zonas o áreas de actividad industrial como es el caso de Euskadi. La construcción sufre directamente los efectos de esta crisis que se refleja en un importante estancamiento del parque de viviendas. Con posterioridad, y a la par de una mejora económica generalizada, el mercado de la vivienda repunta con un matiz importante: la construcción, sobre todo en las capitales de los territorios y, fundamentalmente en Donostia, se dispara en sus precios, lo que obliga a una mayor participación de la iniciativa pública, para poder compensar los elevados precios del mercado libre. Entre 1981 y 1991, el parque de viviendas pasó de 899.493 a 975.948, crecimiento muy inferior al registrado en épocas pasadas, ya que supone un incremento medio anual de 7.645,5 viviendas/año, cuando entre 1970 y 1981 fue de 24.500 viviendas/año. Sin embargo, hay un hecho muy significativo. Frente a este menor incremento en términos absolutos del parque de vivienda, asistimos a una fuerte e importante participación del sector público bien a través de vivienda de VPO, concertada, etc. o bien a través de proyectos de rehabilitación que supone la adecuación de los espacios residenciales, sobre todo de cascos históricos y áreas degradadas. Son numerosos los ejemplos de rehabilitación efectuados en estos últimos años donde la participación pública ha sido muy significativa. Ello ha supuesto un proceso de rejuvenecimiento y dinamismo social de estos cascos históricos que se contraponen con el abandono en que vivieron inmersos durante muchos años. La evolución de la vivienda en próximos años no va a ser semejante a la conocida en épocas precedentes. Los cambios o modificaciones de hábitos de vida van a traer consigo una demanda más cualificada donde la vivienda unifamiliar va a adquirir gran protagonismo. Un protagonismo que también va a ir ligado a la segunda residencia que en algunos municipios o áreas ha adquirido un dimensionamiento hasta hace pocos años impensable. El caso más significativo sería el de Hendaia (Lab.) y el litoral, donde en estos años se ha asistido a una proliferación de urbanizaciones de vivienda de temporada cuyos usuarios, en su mayoría, son residentes de municipios del otro lado de la muga. Las previsiones demográficas en un futuro no muy lejano señalan un progresivo aumento de unidades familiares de uno o dos miembros y un acusado envejecimiento de la población. Ello va a repercutir en el modelo de vivienda. Por una parte los alojamientos de reducido tamaño, tipo apartamentos, algo que ya es realidad en la actualidad y por otra los destinados a la tercera edad en alojamientos colectivos, experiencia que hoy día ya se produce como en el caso del "aparthotel de Donostia".

Pedro PICAVEA SALBIDEA