La cuestión agraria en 1919. Los propietarios de las corralizas, muchos de los cuales ostentan frecuentemente cargos de diputados forales y diputados a Cortes, constituyen un poderoso sector de la burguesía navarra, constante y herméticamente cerrado a las reivindicaciones de los pueblos, motivando descontento, protestas y duro historial represivo con muertes violentas de jornaleros. En febrero de 1919 los vecinos de Valtierra pretendieron que los dueños de ciertas corralizas, utilizadas para pastos, las roturaran para dar trabajo y provecho al pueblo. No accedieron los dueños y el vecindario saltó a la calle, marchando hasta la casa consistorial para entregar al alcalde un escrito conteniendo estas peticiones: «En vista de la actitud intransigente de los propietarios corraliceros, acudimos a V. S. en manifestación pacífica, pidiendo con todo respeto, pero con toda entereza: Primero. Que se roturen las corralizas incultas, en las mismas condiciones que las de otros vecinos de este término municipal. Segundo. Protestamos contra la intransigencia de dichos propietarios que, anteponiendo sus intereses particulares, son un obstáculo para el progreso y prosperidad del pueblo de Valtierra».