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BETELURI

Una de las cuatro Artigas de Bilbao con Orzekauko, Zeberitxa y Buya. Llamósele también Venta Alta y es cabecera de la antigua calzada y camino de Orduña. Desde los orígenes de la Villa acogía al concejo en Beteluri un banco de piedra, coronado con sus armas, y en él se sentaba el alcalde de Bilbao, pro tribunali, para en los actos de jurisdicción que anualmente se concluían administrar justicia: abierta audiencia por el alcalde en esta manera, los vecinos de la barriada exponían ante él las quejas y presentaban las acusaciones, y resueltas en el acto las pendencias se levantaba acta de ello y se proseguía luego en la visita de los límites. El viejo banco de piedra de Beteluri y su ostentoso escudo fueron colocados en el año de 1742. En el archivo de la Villa se dice en un informe hecho el dicho año: «En dho Beteluri señala el mapa el asiento donde hacen Audiencia los Señores Alcaldes de esta N. e Villa, el cual al presente se halla desmoronado, y indecente; para cuyo remedio, y más clara divisa de la Jurisdicción si pareciese conbeniente podrían servir las Armas, que hace años se hicieron para los Astiales, y se hallan arrinconadas». Así se hizo más adelante, al sacar a remate el concejo la labra que anualmente se acostumbraba de los caños acueductos del Montón o Pontón, en el año de 1742. En tal tiempo (13 de noviembre) se adjudicó la obra al maestro cantero Juan de Urigüen, y a las condiciones generales de la escritura de obligación se añadió la especial siguiente: «Así bien se añade por condición que el rematante de la obra de dichos caños ha de demoler el asiento de piedra que esta noble villa tiene junto a la Venta Alta camino real desde ella para la anteiglesia de Arrigorriaga, en donde y en su lugar ha de fabricar otro asiento nuebo también de piedra labrada poniendo en su respaldo las armas que esta noble villa tiene en el albergue de ella perfeccionandolas y añadiendo las piedras que las faltan del mismo genero haciendo un plan pegante a dicho asiento hacia su frente de doce pies de largo y diez de ancho, con la escalera de piedra correspondiente para la subida a dicho asiento para que sirva de sentarse en él los señores alcaldes y regidores capitulares y síndico procurador general de esta villa en los actos de jurisdicción que acostumbran hacer todos los años en dicho paraje y venta». Había de concluirse la obra, y así fue acabada, en veinte días, y no había de pagársele por ella salario alguno al maestro cantero en quien con el remate de la labra susodicha de los caños quedaba esta obligación de fabricar el auditorio de Beteluri.-Teófilo Guiard.