Vizconde de Lapurdi. Heredó a García Sancho, primo suyo. Hacia 1120 suscribió un acuerdo con Guillaume Martel, abad de Sordes, referente al derecho de pesca del puerto de Urt. Hacia 1125, con motivo de la construcción de un puente sobre el Adur, concedió en unión de su madre Urraca, al obispo Raimond de Martres un tercio del derecho de peaje y a perpetuidad. Se hallaba a la cabeza del vizcondado cuando su capitalidad, Bayona, fue sitiada (1130-1131) por Alfonso el Batallador, al que no debió de ofrecer resistencia seria. Jaurgain insinúa que, simpatizante, como toda Gascuña, con los reyes navarros, habría llegado a abrirle las puertas de la ciudad sin empuñar las armas. Hacia 1149, Bertrand donó a la catedral de Bayona la baronía de San Juan de Luz con todos sus derechos. Actuó, hacia 1168, como árbitro entre el vizconde de Baztán y el cabildo de Bayona sobre diezmos en litigio. Murió el 30 de octubre de 1169 y fue enterrado en el monasterio de Lahonce, que había sido restaurado por él.
De su primer matrimonio con Atharesa de Arberoa, hija heredera del vizconde de Arberoa, tuvo cinco hijos: Pierre Bertrand, vizconde de Laburdi y de Arberoa, Arnaud Bertrand, vizconde de Laburdi y de Arberoa en 1170, Guillermo Bertrand, canónigo de la catedral en 1168, y María Bertrand, vizcondesa de Laburdi, que casó con Arnaud I de Sault, continuadora del linaje vizcondal. En segundas nupcias había casado Bertrand con Tota de Biota, dama de Orcoyen.
Ref . Jaurgain: La Vasconie, Pau, 1902, t. II, pp. 242-248. Balasque: Etudes Historiques sur la ville de Bayonne, vol I, páginas 397-398, 404-405, 472-476.