Historialariak

Tours, Gregorio de

También llamado "El Turonense" (538-594). Fuente histórica con referencias a los vascos en los años 581, 587, 588 (Historia francorum). Su descripción de la gran invasión vascona sobre las llanuras aquitanas (lib. 9, cap. 7) ha sido utilizada para apoyar la tesis de la "vasconización" de Aquitania. El texto, referido al año 587, es el siguiente:

"Vascones vero, de montibus prorrumpentes in plana descendunt vineas agrosque
depopulantes, domus tradentes incendio, nonnullos abducentes captivos
cum pecoribus. Contra quos saepius Austrovaldus dux processit,
sed parvam ultionem exegit ab eis".

[En cuanto a los vascones, irrumpieron de sus montañas, descendiendo a las llanuras,
devastando viñas y campos, incendiaron las casas, llevándose cautivos
junto con sus rebaños. El duque Austrobaldo marchó contra ellos,
pero no logró sino una mediana venganza.]

Mitxelena y Mañaricúa han rebatido dicha tesis entre otros autores. Dice Mañaricúa:

"El cronista franco habla de una irrupción de los vascones, a la que siguió una retirada llevándose consigo cautivos y rebaños: "nonnullos abducentes captivos cum pecoribus". No se trata por lo tanto, de una expansión estable. Hace años que Campión apuntó que este texto se interpretaba en forma desorbitada. Modernamente ha insistido en lo mismo P. Narbaitz. Interesa revisar a fondo el problema y recordar a los que ven en esta ocasión el origen del asentamiento de los vascos al norte del Pirineo que ya, en los comienzos de la era cristiana, Estrabon, decía de los aquitanos que se distinguían claramente por su aspecto físico y su lengua de los otros pueblos que habitaban la Galia y se asemejaban más a sus vecinos de la Península Ibérica".

Mitxelena, por su parte, alude frecuentemente en sus estudios al "violentamiento" del texto turolense (1985) y al desconocimiento, por los sustentadores de esta tesis, del antiguo sustrato vasco, muy anterior a tal invasión, de la región aquitana (1982):

"Cuando Untermann establece comme allant de soi, como cosa que cae de su peso, que una parte de la Aquitania cesariana tiene una onomástica característica e inconfundible con otras vecinas según el testimonio de inscripciones latinas de época imperial, no hace sino repetir lo que ya había establecido Joshua Whatmough, por ejemplo, en sus Dialects of Ancient Gaul, 1949-1951. El paso siguiente, que ambos y otros han dado, es el de concluir de una área onomástica a una área lingüística. Ya en época romana se advierte sin ambigüedad la existencia de un dominio que sobre todo desde que el medievalista Achille Luchaire puso los puntos sobre las íes no podía ya ser pasado por alto. Esa realidad es lo que Martinet iba a llamar 'euskarien' y lo que el siglo pasado y parte de éste se decía 'éuskaro' en castellano. Por eso mismo, porque esto es tan patente, constituye una curiosidad de la investigación histórica en torno a lo vasco el hecho de que la totalidad o casi totalidad de los autores hasta tiempos muy recientes, acaso hasta la publicación en 1877 de Les origines linguistiques de l'Aquitaine de Luchaire, se hayan obstinado en considerar la lengua vasca como un hecho exclusivamente cispirenaico que sólo gracias a un corrimiento bastante reciente había llegado a ser también, en alguna medida, francés o galo".

  • Mañaricúa, A. E. de: Vizcaya, siglos VIII al IX. Los orígenes del Señorío, CAV, Bilbao, 1984;
  • Michelena, Luis: Lengua e historia, Paraninfo, Madrid, 1985;
  • Michelena, Luis: Sobre la historia de la lengua vasca, ASFVJU, XVI, San Sebastián, 1982;
  • Larrañaga, Koldo: De "wasco" a "Wasconia" y "Vascongadas". Disquisiciones sobre ciertos corrimientos onomásticos en la Alta Edad Media, Langaiak n.º 8-9, Uned Vergara;
  • Gorrochategui, Joaquín: Estudio sobre la onomástica indígena de Aquitania, UPV-EHU, 1984.