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URRESTILLA

Como la historia general de Urrestilla, la eclesiástica es la de continuas disensiones con la villa de Azpeitia. La iglesia de Urrestilla fue erigida por bula papal de 27 de marzo de 1554, respondiendo a las demandas de los vecinos de disponer de iglesia propia y no depender, como hasta entonces, de la de San Sebastián de Soreasu de Azpeitia. El patrono de ésta, señor de Loyola, amenazó, con gente armada, con destruir el templo que habían levantado los vecinos. Felipe II, ya entrado 1555, ordenó al Corregidor de Guipúzcoa dispersar a las huestes del de Loyola y evitar violencias. El representante real, interpretando a su antojo la disposición, mandó derruir la iglesia, como así se hizo. Urrestilla recurrió al Consejo de Castilla y en 1560 el rey mandó hacer una inspección ocular e informe de la cuestión al Corregidor acompañado de un representante del obispo de Pamplona. Acudieron el Reformador Martín de Miranda y el Teniente de Corregidor, Bachiller Zaldibia. Oídos los testigos, el informe que se remitió al rey fue favorable a los vecinos de Urrestilla. El 4 de septiembre de 1561 el Consejo de Castilla autorizó la erección y reedificación de la iglesia, que tuvo lugar en 1562. Tuvo una ermita dedicada a San Martín, San Martín de Antxieta, aneja al solar epónimo; derruida en 1816. Ermita de San Juan de Eizmendi, desaparecida.

Ainhoa AROZAMENA AYALA