Pintoreak

Ugarte Munozabal, Julián

Pintor. Nacido en Zarautz en 1929.

Realizó sus primeros estudios artísticos de la mano de Ángel Cabanas Oteiza. Entre 1952 y 1956 estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid y, posteriormente, en el Círculo de Bellas Artes de París. Realiza sus primeras exposiciones en París (1963) y Donostia (1964), a las que seguirán las individuales y colectivas celebradas en Bilbao, Madrid, Londres, Zarautz, Eibar, Pamplona, Bayona, Madrid, Barcelona, Mallorca, Ancona y Roma. Entre los premios cosechados en su carrera cabe destacar el Premio Nacional de Decoración Artística (Madrid, 1961), Primer Premio de la Escuela de París (1963), "Salón Internacional de L'Art Libre" (París, 1965), medalla de plata de las Artes, Ciencias y Letras (París, 1966), Medalla de la Bienal Internacional de Ancona (Italia), primer premio de la IV Anual Plástica de Vitoria (1967), Premio "Sehniz" (París, 1970) y Gran Prix de la Côte d'Azur (1972). En este último año es homenajeado en la "V Semana Intelectual" de Zarautz. Es intensa la actividad de Julián Ugarte en el campo de la enseñanza artística, como lo demuestra su papel decisivo como fundador de la Asociación de Amigos del Arte de Zarautz, de su escuela de Arte; y también la fructífera actividad que realiza en torno a su propia academia en Donostia. De entre sus obras destacan: Calle en Montmartre, Segovia, Ondárroa, Régil ,Composición con figuras, etc.

Mario Ángel Marrodán (Bilbo, 1974), lo ve así:

"La obra del zarauztarra Julián Ugarte está dotada de una peculiar disciplina de composición, esa su poderosa virtud capaz de ponernos en comunicación con las imágenes ordenadas de sus telas. Este pintor cultiva la figuración de cada lugar, pero asentado en un mundo propio que le sirve de expresión y de descubrimiento individual. Ugarte posee una paleta aparentemente no constructiva, pero sin duda muy sólida, grave, sensible y desnuda, que nos muestra la fragante naturaleza trascendida a pintura. El intimismo brota de la fruición interpretativa del testimonio de la tierra, empleando el color con más pudor que orgía. Esta estética se estiliza --como los visibles nenúfares del atavismo paisajista-- de acuerdo con la conquista de la belleza clásica, aunque interpretándola hieráticamente con tan notable capacidad de crear."

Luis de Lázaro Uriarte (Bilbo, 1974):

"La pintura de Ugarte. Color y estructura, libertades rítmicas y cromáticas unidas a sintéticas disciplinas de composición, empastes jugosos siempre dominados y uncidos a la superior unidad del lienzo, se dan cita en Ugarte aspirando a una evidente armonía de contrarios. No siempre (...). Otras, en cambio, denotan espontaneidades colorísticas apenas embridadas por el básico esquema constructivo. Sin embargo, hay en esta pintura frecuentes momentos, felizmente logrados, de plena armonización y justo fiel entre pigmentos de ágil desenfado y el hilván compositivo y esencial que los cose al cañamazo del tema, plástico ideal que, hoy por hoy, define y configura para nosotros una preocupación fundamental, algo así como una categoría estética de carácter insoslayable, al enjuiciar la actual coyuntura pictórica de este gran artista de Zarauz (...). Sin duda, pintor ecléctico y tamizado en sutiles cedazos magistrales y de auténtica modernidad, con una visión eminentemente subjetiva y ``recreativa'' de su pintura.".