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TUDELA (HISTORIA)

Con Felipe V durante la guerra de Sucesión. Durante la guerra de Sucesión la ciudad de Tudela se mantuvo fiel a Felipe V y en el año 1708 elevó al rey un Memorial de los servicios prestados. Organizó al principio de la guerra 20 compañías de a 60 hombres con sus capitanes, formando luego algunas más a las órdenes de miembros del regimiento. La ciudad fue fortificada levantándose un fortín en el lugar que ocupa la torre de Monreal. Envió dos compañías a su costo para guardar la Casa real del Bocal, convertida en depósito de municiones, hasta que vino el regimiento de dragones de don Melchor Enríquez, que quedó en Tudela de guarnición. Pero al retirarse esta fuerza los tudelanos hubieron de traer a la ciudad las municiones del Bocal, participando los vecinos en la tarea. Por orden del teniente general don Carlos de San Gil, asistió la ciudad con 150 hombres al campo de Ablitas, a la rendición de Mallén y al sitio de Magallón. Socorrió con más de mil hombres al coronel marqués de Santacara y fue en ayuda de Fustiñana las tres veces que se vió asediada; en la última las tropas enemigas lograron entrar en el pueblo, huyendo precipitadamente ante la llegada de los tudelanos. Fueron también en ayuda de Tarazona, aunque no se llegó a librar batalla por huir el enemigo. Además, debido a su posición estratégica ante los frentes de Aragón, Tudela hubo de facilitar hospedaje a numerosas tropas, lo que gravó considerablemente sus gastos. Tuvieron también graves pérdidas en ganados, sobre todo el que pastaba en las Bardenas. Por todos estos servicios la ciudad solicitaba al rey varios privilegios que de momento no fueron atendidos. El 24 de enero del año 1710 el rey Felipe V pasó por Tudela [Idoate, Rincones.... t. II, 33-36]. Fue cumplimentado por la Diputación, el Consejo Real y otras comunidades, que se trasladaron expresamente para ello desde Pamplona. Al día siguiente el rey y su esposa salieron a la mañana hacia Mallén. El día 26 partió para Pamplona la Diputación, a donde llegó el día 28. Las tropas partidarias del pretendiente Archiduque Carlos ocuparon en el año 1710 parte de Navarra. La ciudad de Tudela se sometió a estas tropas en septiembre de 1710, falta de ayuda para defenderse. A finales del mismo año las tropas del Conde de Melún expulsaron de Navarra al ejército del pretendiente, quedando definitivamente Tudela y todo el reino a favor de Felipe V [Idoate, Rincones..., t. I, 124].