Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (HISTORIA)

Intereses del Reino y guerra con el Príncipe de Viana. Las diferencias con los valles vecinos no impedían que se pusiera la vista en los intereses generales del Reino, pues vemos concurrir a los roncaleses a la asamblea que se celebraba en Puente la Reina el día 20 de marzo de 1328 para declarar el derecho de doña Juana, mujer de Felipe III, a la corona de Navarra. Con la minoría de edad de don Carlos, Príncipe de Viana, gobernaba el país Juan II, rey de Aragón y de Navarra. El Príncipe había nacido en 1421. Poco más tarde, en 1429, se ponen a las órdenes de don Luis de Beaumont 180 roncaleses, recibiendo 400 libras de provisiones de pan, vino, carne y cebada. En 1436, 13 ballesteros roncaleses, con su alcalde, sirven al Príncipe de Viana. Pero llega el fatídico año 1451 en que don Juan rompe sus relaciones con el Príncipe su hijo, llevándole a la declaración de guerra. A consecuencia de la prisión del Príncipe de Viana a su regreso del viaje a Nápoles, ocurrió aquel alzamiento y aquella protesta de los catalanes, que repercutió en Navarra, combatiendo encarnizadamente los bandos beaumontés y agramontés. Con dolor ha de confesarse que los roncaleses, protegidos por don Carlos con la confirmación de los privilegios y otorgarles otros durante su reinado, se hubieran colocado del lado de don Juan en esa desgraciada guerra. Aquellos roncaleses que en tiempos de paz enviaban halcones y otros presentes a don Carlos ¿por qué se fueron con don Juan? Difícil es responder; y hallamos de tal manera su comportamiento extraño, que no podemos admitir otra cosa, sino que los roncaleses, tan agradecidos siempre con el Príncipe de Viana, habrían tenido a última hora motivos gravísimos que hoy ignoramos. Es muy raro que estando rodeados de partidarios del Príncipe, todo el valle de Salazar, toda la merindad de Sangüesa y toda la Montaña, siguieran el partido de don Juan. Parece que no fue muy decidido su apoyo, pues el rey de Aragón, limítrofe con el Valle, desconfiaba de ellos. Parece ser que en 1462 el castillo de Burgui se había rebelado enviando a Eneco Sanz, alias Mendigacha, para liberarlo. Además, fortificó la villa de Roncal que confió a su escudero Petri Sanz de Ornatua, para tener bien guardado el único paso que tenía con la tierra de Sola o Zuberoa ya que los demás del Reino de Navarra se hallaban en manos de los beaumonteses.