Udalak

ANSOAIN

Urbanismo y construcciones civiles

Su caso urbano se sitúa en una pendiente más bien pronunciada, de espaldas al monte Beriain (o San Cristóbal) y dando cara a los barrios en expansión de Pamplona. La iglesia ocupa el lugar más alto del núcleo, y se encuentra aislada a excepción de la casa parroquial anexa. El caserío de Ansoain ha sido siempre ciertamente reducido, aunque el crecimiento experimentado en los últimos años por la cercana capital ha cambiado totalmente la fisonomía del entorno, con la construcción de nuevos pisos, chalets y unifamiliares adosados en sus inmediaciones.

Adosada a la iglesia se encuentra la casa parroquial, un bloque de desarrollo horizontal y planta rectangular, con muros de sillería de formato irregular, acceso mediante un portalón apuntado de buen tamaño, y ventanita superior geminada, con arquillos que fueron conopiales aunque han sido burdamente desfigurados, y que ha perdido igualmente su mainel. En un nivel más bajo se disponen el resto de los edificios, en su mayoría modernos, pero que se concibieron aún para la vida y las actividades rurales. Una de ellas, de aspecto más antiguo y abandonada a día de hoy, tiene planta cuadrangular, tres alturas, muros sin enlucir y tejado a doble vertiente. Los vanos son rectos, incluyendo el portalón, marcado con el número 7, que se remata con un dintel adovelado.

El antiguo Palacio de Cabo de Armería de Ansoain es hoy un caserón dieciochesco de planta cuadrangular, cuatro alturas y tejado a cuatro vertientes. Los dos primeros pisos llevan muros sin enlucir, mostrando una mampostería menuda, y reservando el enlucido para las plantas superiores. Se accede mediante un arco de medio punto de aspecto moderno, flanqueado de una ventanita y una puerta secundaria. Por encima hay tres balcones en el primer piso, dos ventanas y balcón central en la siguiente altura, y tres tragaluces en el desván. En una situación descentrada luce un escudo barroco que reproduce las armas que para el viejo solar recoge el Libro de Armería del Reino de Navarra (L.A.R.N. nº 139). Este edificio se adosa a otro inmueble, de aspecto más antiguo, con planta de marcada horizontalidad y cuatro alas que encierran un patio. Se conserva el acceso original, un arco apuntado con 15 dovelas de buen tamaño. Muy probablemente sea este el antiguo palacio de cabo de armería medieval de Ansoain, en uno de cuyos ángulos, tal vez sustituyendo a una torre, se levantó el actual inmueble palaciano.

Ermitas

La ermita de San Miguel se encuentra a la entrada del pueblo. Es de origen medieval, aunque ha sido transformada para su uso como vivienda. Por un documento de 1714 sabemos que el prior y canónigo de la catedral de Pamplona, Manuel de Aguirre, hizo ciertos gastos en el adecentamiento de tejados y muros. Tiene planta rectangular, muros de sillarejo y tejado a dos aguas. En el Museo Diocesano de Pamplona se custodian dos imágenes, de San José y de la Virgen María, procedentes de esta antigua ermita.

Parroquia de San Cosme y San Damián

Se trata de un templo medieval en origen, muy posiblemente de hacia el año 1200, aunque fue reedificado en el siglo XVI. Su planta consta de una única nave, dividida en tres tramos de desigual longitud, y cabecera cuadrada rematada en testero recto. Dos nichos hacen las veces de transepto, mientras que la sacristía, de planta rectangular, se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola. El acceso se abre también en el muro meridional, a la altura del segundo tramo.

Los muros son de sillares de tamaño menudo pero uniforme y bien escuadrado, tanto al exterior como dentro del templo, y van recorridos en todo su perímetro interior por una imposta que señala el arranque de las bóvedas. La nave se ilumina mediante tres estrechas ventanas localizadas en el muro de la Epístola. Un coro de obra se eleva a los pies de la nave, así como la escalera de acceso a la torre.

La fábrica se cubre con bóvedas de nervios con terceletes, de inspiración gótica aunque de factura moderna, separándose los tramos por arcos fajones de medio punto. Los nichos llevan sendos tramos de bóveda de cañón, mientras que la sacristía recibe un simple cielo raso.

Al exterior destaca la torre, de planta rectangular, y que constituye un bloque prismático rematado en lo alto por dos huecos de medio punto para las campanas. Como se ha dicho, por el muro sur se abre la puerta, que es un ejemplar de arco románico que atestigua la existencia de un templo anterior a la actual fábrica. Consta de arco de medio punto con dos arquivoltas aboceladas que apean sobre finas columnas, rematadas mediante capiteles muy toscamente labrados, con volutas y dibujos geométricos incisos. Por el exterior del arco corre un guardalluvias que apea sobre mensulillas encastradas en el muro. En lo alto de la portada luce un crismón trinitario, y todo el conjunto se cubre con un arco rebajado que se apoya en uno de los contrafuertes y en el volumen exterior de uno de los nichos o capillas laterales antes mencionados.

Preside el templo en su interior el retablo de San Cosme y San Damián, que es una obra protobarroca de principios del siglo XVII. Su mazonería consta de banco, dos cuerpos de tres calles y ático rematado por frontón semicircular. Se articula mediante columnas de orden corintio, y aloja tallas en relieve en las calles laterales, que se convierten en figuras de bulto en la calle central. En el banco encontramos relieves de la Oración en el Huerto, Prendimiento y los cuatro evangelistas. En el primer cuerpo registramos el Prendimiento y Martirio de Santa Bárbara, en relieve, que siguen en el cuerpo superior con los relieves de San Miguel y un Santo Obispo. En el centro, ocupando ambos pisos, las imágenes titulares, en bulto, de San Cosme y San Damián, parcialmente conservadas, y en el ático remata el Calvario, también en bulto redondo.

En el bajo coro encontramos una pila bautismal medieval, con pedestal cuadrado, basa circular, fuste prismático y taza circular repintada. En la sacristía se conserva, además, alguna pieza de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)