Marqués de Mudela.
Personalidad vizcaína nacido en San Esteban de Irazagorria (Gordexola) el 2 de noviembre de 1808 en el seno de una familia rural de pequeña propiedad. Fallece en Madrid el 17 de mayo de 1882.
En su adolescencia pasó a Madrid formándose en las lides comerciantes merced a familiares establecidos en la Corte y en Granada (Compañía de Rivas hermanos). En los primeros años del régimen isabelino, casa también con la hija del comerciante Manuel Gregorio Urtiaga. Desde estos años acomete diversas empresas lo cual no obstó para que, liberal progresista, se vinculara a la política en el entorno de Mendizabal. Al finalizar la guerra, en la que había sido oficial de la Milicia Nacional, se le nombró vocal de la Junta de Comercio de Madrid y, en 1840, vicepresidente de la entidad. En 1844, adherido ya al credo moderado, fue Director de la Sociedad de Seguros Mutuos contra Incendios y cónsul propietario del Tribunal de Comercio de Madrid.
Su actividad empresarial, en especial de contratista de obras y en el sector vitivinícola, se extiende por toda España. La compra de bienes desamortizados le convierte en una gran fortuna. En 1845 se le nombró cónsul general de Ecuador. Al año siguiente resultó elegido, junto con Hormaechea, diputado por Vizcaya, representando, con ardor fuerista, a ésta y a los intereses de Bilbao hasta 1851. Para entonces, arriesgando sus bienes en un momento de crisis, adquiere terrenos vinícolas en la Mancha y se lanza a la aventura del vino de calidad. Por esos años había entroncado con el sector financiero (Banco de Fomento, Banco de Isabel II). También fue comisionado vizcaíno en Corte. En 1853-1864 fue diputado por Gergal (Almería).
A su cese sucedió su nombramiento como senador, tomando parte en la polémica con el antifuerista Sánchez Silva. El título de Marqués de Mudela le fue conferido en 1867. En 1872 fue nuevamente senador, por Ciudad Real. Al siguiente, tomó parte en la Asamblea Nacional republicana. Y, como político incombustible, surge otra vez en las Cortes, esta vez alfonsinas, en 1876, como senador por Ciudad Real, y en 1877, como senador vitalicio, cuando es uno de los principales propietarios de Madrid. En 1879 adquiere la fábrica siderúrgica San Francisco del Desierto (Sestao) que abastecería los mercados europeos (entre otros, a la Casa alemana Krupp), convirtiéndose en uno de los principales capitalistas de Vizcaya, del que era Padre de la Provincia.