Politikariak eta Kargu publikoak

Sánchez Silva, Manuel

Senador andaluz por Utrera. Ya había sido promulgada la ley del 25 de octubre de 1839 en la que se confirmaban los Fueros de Álava, Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra sin perjuicio de la unidad constitucional. Habían transcurrido diez años cuando Manuel Sánchez Silva, inicia en el Parlamento una polémica contra los Fueros. El 17 de noviembre de 1849, un grupo de diputados encabezados por dicho parlamentario apeló al Gobierno para que en las Provincias Vascongadas se hiciese efectivo el cobro de las sumas que habían sido designadas en los repartos de la contribución directa territorial y pecuaria votada por las Cortes. El ministro de Hacienda, Bravo Murillo, contestó en nombre del Gobierno recordando la existencia de la ley de 1839 que debía respetarse. El 14 de enero de 1851 Bravo Murillo constituía un Gobierno con Bertrán de Lis en Estado, y Arteta en Gobernación. Mientras, se reparten 4.000 ejemplares de la Defensa histórica... de Novia de Salcedo, Sánchez Silva vuelve a la carga y a protagonizar la lucha contra la foralidad. Aboga a favor del servicio militar de los vascos como si no tuvieran éstos en su país su sistema de milicias en caso de guerra. Quería Sánchez Silva que se contribuyera con un cupo en aplicación del art. I de la ley de 1839. En los debates del Senado de 1864 vuelve a iniciar la polémica al discutirse en la Cámara la ley de Presupuestos del 25 de junio de dicho año, como si los vascos no tuvieran los suyos propios. El senador atacó violentamente el tema de los ferrocarriles iniciándose una fiera polémica, sobre todo en Bizkaia. Vuelve a la carga en los debates presupuestarios de 1867. En 1876 es el gran detractor de los Fueros, el paladín de los que piden la abolición, que no desperdicia ocasión de hacer oír su voz, lo que el 14 de abril provoca algunos incidentes en el Senado. En esta ocasión dice: "La Nación, unánime, pide su abolición. La guerra ha vertido la sangre de nuestros hijos y ha agotado el Tesoro". Dice Sánchez Silva que en Madrid hay muy pocos fueristas y que todos los liberales de Europa son unánimes en pedir la abolición de estos restos del feudalismo y de la Edad del Hierro. Cuando a su vez toma la palabra Cánovas del Castillo, es para declarar que la posición del Gobierno es difícil. Alaba, no obstante, el discurso de Sánchez Silva y protesta de que el Gobierno es liberal pero por lo mismo, imparcial. Niega que la guerra haya tenido un carácter fuerista. Entonces se oyen fuertes rumores de protesta. Muere el 17 de mayo de 1881.

Ref. Corella, G.: Historia de Vizcaya a través de la prensa, Bilbao, 1975; Vázquez de Prada: Negociaciones sobre los Fueros entre Vizcaya y el poder central (1839-1877) ; Ciaurriz, A.: La abolición de los Fueros vascos a través de la prensa, "Colección Auñamendi", San Sebastián, 1976.