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SAN VICENTE DE LA SONSIERRA

Municipio situado al noroeste de La Rioja, partido judicial de Haro. Situado en un enclave territorial dentro de la Rioja alavesa, a la que divide en dos partes. Integran su término la capital San Vicente, y las aldeas de Peciña y Rivas de Tereso.
La evolución de la población de hecho es la siguiente: 1900: 2.616 h.; 1910: 1.854; 1920: 1.877; 1930: 1.820; 1940: 1.956; 1950: 2.020; 1960: 1.681: 1986: 1.183; 1991: 1.105.
En el reino de Navarra. Posiblemente fundada por Sancho Garcés I de Navarra (905-925) en sus campañas de expansión del reino pamplonés hasta Nájera, San Vicente perteneció a Navarra hasta mediados del s. XV. Fue aforada en 1172 por Sancho el Sabio quien le señaló términos desde el río de Samaniego hasta Buradón, y desde medio Ebro hasta San Vicente. En 1323 San Vicente y sus aldeas hicieron ordenanzas, y durante los reinados de Carlos II y Carlos III recibieron diversos privilegios y exenciones en consideración a los numerosos servicios realizados a la corona navarra como plaza fronteriza que fue con Castilla. Por el tratado de Briones, firmado en 1379 entre Enrique II de Castilla y Carlos II de Navarra, se entregará a Castilla como prenda, entre otros lugares, el castillo de San Vicente de la Sonsierra; será devuelto a Carlos III tras la muerte de su padre en 1387. El pueblo de San Vicente, señala Yanguas y Miranda, se contaba todavía entre los de Navarra en 1437 y fue uno de los que juraron la paz con Castilla, a cuyo dominio pasó sin duda en 1463 cuando el rey de Castilla se apoderó de Los Arcos y su partido a consecuencia de la sentencia compromisal de Luis XI de Francia.

Alcaides del castillo. La documentación navarra registra los siguientes alcaides. Diego Alvarez (1220), Pedro Martínez de Subiza (1235), Ruy Díaz de Oyón (1276), Guillén de Aubariba (1291), Gil García de Aniz (1351), Martín Martínez de Guevara (1352), Gonzalo Fernández de Frango ( 1366), Juan Sánchez de Azcona (1412), Sancho de Medrano (1414), Sancho de Esparza (1423), Pedro Zuasti (1430), Borchea de Aguirre (1440), Lope Alvarez Dávalos (1444), y Diego Martínez de Peciña (1455), último alcaide navarro.
Santa María de La Piscina. Iglesia en la aldea de Peciña, perteneciente a San Vicente de La Sonsierra; origen del solar y divisa del mismo nombre. Fue construida la iglesia y constituida la divisa por el infante de Navarra Sancho Ramírez por voluntad testamentaria ( 1116) de su padre el infante Ramiro Sánchez, señor de Monzón y sobrino del rey Sancho el de Peñalén. Fue su voluntad la erección de una iglesia bajo la advocación de Santa María de La Piscina Probática de Jerusalén, en recuerdo de su estancia en Tierra Santa, concediendo a su hijo para tal fin el señorío sobre la aldea de Peciña y su tierra. Don Sancho Ramírez fundó el solar y divisa y añadió a su nombre la advocación, siendo el origen del apellido de Ramírez de La Piscina, que llevaron sus descendientes, señores del lugar y patronos de la divisa e iglesia que construyó. La divisa se rigió, amén de por los estatutos fundacionales, por los de 1504 y 1537, pasando en este siglo el patronato a los Ramírez de Arellano, señores de Abalos y volviendo más tarde a los Ramírez de La Piscina. Extinguida la línea directa en el s. XVIII, el solar, adosado a la iglesia, cayó en abandono. La divisa fue restaurada, junto a la iglesia, por erección canónica del obispado de La Calzada, en 1975. La iglesia, cuya construcción acabó el año 1136, es un buen ejemplar románico de sillería con planta rectangular. En el exterior presenta muros lisos con contrafuertes, imposta corrida de tacos y ventanas en el lado meridional. Puerta de medio punto con tres arquivoltas sobre estribos cuadrados; ábside con cuatro columnas y tejaroz sobre canecillos con figuras zoomorfas y antropomorfas. Al interior presenta nave única con bóveda de medio cañón, arcos fajones doblados sobre columnas con capiteles historiados. El ábside presenta restos de pinturas representando la entrada de los cruzados en Jerusalén. De la casa solar, arruinada definitivamente en el s. XVIII, no queda resto alguno. Delante de la portada de la iglesia se encuentra una necrópolis altomedieval con sepulturas antropomorfas que, junto al dolmen situado al S. del poblado de Peciña, dan cuenta de la antigüedad de la población del lugar.

Xabier LASALLE.