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SEGALARIS

La campa de competición. La campa o prado, donde vaya a celebrarse la competición, se elige con especial cuidado teniendo en cuenta diversas circunstancias. En primer lugar debe estar situado en zona donde exista afición y cercana a ser posible de las localidades de donde procedan los segalaris. Esto se tiene especialmente en cuenta en los últimos años, ya que es habitual ahora poner una entrada de pago al recinto de competición e interesa, por lo tanto, contar con el mayor número de espectadores. Y en función de ello se buscan campas de acceso fácil y cómodo con aparcamiento para vehículos. Y, dentro del recinto, que exista buena visibilidad para los espectadores y sea fácil de acotar. En cuanto al terreno en sí debe ser totalmente desprovisto de piedras, sin demasiada pendiente y de hierba abundante y crecida. Esta última condición es fácil de encontrar, pues aun cuando las tierras de Gipuzkoa y Bizkaia son poco feraces por la poca profundidad de la capa vegetal y su composición, la abundancia de lluvias y la humedad constante del ambiente -básicas para el crecimiento de la hierba- contrarrestan aquellas condiciones geológicas desfavorables.

Para las pruebas es frecuente proceder al abono de las campas para conseguir un manto de hierba espeso y tupido. El abono es a base de fertilizantes industriales. En la prueba celebrada entre Izurzu y "Polipaso" en Iturrioz, se esparcieron en las parcelas señaladas, un mes antes del desafío, ocho toneladas de fertilizante.

En épocas anteriores, los desafíos de segalaris debieron ser, como sucedió en los restantes deportes rurales, espectáculo de alcance limitado en el que se dirimía la superioridad en el corte de hierba entre dos mozos de cualquier caserío. De esta forma, el lugar designado para la competición bastaba fuera una campa con abundante hierba. Cuando, entrado ya el siglo XX, surgen figuras tras las cuales se moviliza un público apasionado, los organizadores eligen campas situadas en zonas próximas a los pueblos donde mayor afición existe. Comienzan a organizarse pruebas y desafíos en las suaves praderas de Iturrioz, en las estribaciones del monte Ernio. Son el centro de una extensa área de donde surgen los mejores segalaris y donde, por ello, más interés se tiene en este tipo de competiciones. Forman un círculo casi perfecto alrededor de Iturrioz las siguientes localidades: Aia, Asteasu, Zizurkil, Tolosa, Beizama, Azpeitia, Zestoa y Aizarnazabal. Todas ellas, como decimos, cuna de famosos segalaris. En Iturrioz se utilizan las campas de "Trinka-Leku" y "Ari Barrutia". En esta última tuvo lugar el choque entre Izurzu, de Asteasu, y "Polipaso", de Hernani, en el que Izurzu, en dos horas de labor, llegó a cortar 9 toneladas de hierba, cifra posible por la excepcional densidad y altura de la misma.

Es en Iturrioz, sin duda, donde se encuentran las mejores campas por la calidad de la hierba y suavidad del fondo donde crecen. Iturrioz es el centro sentimental del País. De su venta ascendieron, durante siglos, los romeros, al monte Ernio a través de Zelatun, los prados altos y el camino trazado en la roca viva. De allí se llega pronto a la primera cruz de piedra, de la que cuelgan aros de hierro, por las que los peregrinos pasan manos y cuerpo en busca de una hipotética curación del reumatismo. Desde esta cruz se inicia el Via Crucis hasta la cima, acongojante y obsesivo, en el que los romeros besan el suelo de piedra a cada estación. La venta de Iturrioz fue, en pasados siglos, enclave fundamental en la geografía del País Vasco, comunicando la carretera que pasaba por allí, el interior con la costa, a través de los pasos de Venta Zarate y Andazarrate y los caminos de Anoeta, Alkiza, San Esteban de Hoa, Aizarna y los vados de San Nicolás de Orio y Santiago de Aia. Hoy la venta de Iturrioz ha quedado desplazada de todos los caminos que comunicaban, unos con otros, los valles de Guipúzcoa.

Tras la guerra civil española ha habido pruebas en las estribaciones de Mendizorrotz sobre Orio, en la campa Miracampos, de Urnieta; en la isla de Zumaburu, en Lasarte, idílico rincón este último si no estuviera estropeado por las poluciones del río Oria. Como las pruebas de segalaris tienen lugar, por lo general, en el verano y otoño, se ha aprovechado también el césped crecido de los campos de fútbol, antes de los partidos de competición, para montar pruebas, destacándose, en este aspecto, el estadio Berazubi, de Tolosa, y el campo de fútbol Etxebarrieta, de Andoain. Actualmente la mayor parte de competiciones en Guipúzcoa tiene como marco la campa "Etxea Atzea" del caserío Jáuregui, en Hernani, que reúne todos los requisitos para desafíos de segalaris; buena situación, terreno cercado, accesos fáciles, aparcamiento de vehículos, bar, perfecta visibilidad para los espectadores y hierba buena y abundante. De vez en cuando surge un desafío en pleno monte, como el habido entre Fermín Zulaica, de Zarautz, y Luis Brit, de Orio, que lucharon en la pradera Santa Cruz, de Elcano, en Zarautz, en 1961.