Siglo XVIII. Jovellanos visitó en 1791 Vizcaya entrando por Santander. Ya en zona de Desierto-Erandio dice que bordeando la cerca del convento y dejándolo a la izquierda se llega al embarcadero, que tal vez coincida con el actual de mineral o los que existen frente a la dársena de Axpe. En este punto se dispone a pasar a la otra orilla del Nervión en una barca. Afirma que «los naturales de [Sestao]..., se han arrogado el privilegio exclusivo del paso, y no nos permitieron tomar un bote para nuestro paso particular; pero luego lo hicieron por dinero». En la otra orilla, en la derecha del Nervión, sin que podamos precisar si se trata de Lutxana, Erandio o Axpe, se refrescan en una taberna con «agua, azúcar, ponche, con gran aseo». Situado en este lugar, afirma que hay un «camino de planta hasta Bilbao, a orilla de la ría». Más indeterminado es el «otro» camino que describe, «que se toma por la izquierda» y que califica de «cómodo y bellísimo, por entre frondosísimos setos cubiertos de parras, zarzas, belortos y entre arboledas muy pobladas».