Aljama. En Balmaseda estuvo asentada la única gran judería del Señorío de Vizcaya. No se tienen noticias de cuándo se establecieron los judíos en la villa pero sí de su importancia, equiparables a la de las «aljamas» de su época. Así es como, en el año 1474, el repatimiento del juez mayor de judíos y médico de Enrique IV, Rabbi Jacob Aben Núñez, señala para Balmaseda la suma de 1.100 maravedís. La influencia que gozaban los judíos y el alcance de sus especulaciones financieras dieron lugar a que en 1483 el resentimiento de la población se cristalizara en un decreto del concejo prohibiendo su avecindamiento en la villa. Tres años más tarde hay un nuevo movimiento de la población contra los judíos y éstos recurren al poder real. Pero mientras llega la protección real, los vecinos de la villa han expulsado a los judíos y confiscado sus bienes. La pugna se arrastra hasta la extinción de la aljama bajo los Reyes Católicos. Los judíos expulsados embarcaron en Laredo rumbo al exilio. Se localizaba la judería en el barrio de San Lorenzo, junto al viejo Puente. El centro de la colonia de judíos parece ser que fue la antigua calle Vieja, denominada Bajera hasta 1892 y posteriormente de J. Martín Mendía.