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PAÍS DE LOS ALDUDES

Historia y emigración.
Les Aldudes, modesto rincón de la Baja Navarra, gran proveedor de emigración hacia el Uruguay

Les Aldudes los Alduides en español, Aldude en vasco ha sido en el correr del siglo XIX, entre las aldeas del país vasco-francés y proporcionalmente al número de sus habitantes, la que suministró los contingentes más grandes de emigrantes hacia el Río de la Plata.

Pienso que Montevideo atraía más que Buenos Aires. Tanto en Francia como en Uruguay se hacen periódicamente censos de población y los registros consignan unos cuantos datos en X columnas frente a cada uno de los empadronados: sexo, edad, estado civil, profesión, etc. Los formularios de algunos de los censos del siglo XIX llevaban una columna final que decía "observaciones". Allí se pueden leer menciones como "imbécil", "manco", "sordomudo" u otras particularidades por el estilo. En el censo del año 1841, en la columna "observaciones" y frente a los nombres de 133 individuos sobre un total de 2.832 empadronados en Les Aldudes, figura la mención "ausente Montevideo".

Huelga decir que los emigrantes no iban todos al Uruguay. En la misma época se ha emigrado desde el país vasco a muchos países de América Latina, a Méjico, a Venezuela, a Chile principalmente; pero desde Les Aldudes se emigraba hacia el Río de la Plata. Y Montevideo, quizás por la sonoridad de la palabra, o váyase a saber por qué otra razón, representaba, en la imaginación de nuestra gente como una especie de faro, como el destino maravilloso de todos los candidatos a la gran aventura.

Los contingentes más importantes de emigrantes salieron de Les Aldudes entre los años 1830 y 1860. A fines del siglo XIX disminuyó la corriente migratoria o, mejor dicho, se dirigió hacia otros destinos, y de este fenómeno daré por lo menos una explicación más adelante.

Pero previamente, tengo que presentar un poco, histórica y geográficamente, ese querido pueblo de Les Aldudes.

Les digo querido pueblo porque si bien no es mi pueblo natal, es la cuna de gran parte de mi ascendencia paterna.

Hasta casi el final del siglo XVII, Los Alduides eran una zona de unas 20.000 hectáreas de superficie, zona montañosa también la llamaban Montes de Alduides a caballo sobre lo que es actualmente la frontera francoespañola, que se extendía sobre las dos vertientes, Norte y Sur, de los Pirineos. Zona de pastoreo y montes, había sido aprovechada de tiempo inmemorial, en común, por los ganaderos de los valles vecinos, Valcarlos, Baigorri, Baztán y Erro. Esos valles pertenecían al antiguo Reino de Navarra, Reino que desapareció como entidad política soberana a principios del siglo XVI; Navarra, entonces dividida en 6 departamentos o merindades, había sido absorbida por el Reino de España. Una de las merindades, sin embargo, la merindad llamada "de ultrapuertos", situada en la vertiente Norte de los Pirineos, escapó a la voracidad del Rey Fernando el Católico, o quizás fue abandonada por el monarca español que pensó no poder defenderla militarmente. La Corte del antiguo Reino de Navarra se refugió en su merindad norteña y durante todo ese siglo XVI, los herederos de la dinastía navarra siguieron ostentando el título de Reyes de Navarra, hasta que las alianzas entre familias reales y ciertas circunstancias llevaron a uno de esos Reyes, Enrique III, a acceder al trono de Francia bajo el nombre de Enrique IV. Esto ocurrió en 1589.

A contar de esa fecha, ya no se habló más de Reino de Navarra. La diminuta merindad de Ultrapuertos había sido absorbida por el Rey de Francia. Oficialmente, sin embargo, Enrique IV y los Reyes de Francia siguientes llevaron el título de Reyes de Francia y Navarra. Hoy todavía llamamos Baja Navarra a lo que era antiguamente la merindad de Ultra Puertos.

¿Y Los Alduides en todo esto?

Como llevo dicho, era una zona de pastoreo que usufructuaban en verano, de modo indiviso, los pastores de cuatro valles. Entre esos pastores, como es fácil de imaginar, había discusiones, disputas, peleas y hasta reyertas a veces sangrientas para el acceso a los mejores pastos. Mientras duró el Reino de Navarra, eran disputas entre vecinos. Pero después del año 1589, los pastores de Erro, Baztán y Valcarlos se encontraron súbditos del Reino de España y los de Baigorri súbditos del Reino de Francia: las peleas entre vecinos se trasformaron en conflictos internacionales.

A pesar de todo, la zona de pastoreo, que llevaba indistintamente el nombre de Quinto Real, Los Alduides o País indiviso, siguió durante 200 años todavía indivisa entre los valles españoles de Valcarlos, Baztán y Erro y el valle francés de Baigorri.

La cotenencia no era del todo pacífica, pero había un acuerdo tácito sobre un mínimo que era el siguiente: los pastos de la zona se aprovecharían únicamente en verano y quedaba prohibida la instalación permanente de cualquiera en todo el territorio, tolerándose únicamente la construcción de chozas provisorias de madera para el abrigo estival de los pastores.

Hasta mediados del siglo XVII se respetó más o menos ese acuerdo. Pero en el correr del mismo siglo la población del Valle de Baigorri habiendo empezado a aumentar sensiblemente algunos baigorrianos pensaron que la parte septentrional de la zona indivisa y particularmente cierta llanura de poca extensión y de altitud mediana (unos 400 metros) podría ser propicia a una instalación permanente, la cual aliviaría al mismo Valle de la presión demográfica y pecuaria. Fue así que se instalaron los primeros colonos en Los Alduides a fines del siglo. Los valles españoles se opusieron naturalmente, pero estos tenían mucho más dificultad de acceso a la parte colonizada que los baigorrianos y, de a poco, se fue fundando sobre una parte restringida de la zona indivisa un pueblo que adoptó como denominación el nombre de toda la zona: Los Alduides. La denominación de Quinto Real quedó reservada para el resto de esas tierras.

Los aldudenses tuvieron que luchar bastante para mantener y echar raíces en su pueblo. En un principio lucharon contra los españoles y hoy todavía se puede ver en la plaza central un vestigio material de la oposición valderrana: grabada en el dintel de una casa construída en 1753 se puede leer la inscripción siguiente: "Esta casa es de Bal de Erro", contra sentido geográfico pero afirmación de pertenencia.

Más adelante los baigorrianos, que habían tolerado y algunos favorecido las instalaciones de sus hijos en tierras comunes, se sintieron despojados e intentaron toda clase de represalias contra los que empezaron a considerar como usurpadores. Y de hechos los colonos cercaban y roturaban cada vez más tierras. Pero se mantuvo y creció, a pesar de todo, el pueblo de Les Aldudes.

Señalaba al comienzo que hoy nuestro pueblo cuenta más o menos con 500 habitantes. A fines del siglo XVIII la población era de unos 1.000 habitantes. Ahora bien, para hacer una comparación valedera, hay que saber lo siguiente: en 1860 un barrio de Les Aldudes llamado Urepel se erigió en municipio independiente y cada uno de los dos municipios cuenta hoy con una población aproximada de 500 habitantes. Tenemos pués a fines del siglo XX una población equivalente a la de fines del siglo XVIII.

En la primera mitad del siglo XIX el pueblo sufrió una verdadera explosión demográfica. El censo del año 1846 nos da una población de 2.871 personas, casi el triple de lo que se registraba a fines del siglo anterior.

La presión demográfica del siglo XVII había incitado a los baigorrianos a buscar una solución con la colonización de tierras cercanas. Doscientos años más tarde, la presión demográfica en la colonia incita a sus moradores a colonizar tierras mucho más lejanas. Es así que los aldudenses se dirigen hacia esas naciones de Latinoamérica entonces recién independizados, muchas de las cuales buscan entonces pobladores y favorecen la implantación de colonias.

¿Porqué ? se preguntará el lector los aldudenses se habrán dirigido especialmente hacia los paises del Río de la Plata? ¿ Porqué ? me pregunto yo los de Itxassou o Ustaritz se habrán dirigido con preferencia hacia Méjico? Pienso que el azar solo determina la iniciación de una corriente. La prosecución, en cambio, de esa misma corriente se explica racionalmente: el emigrante busca tierras donde piensa encontrar familiares, amigos o al menos coterráneos. La emigración atrae a la emigración.

Llegan pués en aquellos años numerosos aldudenses a Uruguay, a veces familias enteras. ¿Cuál fue la vida de ellos?

Nuestros compatriotas, allá en el País Vasco, cuando hablan de emigración, se trate de emigración en un pasado lejano o en un pasado más cercano, suelen considerar al vasco, en el país de destino, como dedicándose siempre a tareas agrícolas o ganaderas: se imaginan al vasco lechero o al vasco pastor de ovejas. En conversaciones con amigos intenté varias veces demostrar que esto es un prejuicio, que los vascos han ejercitado toda clase de oficios y que la profesión de ganadero en los paises del Río de la Plata no corresponde para nada a la representación que se hacen allá del clásico pastor de ovejas.